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22 de noviembre de 2009

Curriculum - Luciano Palacios



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co-coordinación (facebook):

Blog del Centro de Día para el tratamiento de las adicciones "Los Frutales" (fotos en el link a la pagina de facebook):

Entrevista radial para el programa Territorio Joven:

Mi trabajo como capacitador de docentes en el marco del Programa Nacional de Educación Sexual Integral:

Genero y Diversidad Sexual




7 de noviembre de 2009

La investigacion en Ciencias Sociales


Nueva versión del articulo revisado y expuesto en la Cátedra de Psicología Social, Facultad de Psicología, UNLP 
(Mayo de 2010).




Problematizando LA investigación en Psicología desde la Psicología Social, el Psicoanálisis y el Psicodrama.

Alfredo Luciano Palacios.
Facultad de Psicología, UNLP

07 de marzo de 2010

ESCUELA DE VERANO
Facultad de Psicología, Universidad de la República.
















Palabras preliminares.
Mi intención en el presente trabajo no es ser riguroso en la explicación de algoritmos metodológicos, ni tampoco profundizar en desarrollos teóricos, sino más bien presentar en forma ordenada aquellas conexiones conceptuales y técnicas que le dan forma a mi perspectiva en psicología social y por ende en su forma de entender la investigación.  Vale aclarar que seremos rigurosos en la forma de citar para que el lector pueda profundizar, si así lo desea, en cada segmento disciplinario que conforma el “tejido conceptual” que le da cuerpo a mi propuesta.
Introducción.
El espacio al cual advino la investigación en psicología, al menos en su versión más difundida, tiene mucho que ver con el discurso previo a la fundación de la disciplina así como el “yo” del niño adviene en un lugar delimitado por el discurso y el deseo materno que lo precede (Piera Aulagnier). Es así como la investigación en nuestro campo aparece como anudada a esas primeras líneas del positivismo psicológico que a su vez se apoya en aquella tradición filosófica que llamamos empirismo; teoría, técnica y metodología de la investigación aparecen así enmarcadas en su origen por determinado discurso empírico que será huella endeble en el desarrollo histórico de la disciplina y que por supuesto aun hoy podemos dilucidar en las distintas líneas teóricas de nuestra carrera, en algunas de forma más explícita y en otras un tanto más implícitas.
A modo de diagnostico se nos plantea como necesario la relación tríadica, insoslayable, entre 1) el recorte epistémico del objeto de estudio, 2) la metodología de la investigación y 3) la teoría de determinado enfoque en psicología[1]; relación que debe pensarse en la complejidad del movimiento dialectico y por lo tanto histórico y correlacionado con el contexto educativo, social, económico, político y cultural más amplio. A modo ilustrativo pensemos en el paradigma cognitivo, hijo de su padre positivista y nieto de una tradición empírica, y en su amplio desarrollo y difusión en Norteamérica y Europa, representantes póstumos del modelo de producción capitalista y por ende de determinada concepción de individuo, de educación, de saber, de valores, de derechos y porque no de una psicología funcional en más o menos medida a dicho modelo. Así se desarrollan las ciencias cognitivas de la mano del control social y el marketing empresarial. La investigación aparece anudada a la estadística y a aquellos fenómenos empíricamente observables como la conducta, la personalidad, etc. La lectura de los conceptos de dispositivo, poder, disciplina, saber y verdad de Foucault, el concepto de “estado técnico-administrativo” de Lewkowicz, I., Posdata sobre las sociedades de control” de Gilles Deleauze y el pasaje del feudalismo al capitalismo de “El Capital” de Marx, son citas obligadas para sostener este párrafo y para contextualizar la investigación en las ciencias humanas.
Vayamos un poco más lejos, ¿Cómo articulamos la primacía occidental de la investigación empírica con el modelo de producción capitalista? Una burbuja sale detrás del monitor de mi pc, se asoma, tiene una cara familiar, es Marx, y casi con cara de obviedad me dice: “la relación está en el concepto de mercancía”, vuelve a desaparecer y sigo escribiendo… claro! pienso…, dentro de este modelo capitalista las relaciones sociales entre personas están fetichadas, ocultadas tras la relaciones sociales entre cosas, tesis fundamental de la génesis del intercambio elaborada por Marx en “El capital”. Justo ahí es donde reside el poder de las cosas, justamente en ocultar que son productos de relaciones sociales, y por ende de origen abstracto en tanto fueron en su génesis, pensadas, representadas y construidas a través del trabajo puramente humano. A esta existencia mítica de la “cosa empírica” como existente desde siempre y al ocultamiento de su génesis, Hegel lo llamó “recaída en la inmediatez” (en la forma concreta, agregamos nosotros).
El objeto de la investigación psicológica en su versión empírica no escapa a esta lógica de la mercancía y más aun si es el mercado quien regula la producción de subjetividad social. Desde esta perspectiva ya no podemos pensar la diferencia entre modelos de investigación como referente solo a diferencias teóricas y epistémicas (esto es lo explicito y consiente), sino también al modo de adherir en la praxis de la investigación a determinado proyecto político-económico o no, y por lo tanto productor de determinada subjetividad e imaginario social.
La investigación empírica-positiva siempre parte de una hipótesis sesgando y recortando lo complejo de las relaciones humanas a uno o algunos factores; el tipo de investigación que proponemos siempre parte de un problema, de un síntoma y destruye toda posibilidad mono-causal (causa-efecto) para introducir la múltiple-determinación de los fenómenos. La investigación basada en lo concreto siempre se queda en el terreno de la explicación, es decir lo que hay detrás de lo manifiesto y se conforma con ello; nuestra investigación parte de lo concreto, pasa por la explicación, pero no se conforma y reconstruye en lo pensado, la génesis.
¿Cómo podemos esquivar la recaída en la inmediatez a la hora de investigar?
 Una de las opciones es utilizar los conceptos desde la noción de “caja de herramientas”[2]  y no como theorias explicativas en sí mismas. La autora propone tres herramientas básicas: la elucidación crítica de Castoriadis, el análisis genealógico de Foucault y la deconstrucción de Derrida. Nosotros podemos sumar la concepción dialéctica-genética de lo humano de Marx y la concepción dramática del objeto psicosocial a investigar.
¿A que nos referimos con concepción dramática?
Nos estamos refiriendo a un concepto que hemos formulado a partir del dispositivo Psicodramatico creado por Moreno y llevado a su máxima expresión por Eduardo “Tato” Pavlovsky y colaboradores. Pensar en “dramas” es pensar en “escenas dramáticas”, y en toda escena hay un texto, personajes, un encuadre y un contexto, como así conexiones simbólicas, afectivas e imaginarias que conforman una red semiótica-social que orientan y condicionan el hacer. En psicodrama decimos que el texto colectivo (al menos dos) es a su vez el contexto social. Al igual que en Lacan, en psicodrama los sujetos son el contexto, es decir se desdibuja lo individual para incluirse en el universo social del lenguaje, de los imaginarios, de la reproducción y producción social (Marx). Los grupos no son “islas” en el “mar” de lo social, sino mas bien que son como “olas”: producto de múltiples factores y atravesamientos pero indiferenciadas del mismo “espacio azul” (lo social).
También forma parte de nuestra propuesta metodológica en investigación psicosocial las formulaciones inherentes a “Las investigaciones en lo cotidiano” de Mary Jane y Peter Spink, como así aquellas líneas de reflexión ética en investigación que tuvieron lugar en el curso de “Epistemología y ética” de Gabriela Fried. Ambos cursos fueron dictados en el marco de la Escuela de Verano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de la Republica Oriental de Uruguay.
En conclusión, mi propuesta es que toda investigación humana debe requerir como mínimo la predisposición del investigador para navegar a la merced de los vientos y las corrientes, un poco determinadas y un poco azarosas, del mar social y de su historia; teniendo en cuenta no solo la repetición de lo igual sino la emergencia de lo nuevo; el investigador debería ser un aventurero que se anima a lo desconocido y no un ojo en el lugar de la omnipotencia de la explicación, un investigador va a en busca del conflicto, de la tensión , de la génesis, y no de la causa última y única, un poco mítica y otro poco delirante. Lo humano es complejo, múltiple determinado y con una pizca de azar, lo específicamente humano en palabras de Marx: “no tiene ni un átomo de materia”.
Desde esta perspectiva proponemos abandonar todo tipo de investigación social solo basada en la epistemología positiva, cuantitativa, estadística, fenomenológica, para interiorizarnos en una metodología seria y lo suficientemente abierta[3], que surge desde las ciencias humanas para abordar un objeto de estudio inherente a las mismas: “El método dialectico de ascenso de lo abstracto a lo concreto”, comenzado por Aristóteles, pasando por Hegel y cobrando su coherencia interna mayor en Marx.
Esta es mi propuesta, nuestro reto.
Luciano Palacios



[1][1] Más adelante propondremos una nueva triada ya que consideramos que comporta una matriz ordenadora de la praxis en investigación.
[2] Concepto de Foucault retomado por Ana Maria Fernandez
[3] Nos referimos a una “metodología abierta” en tanto el método no se reduce a una serie de pasos o algoritmos más o menos rígidos a seguir, tal como plantea algunas posturas  “cientificistas”. Esta discusión se retomara en el apartado inherente a la “metodología” en investigación del presente trabajo.


12 de octubre de 2009

"Nudo Borromeo" Poema de Rodolfo Hinostroza





Un hombre vaga durante numerosos años fuera de
su patria, estrechamente vigilado por Poseidón, y solo
.
Aristóteles
ahora remontas rue Vavin subiendo a Montparnasse
Hay un río que duerme otro que murmura
Aquí Clayton hablaba de Loutine
Los dorados temblores de Diana en el patio interior
El cuerpo multiplicado en millares de copias
Y un presagio de tormenta en la escalera
Menos grave que en los años siguientes
ahora todo resbala hacia Lo Real
Había sido algo menos que una presencia
Definida con tenacidad
Al alba con las últimas luces de la fiesta
La materia de los dioses extraviada en un recuento precipitado
De tantos viajes tantos libros tantas mujeres
La sombra helada de un libro que te acecha
Mientras haces el amor en el bisel del espejo
Las claves sumergidas en un catálogo de signos
Te requiere por una vibración de encajes y deseos
Como el vaho sobre el cristal del automóvil
Londres un taxi palpitante a la puerta
Una confidencia cubierta por el timbre del teléfono
Forma insuficientemente percibida
A través de las celosías de la casa
Lo gris duerme su rapacidad vela
Modo infinito en infinita parodia
ahora tratas de recordar un acto significativo
Que te hubiera matado
Para que hacia él converjan las líneas del poema
O el pavor de un sueño
Donde olvidas tus huellas en las cosas
Como si al crepúsculo tornaras la cabeza
Viendo unas rayas difusas en la perspectiva
Así cuando declina el viento de la noche
Hay tal vez una playa con casetas de vidrio
Y estudias el mecanismo de las olas
Sobre la barrera que planta tu memoria
Un dólar de plata por saberlo
El sentido de la experiencia debe encontrarse allí
Y yo debo entonces perseverar en el poema
El Otro que yo he sido el Otro que estoy siendo
Me debe ser designado en el poema
En una de sus líneas (tal vez en ésta misma)
El insolente sol trepa al solsticio
Y se me hace saber que mi sombra se gasta
una imagen recurre (la de Marianne)
Como si el erotismo fuera capaz de definirme
Como si buscase definición
Deslizándome hacia el centro del poema
Donde hay silencio y quietas placas de hielo
Calles que no llevan nombre
Miedo de tocarlo y no tocarlo y atravesarlo sin tocarlo
Como una sombra de palabras
hay líneas que se encurvan sobre el horizonte
Otras sobre el crepúsculo
Y acodado en las estepas mayores
Buscas la conjunción de los sentidos
En una sola epifanía
La memoria como un espejo parabólico
Descoyuntado por infinitos puntos de fuga
Que recompone ahora una imagen de mujer
De actos presenciados en Mallorca
O en un pueblo belga que se llama Malone
Cuyo sentido (si alguno existe) resistiría a la enumeración
De imágenes dispersas
De una noche en busca de rue Giordano Bruno
Al fondo del distrito XIV y bajo la nieve
O la de un lépero cagando sobre un puente en Comayagüela
O de una noche caliente y desolada en Managua
Un Luna-Park en trozos
O caminando contra el viento a la entrada de Cerbère
Buscando un maldito camión
Y todavía
Atravesando un campo de lavanda en el Luberón
Con un vuelo de cuervos en />
Un último sobresalto de Occidente
Antes del encadenamiento de las guerras
Las heladas estrellas se agrupan del lado de La Osa
Ella ha desaparecido
(Quién es Ella dónde está Ella)
No confundas tu soledad y la suya
Cuando tires las tres monedas por seis veces
SUNG
Esta línea muestra al sujeto vacilante frente a la disputa
Vuélvela estudio de los dictados celestes
Abate sus deseos agresivos
Reposa en la firmeza y corrección
Habrá buena fortuna
Abate tus deseos abátelos te digo
Así podrás acceder a la contemplación
Y el mundo rodará sin ti
Por una vez
Y verás gotear las estaciones
En un cielo Ile-de-France
Tendido en un camastro fascinado
Por una constelación de manchas de humedad
Las nubes dibujan carneros castillos
Una majada de fantasmas desciende el Huascarán
Trisca en torno de un ojo de agua
Pisoteando el diván del analista
Repita eso
(Eso?)
La memoria se posa sobre un campo de trigo
Y los caballos trotan en torno de la era
Encerrados en un domo dorado
Tu padre bebe chicha de jora
Y tú aloja fresca
Y más tarde la luna rondará la Casa-Hacienda
Polvo de leche luz
Tus sábanas se prolongan en nevados
Repita eso
El poema graffiti sobre un largo monólogo
El tema del baúl el tema del poeta atormentado
Por la Sombra del Padre
Un calembour dudoso colgado de la manga
(Nunca tocará fondo porque es forma)
La hora de las visiones ha pasado
Quién sabe lo que sabe quien no sabe
Hay una teoría de círculos concéntricos
Puesta para evitar un encuentro frontal
Que ya tuvo lugar
Que apareció como un azahar en el verano
Calmando mis sentidos crispados en la espera
En el sous-bois las armas
Esparciendo un sonido metálico en el aire transparente
Lustros
Y a la mañana siguiente un trapecio de niebla
Sube al Medio del Cielo
El halcón malherido voltijea sobre el techo del mundo
Suspendido del verbo
Que se balancea como un fruto
Demorando en caer
Y te consumes fuera de la palabra
Que tal vez se alimenta a sí misma
En inflorescencia perpetua
Y así entorpeces la demostración
Empantanado en una noche sin fin
O detenido en un mediodía perfecto
Un bocado de viento en las colinas
Una ventana abierta en la plaza del pueblo
Que designa un imposible deseo
Y el tiempo el viento amargo
Huye entre tu camisa
Como un recuerdo agudo y olvidado
Así un día en el embarcadero de Santiago Atitlán
O cierta ven en Uxmal
Indescifrable tu memoria en ruinas
Fuera de tema borracho como un Lord
Contiguo a una galaxia burlona y superior
Más ebria que la noche bamboleante
Ceñida a tu cintura hincándote las uñas
Mientras circulan retazos de ciudades
Ramalazos de luces en el puerto
El esplendor vacante de tu cuerpo
Animal expulsado de la música
Más acá del Edén donde no hay luz ni noche
Sino incredulidad de cada gesto
Como quien sobrevive sin saberlo
hay un valle que cierra el horizonte
Un río que la brisa acerca
una mujer desnuda en la terraza
Tomando sol
Nada es real salvo Lo Real
Desdeñoso irascible parpadeante y sumiso
Eternamente anclado
Plantado frente al río que murmura
Que tu vida se despliega y se agota
En la incesante perfección de su diferencia
A causa de Entropía
Obedecida y pronto contradicha
Por una dimensión confusa y vegetal
Y el azar te convoca para jugar un rol figurante
En el chalet de abajo
Y en un delirio de provisiones y de ropa limpia
Olorosa a lavanda
Viajas en tus palabras
Y tus palabras viajan.


8 de octubre de 2009

Conferencia de Lacan en Louvain (1972) - Canal Encuentros


Conferencia editada y transmitida por Canal "Encuentros" en el ciclo "Grandes Pensadores del Siglo XX" de Ricardo Forster.




Ver online otros capítulos del ciclo.

"Tiempo libre para comprar" - Enrique Carpintero


Psicoanálisis freudiano y materialismo dialéctico...


REVISTA TOPIA: EDITORIAL
Tiempo libre para comprar
(El consumidor consumido por las mercancías)

Enrique Carpintero
enrique.carpintero@topia.com.ar



(Caminando por la calle observé el cartel de una propaganda de alfajores. Un dibujo mostraba un enorme alfajor mordido que simulaba una gran boca mientras al lado la figura de una persona lo mira sorprendida. En un costado un epígrafe decía: “A ver quién come a quién”. Lo que se quería señalar es que el alfajor en cuestión era tan extraordinario que lo elije a uno para comerlo. Es decir, uno no come un alfajor es este quién lo come a uno. Evidentemente podríamos trasladar esta situación a la mayoría de los productos que se ofertan en el mercado del actual desarrollo capitalista.)
El fetichismo de la mercancía es un concepto clásico de la economía política elaborado por Marx en su obra El capital. Este refiere a que en el capitalismo la mercancía se transforma en una pura representación que supuestamente tiene valor por sí misma según el valor que le asigna el mercado. De esta manera la mercancía aparece como un fetiche que niega el carácter auténtico de ser un valor creado por el trabajo humano. Es la auténtica naturaleza de la mercancía como resultado del trabajo social lo que queda en secreto y a la vez se hace visible al aparecer como ajeno a los seres humanos con un valor de dinero en el mercado. Desde esta perspectiva la lógica del capital se opone a la lógica social. Es decir la lógica del capital pone lo social a su servicio.  Este valor de la mercancía como representación es lo que queremos destacar por los efectos que produce en la subjetividad. Por ello afirma Marx: La producción no produce un objeto para el sujeto, sino también un sujeto para el objeto 
La cultura actual se presenta como hedonista y permisiva convocándonos a disfrutar. Esto es lo que vemos en la publicidad de cualquier producto y los medios de comunicación. Sin embargo paradójicamente cada vez hay más reglamentaciones que supuestamente favorecen nuestra salud: prohibición de fumar, restricciones a la comida, ejercicios físicos obligatorios, consumo de determinados medicamentos, etc. El estar bien no surge de nuestro deseo sino que parte de un mandato de la cultura dominante sostenido en el miedo que provoca nuestra propia finitud. Freud denominó este mandato con una instancia psíquica: el superyó.
El superyó es social. Veamos su desarrollo. El niño es un ser pulsional que va descubriendo el mundo que lo rodea. Es en este proceso donde los padres le trasmiten las primeras reglas de convivencia humana. Al inicio el superyó es representado por la autoridad paternal que acompaña el crecimiento del niño con pruebas de amor y castigo generadores de angustia. Luego cuando el niño atraviesa la problemática edípica interioriza las prohibiciones externas. Entonces el superyó reemplaza la función parental (identificaciones primarias) al extenderse a la sociedad y sus representantes (identificaciones secundarias). 
El superyó heredero del complejo de Edipo es “el representante de las exigencias éticas del hombre”. De esta manera es la sede de la autoobservación y la conciencia moral. Es el representante de la sociedad en la psique y, como tal el portador del ideal del yo donde se legitiman las normas y deseos de los padres en una determinada inserción social, en la que el soporte imaginario y simbólico de la cultura recubre el yo-ideal de la omnipotencia narcisista infantil. Es decir, si se siguen determinadas pautas establecidas ilusoriamente se puede lograr lo que uno quiere. Desde este eje yo ideal – ideal del yo parte una comprensión de los fenómenos de la “psicología de las masas”, en los que además de un componente individual hay un componente social. Es decir, el ideal común que los sectores dominantes imponen en la familia, la comunidad, el Estado, la nación. 
Al despersonalizarse la instancia parental, de la cual se temía la castración, el peligro se vuelve más indeterminado. La angustia de castración se desarrolla como angustia de la conciencia moral, como angustia social. Ahora ya no esa tan fácil indicar qué teme la angustia. La fórmula `separación, exclusión de la horda` sólo recubre aquel sector posterior del superyó que se ha desarrollado por apuntalamiento en arquetipos sociales, y no al núcleo del superyó, que corresponde a la instancia parental. Expresado en términos generales: es la ira, el castigo del superyó, la pérdida de amor de parte de él, aquello que el yo valora como peligro y al cual responde con señal de angustia. S. Freud
La cultura genera un grado de confianza posible a partir de la seguridad de este soporte imaginario y simbólico para que en el colectivo social se establezcan lazos libidinales que permite que se constituya en un espacio soporte de la emergencia de lo pulsional. Es que el sujeto tiene una inclinación agresiva producto de la pulsión de muerte, en la cual la cultura encuentra su obstáculo más poderoso, y vuelve inofensiva esta agresión interiorizándola a través del superyó que, como conciencia moral, ejerce sobre el yo la agresión que hubiera realizado sobre otros. Por ello lo malo y lo bueno no son algo innato. Malo sería perder el amor de los padres, bueno sería tenerlo. Malo es sentirse abandonado por al autoridad que representa la cultura. A ésta, que es angustia a la perdida de amor Freud la llama “angustia social”. En este sentido la angustia de muerte se juega en el vínculo del yo con el superyó. Entre la protección y la amenaza de desamparo. Las situaciones de miedo de origen social remiten a la consumación del peligro de abandono a la indiferencia y la muerte que el sujeto vivió en las primeras etapas de su vida. Por ello cuando se produce una fractura de ese soporte imaginario y simbólico se crea la sensación de inseguridad, de miedo, de sentirse abandonado. Su resultado es la “angustia social” que aparece con una autonomía percibida como amenazadora, y no en un imaginario creado por la cultura. En ella los sectores de poder segregan tanto esta “angustia social” como la necesidad de producirla, para intentar dirigirla y manipularla. 
En este sentido el mandato de la actualidad de nuestra cultura, a través del superyó, no convoca a gozar como nos quieren hacer creer. Por el contrario convoca a protegernos de la amenaza de desamparo que produce la misma cultura. Doble juego que lleva a un camino sin límites. Por ello la agresión efecto de la pulsión de muerte no es interiorizada como “conciencia moral” ya que todo es permitido en la búsqueda de la utopía de la felicidad privada. La agresión se libera contra el yo y contra el otro pues la ética que sostiene nuestro ser es reemplazada por el tener los fetiches mercancías que adquieren la ilusión de protegernos de los infortunios de la vida. Es decir, de nuestra finitud.
Se considera tiempo libre el que queda diariamente después de descontar la jornada de trabajo. Dentro de este debemos considerar el tiempo de desplazamiento del domicilio al lugar de trabajo, que para algunos sectores sociales sobrepasa las dos horas; el tiempo dedicado al descanso, a la restauración de las fuerzas que incluye dormir, comer, aseo personal, cuidado de los niños, etc. Debemos agregar el tiempo libre como consecuencia de los fines de semana, feriados y vacaciones. 
Sin embargo el tiempo libre no es igual para todos ya que existe una gran diferencia en función de la clase social, el género y el grupo etario a que se pertenece. Aquí interviene la calidad y la forma de empleo que guarda relación con el ingreso y el nivel de educación. 
Ahora bien, el tiempo subjetivo es diferente al tiempo que nos dice el calendario. Es sobre este tiempo subjetivo donde la cultura dominante ejerce la “violencia simbólica” en la que el tiempo libre, concebido como tiempo propio, es mínimo para la mayoría de la población. El tiempo deja de ser libre para estar consumido por las mercancías que nos ofrece el mercado.
Las relaciones objetivas de poder tienden a reproducirse en las relaciones de poder simbólico. En la lucha simbólica por la producción del sentido común. (P. Bourdieu)
Si observamos las actividades que hacen los diferentes sectores sociales vemos que la población trabajadora y sus familias tienen diferentes obligaciones debido a la precaridad en que viven: hacer horas extras u otros trabajos, realizar tareas destinadas a conservar su nivel de vida. Cuando es posible se mira pasivamente el televisor o se va de compras a lugares creados para sectores de bajos recursos. Un buen ejemplo es la mayor feria de la Latinoamérica llamada “La Salada” donde en los fines de semana miles de personas compran a bajo precio mercancías falsificadas de las principales marcas del mercado. 
Los sectores de mayor poder adquisitivo consumen para pertenecer: internet, bets sellers, shopping, viajes en los fines de “semanas largos” donde todo se debe hacer rápido menos el regreso en el que se producen grandes atascamientos del tránsito en las autopistas. 
En estas condiciones el tiempo deja de ser libre para transformarse en tiempo alienado. El sujeto creado para el objeto “tiempo libre” debe estar siempre en actividad adecuando su tiempo a las demandas que le ofrece el mercado. Es que el objetivo principal del sistema no es ya el de producir bienes para satisfacer necesidades sino sólo producir beneficios, ganar dinero. En cualquier lugar de vacaciones vemos a la gente hablando por celular mientras camina por la playa, manejando su laptop en la arena, haciendo permanentemente actividades. En definitiva la obligación de descansar lleva a la actividad de consumir mercancías para el supuesto descanso. Es decir, es un tiempo alienado, limitador del sujeto. Esta es la contradicción de una cultura que se ofrece como permisiva pero en realidad se sostiene en el mandato de consumir mercancías que supuestamente dan una identidad frente a los otros, ya que sin ellas nos encontramos desamparados. Ante esta situación debemos reivindicar el derecho de apropiarnos de nuestro tiempo libre. El tiempo para encontrarnos con nosotros mismos y con los otros. El desafío es apropiarnos del tiempo libre para transformarlo en un ocio activo, creador que permita el intercambio de experiencias y el disfrute de hacer lo que cada uno quiera como forma de potenciar el desarrollo individual y social.
(Seguí caminado y en un kiosco compre un paquete de caramelos. Cuando lo tuve en mis manos recordé el epígrafe del cartel: “A ver quién come a quién”. Era una pregunta que no podía resolver pero me planteaba un tema para escribir en el próximo editorial de la revista.)         




7 de octubre de 2009

"El modelo Optico de Jacques Lacan" - Apertura, Sociedad Psicoanalítica y Luciano Palacios


Entender el Modelo Óptico de Lacan es tarea imprescindible para poder iluminar bajo esta "luz" conceptual, tanto el "estadio del espejo" como así "La Tópica de lo imaginario" (Seminario I) en lo que a la teoría de Lacan se refiere.

Lacan introduce este modelo en su Seminario I, llamado "Los escritos técnicos de Freud", y es justamente en este seminario donde introduce la lógica de "sus tres": simbólico, imaginario y real, otorgándole una importancia crucial a la interacción de estos tres registros en el modelo, para formalizar la constitución de la "realidad" por parte del sujeto.

A continuacion establecemos algunas de las equivalencias  metaforicas del modelo:

Jarron "real"(concreto) = Cuerpo como organismo biologico.
Flores "reales" (concretas) = objetos pulsionales parciales
Imagen del conjunto = Cuerpo, constituido en base a la interaccion entre las "flores" (reales) y el "ahujero" que da lugar a la nocion de "jarron" (el cual se constituye como tal a partir de las flores. "En lo real nada falta" J. Lacan).
Espejo plano = Otro

Dicho de otra forma, si no fuera por las "flores" el concepto de "jarron" (ahujero) no podria producirse.

Notese que al incluir el "espejo concavo" ("Observacion sobre el informe de Daniel Lagache" Lacan), Lacan establece cómo las imagenes engañadoras (imagenes reales productos del espejo plano y la mirada), se convierten, en imágenes no engañadoras (imagen virtual del espejo concavo). Y es justamente por ello que la constitución de la "realidad" no solo es posible mediante la mediación del Otro, es decir, por el lugar por excelencia de lo simbólico, sino que también interviene el registro imaginario velando la imagen "real"  (imágenes virtuales, función imaginaria i(a) ). Aquí llegamos al punto de partida, los tres de Lacan: imaginario, simbolico y real.


Luciano Palacios














"El concepto de goce de Jacques Lacan" - Alfredo Eidelzstein


A menudo escuchamos por parte de los psicoanalistas que dicen seguir a Lacan, una heterogeneidad de frases referidas al goce, como: "el goce es lo real", "el goce es la pulsión de Freud", "lo mas importante a descifrar tras el síntoma es el goce corporal" y muchas otras mas, siempre todas referidas a la localización, la fuente o "lo real" del goce. ¿Eso es lo que dice Lacan acerca del concepto de goce, o lo que dice el Freud en Miller?.

Digamoslo de una vez:
a) Se supone a Miller como el portavoz del psicoanalisis de Lacan (ya sea por razones politicas como las escuelas lacanianas, económicas por ser el editor de los seminarios, y familiares por ser el yerno de Lacan).
b) Los lacanianos siguen a Miller para seguir a Lacan.
Pero...
c) Miller es freudiano, el mismo lo ha reconocido publicamente: "uds si quieren sean lacanianos, yo soy freudiano"
d) Hay una diferencia epistemica y metodologica entre Freud y Lacan.
Conclusión...
e) Los psicoanalistas que se dicen lacanianos, son epistemicamente y metodologicamente: freudianos o "algo" distinto a Lacan.

Para sostener este tipo de razonamiento me sostengo en la lectura propia de Lacan por un lado, y de la postura al respecto de estos temas de Alfredo Eidelzstein por el otro.



Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata
El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006






Alfredo Eidelsztein: lo que voy a plantear implica un trabajo en continuidad de las dos reuniones, es decir, propongo para hoy algo así como una introducción al problema, e intentaré justificar por qué el goce es un problema, por qué hemos llegado a la cuestión del goce; y en la segunda reunión voy a intentar hacer un planteo de lo que para mí es la concepción específica que Lacan aporta en torno al goce como concepto en psicoanálisis, y que es la noción de plus-de-goce o plus-de-gozar.  Para la reunión de hoy, de la bibliografía que utilicé para sostener mis argumentos, la única que es de psicoanálisis es la única clase del Seminario sobre los Nombres del Padre de Jacques Lacan, y los otros autores, si bien no son psicoanalistas, en los libros que yo consulté trabajan mucho el psicoanálisis y si bien no en todo el libro, hay muchos capítulos dedicados a Freud y a Lacan, ellos son:  Umberto Eco, La estructura ausente; de Jean-Claude Milner El periplo estructural, de Jacques Le Brun El amor puro, y de Michel Foucault Historia de la sexualidad, Vol I, “La voluntad de saber”, cap. 5, El derecho de muerte y poder sobre la vida.   Para la próxima reunión, donde les propongo trabajar plus-de-gozar, voy a trabajar los Seminarios 16, 17 y 18 de Lacan, y voy a hacer eje en el Seminario 16 para trabajar el desarrollo de Lacan del saber como goce del Otro, del 17 los cuatro discursos en relación a plus-de-gozar y en el 18 el discurso como lazo social.  De hecho, es importante establecer que esos tres desarrollos son producto de cada uno los seminarios, para nosotros es habitual decir que para Lacan el discurso es lazo social, pero les advierto que Lacan recién lo produce en el Seminario 18, y en el 17, donde trabaja la estructura de los cuatro discursos no cuenta con esa noción.  No es tan importante la diacronía en sí misma, pero a veces revela qué tipo de problemas encuentra un autor, y más un autor como Lacan que tuvo una enseñanza muy vasta de muchos años y muy creativa, y también podríamos decir que estas diferencias indican cómo Lacan mismo encontraba que tenían respuesta sus desarrollos como retorno de su público hacia a lo que él trabaja, o sea, en los cambios que se van produciendo en los seminarios uno puede establecer cierta dialéctica, como retorno a lo que Lacan produjo en seminarios anteriores.


Entonces, lo primero para la reunión de hoy ya esta en el título: el concepto de goce de Jacques Lacan, o sea, lo que yo propongo que va a ser la idea que voy a intentar argumentar de la manera más coherente para ustedes hoy es que “goce” es un concepto.  Esa es mi propuesta.  Al decir que es un concepto, quiero decir que rechazo que sea un fenómeno, que sea una energía o que sea una fuerza.  En ese sentido, si uno acepta que goce es un concepto y no un fenómeno, no hay que peder de vista que frases tales como “hay un goce”, o “hay cuatro tipos de goce” o “hay un punto de goce”, implican un salto, porque en realidad si se trata de un concepto se lo estaría tratando como un fenómeno.  ¿Entienden? Porque en vez de decir “hay un goce”, habría que decir “interpreto que tales fenómenos expresan algo de lo que en psicoanálisis lacaniano se considera en términos de goce”. 
Para pensar este problema, que es un problema arduo y no solamente para nosotros sino para muchas disciplinas, me parece que el mejor ejemplo es el trabajo que hace Eco en La estructura ausente, que es un libro de semiótica, Eco es un gran semiólogo que tiene varios intentos de desarrollos sistemáticos de semiótica. Este es uno, pero tiene trabajos muy importantes que él intenta que sean muy concretos, y es importante para nosotros porque toma muy en cuenta los desarrollos de Lacan.  A diferencia de la gran mayoría de los semiólogos que no toman en cuenta a Lacan para nada.
En la sección D de este libro, Eco trabaja la estructura ausente, que es el título del capítulo y es lo que él quiere proponer: que la estructura es una ausencia, que no es algo que esté presente; y en el subtítulo del capítulo lo expresa con mucha claridad.  El título del punto 2 de la sección D es “¿Realidad ontológica o sistema operativo?” Dentro del capítulo, para que sea más claro para ustedes ya que están acostumbrados a pensar así, donde están inmiscuidos conceptos psicoanalíticos con categorías filosóficas, por ejemplo lo ontológico.  La pregunta que hace Eco es si el estructuralismo es ontológico o metodológico.  Primero el planteo del problema que hace Eco es: la estructura con la que se trabaja en el estructuralismo, sin entrar en detalle, para esos autores, la estructurra ¿posee ser?, o sea, la estructura ¿es algo que es?  Para decirlo mas abreviadamente:  mediante estructura, ¿nosotros queremos indicar que es un ser?  Porque podría ser no más que un conjunto de ideas que nosotros tengamos y que las apliquemos a los fenómenos para hacerlos inteligibles, esa es la propuesta de Piaget en torno a la función del estructuralismo, que es la de aportar inteligibilidad a las cosas, o sea, que lo que el ser humano quiere estudiar sobre el ser humano, mediante la aplicación de la noción de estructura se hace más comprensible.  Ahora, observen que es externo al fenómeno, es el investigador quien sostiene, posee, la idea del sistema de ideas estructuralista y lo aplica a los fenómenos.  Otra cosa es suponer que en los fenómenos se manifiesta algo que posee ser en sí mismo y que es la estructura. De hecho la posición de Eco es bien clara, porque dice que si la estructura es un ser, en todo caso será un ser ausente.  La estructura ausente.  Eco es un autor muy importante para ser tenido en cuenta por nosotros, no sólo por la relación que tiene con Freud y Lacan, que es muy íntima, sino por la relación que tiene con la Argentina, a ninguno se le puede escapar que el clérigo ciego, Burgos, es Borges, que cuida la biblioteca, bueno, en este capítulo, a esta altura, Eco trabaja la nocion de inconsciente, así que observen la comunidad.  Y yo respecto a eso quisiera plantearles el mismo problema: estructura, goce o concepto de inconsciente ¿hay algo que sea inconsciente?  Para probar la cuestión ontológica, que es sumamente difícil especialmente en la actualidad luego del enorme desarrollo que aportó Heidegger, que para colmo es un autor muy difícil,  en Ser y Tiempo ahí mismo se trabaja sobre el ser y el tiempo, el mismo problema del ser.  Por ejemplo, para ustedes ¿hay algo que sea inconsciente? ¿Hay algo que sea en sí mismo inconsciente?  Por ejemplo, los sueños, cuando decimos que los sueños son formaciones del inconsciente,  ¿qué estamos queriendo decir con eso? ¿que los sueños son inconscientes? Por ejemplo, que los sueños están hechos de inconsciente? ¿Que toman de la materia inconsciente y con eso se hacen?  ¿O que en realidad hace miles de años que la gente sueña y que en la actualidad los sueños han adquirido cierta forma tal que se les puede aplicar una lectura que implique la noción de inconsciente?  Les advierto que si alguno de ustedes se animase a hablar –en esta charla se puede interrumpir y hablar- si alguno me hubiera dicho en tono de enojado “Sí, sí, los sueños son inconscientes”, les advierto que por ejemplo, Dodds en Los griegos y lo irracional, que trabaja muchísimo Freud, todo el libro es material de los griegos antiguos y clásicos y Freud, se pregunta si los sueños que soñaban los griegos en la Grecia Antigua eran formaciones del inconsciente en el sentido en que lo plantea Freud y la respuesta categórica es no.  Porque si un griego antiguo soñaba que tenía relaciones sexuales con su madre –cosa que para nosotros… les doy un ejemplo:  un paciente soñó que mantenía relaciones sexuales con su madre, a tergo, ningún problema se le presenta a él en ese momento hasta que su partenaire sexual se da vuelta y él ve que es la madre, y en el sueño, dice, “yo la seguía cogiendo, no lo puedo creer”.  O sea, para él era intolerable porque él esperaba que si se daba vuelta y era la madre, él tendría que haberse retirado.  Un griego de la Grecia Antigua, podríamos hipotetizar que se hubiera retirado, pero lo habría leído distinto respecto de su responsabilidad sobre eso, podría preguntarse por qué los Dioses lo habrían hecho soñar semejante cosa, qué le estarán queriendo decir los Dioses al hacerlo soñar eso.  Vean que nosotros lo leemos en clave individualista ¿cómo puede ser que yo sea tan asqueroso?  Sin la clave individualista nosotros no podemos trabajar un sueño, porque si le hiciéramos asociar libremente a un griego, tendría que asociar libremente sobre por qué a los Dioses se les ocurrió hacerlo soñar con eso.  ¿Se entiende? Con lo cual, los sueños no son en sí inconscientes.  Otro argumento mucho más complejo en el cual no voy a entrar ya que muchos no van a estar de acuerdo y habría que argumentar bastante, no para que estén de acuerdo, sino para que tengamos bien planteado el problema; es que para mí en la psicosis los sueños no son formaciones del inconsciente.  Tienen más bien una estructura mucho más parecida a una alucinación. Con lo cual, sin presentar muchos argumentos podríamos decir ahí que hay sueños que sí son formaciones de inconsciente y hay sueños que no.  Ahora, hay sueños que son formaciones del inconsciente no por la pasta con la que están hechos, sino por lo que se puede hacer después con ellos, o sea, se los puede poner a hablar.  No porque provienen de una caverna como la de Platón y que ven la luz, sino porque son capaces de ser tramitados de tal manera que algo de la índole de la verdad en juego, advenga.


Comentario:  (inaudible, se pregunta en relación al ejemplo del sueño del coito a tergo con la madre)


A.E.:   vos te referís a contenido manifiesto y contenido latente?  No, yo no trabajo con contenido manifiesto o latente, trabajo con el texto como si no tuviera profundidades, no trabajo con latencias. Todo lo que dice el texto lo dice en el mismo nivel.


Comentario inaudible


A.E.:  claro, estamos de acuerdo, el sueño es y no es, que es la categoría de todas las existencias.  El sueño es y no es una formación del inconsciente. Eso es una existencia y nosotros tenemos que distinguir entre existentes y seres.   Justo el ejemplo que estaba preparando para decirles ahora, es que un niño le pregunte a su padre: “Papá ¿Dios existe?” Que es la pregunta que esperamos, en el momento en que se formula la pregunta bajo esa forma, ya tenemos un nuevo creyente, pero si pregunta “Papi, Dios ¿es?” Yo en el lugar del padre iría a consultar, esta todo mal con este chico, ¿Cómo si Dios es? ¡Dios existe!  La pregunta es por la existencia de Dios, y de hecho, es y no es la vez.  Ni la iglesia católica es capaz de digerir con facilidad que Dios sea y no sea a la vez, por ejemplo que una monja le vaya a contar a su padre confesor que Dios le ha hablado.  Porque el cura le diría.. . bueno, pero ¿en qué sentido te habló?  Porque es “me habló” pero no me habló… porque una cosa es que ella diga que en ese momento está escuchando la voz de Dios que le dice que el cura es homosexual, por ejemplo.  Y ahí ya la iglesia no la pondría de santa… por esa relación que tiene con Dios la pondría de loca.  Ahí tienen una forma de trabajar el problema de la existencia y del ser. 


Bueno, otra forma de  presentar el argumento:  Jean-Claude Milner, El periplo estructural, en su último capítulo sobre el paradigma.  Es un libro magnífico. Ahí Milner dice que hay muchos paradigmas que caracterizan a Occidente y que él propone uno, que tiene la virtud de servir para pensar el estructuralismo y la estructura, y los problemas por ejemplo de la sociología, la antropología y el psicoanálisis.  Y este paradigma es el de la oposición entre physei y thesei,  Milner dice que physei podría ser según la naturaleza, y thesei –es physis y tesis, la física y la tesis, el argumento- según cultura, según convención, según sociedad.  Physei comprende a todo aquello que depende del orden regular del mundo, y thesei de la voluntad colectiva cociente o inconsciente de los hombres, cultura, sociedad, ideología, etc.  O sea, si aprovechamos esta oposición propuesta por Milner, que es un enorme especialista en lingüística y en la obra de Jacques Lacan, en función de esa oposición la propuesta que quiero desarrollar yo es: no niego que haya sensaciones dolorosas y placenteras. Y uso el verbo “hay” para indicar el ser.  No niego que haya excitaciones, no niego que haya percepciones, obviamente, lo que pongo en tela de juicio es que el goce en psicoanálisis sea physei.   Lo que quiero trabajar hoy con ustedes es que mi posición –ni siquiera digo que sea la posición de Lacan, en todo caso es mi lectura de Lacan, Lacan es un autor que tiene muchas lecturas, de hecho yo busco mucho en internet y en el CD, buscadores de Freud y Lacan, y entre todos los que busqué no aparece la expresión  “concepto de goce”, miren qué notable.  O sea, yo estaría dando una conferencia sobre algo que Lacan nunca dijo, Lacan nunca dijo “concepto de goce”.  Al menos hasta donde llegan mis buscadores.  Entonces, pongo en tela de juicio que el goce en psicoanálisis sea physei.  Hacerlo es mi posición y es la posición que promuevo en psicoanálisis, no afirmo que no haya goce, no afirmo que no haya nada de la índole del ser que pueda ser designado goce, porque decir que no hay goce es lo mismo que decir que hay, es la misma lógica del ser,  hay guita –no hay más guita, pero es la misma índole del ser.  Digo que Lacan se encontró con un problema en psicoanálisis y que para responder a ese problema estableció el concepto de goce, que no tiene nada que ver –nada que ver- con aquello que proviene del cuerpo biológico tridimensional, de la índole del placer o del displacer, ni siquiera bajo la forma de la repetición, o sea, si alguien se rasca todo el tiempo sin parar y se lo cuenta a un psicoanalista y se queja porque se lastima de tanto que se rasca, les propongo es no es respecto de eso, de por qué esa persona se atarea tanto en rascarse, no es para eso para lo que se desarrolla el concepto de goce.  Lo propongo más bien como un diagnóstico de la inserción del psicoanálisis en nuestra cultura o civilización,  o sea, que para caracterizar a nuestra civilización o cultura, o sea podríamos llamar el malestar en la cultura que nos caracteriza, goce es un concepto que sirve para dar cuenta de cómo el psicoanálisis se inserta en la civilización o la cultura, para dar cuenta del tipo de malestar en nuestra cultura.  Y me parece que con esa noción de goce lo que se está intentando también es de darle a la posición del psicoanálisis un sentido, una orientación, o sea, que respecto de ese problema que el psicoanálisis diagnostica a través de su inserción en la cultura, el concepto de goce implica   una posición ética, o sea, según qué concepto de goce uno tenga, va a tener una posición ética respecto de cierto problema que el psicoanálisis podría estar diagnosticando en la sociedad, un problema que quizás hasta podría justificar la existencia del psicoanálisis, y es que quizás haya cierto tipo de malestar en Occidente que justificó la aparición, el desarrollo y el sostenimiento del psicoanálisis en Occidente.  Es muy notable que no haya aparecido en otra sociedad, y que las otras sociedades sean tan resistentes a la admisión y difusión del psicoanálisis como sucedió en Occidente.   O sea, me pregunto más, no tanto por lo que propuso Freud en términos de sus conferencias y textos, sino por qué Occidente tomó tanto la propuesta de Freud, por qué se difundió, o sea, por qué tuvo éxito Freud.   Hubo muchos autores que propusieron cosas magníficas y nadie les dio cabida, ¿por qué Freud tuvo tanto éxito?


El concepto de goce de Jaques Lacan, además de trabajarlo como concepto, con el título estoy queriendo decir mediante el “de”, que es de Lacan, o sea, que propongo que hay allí una novedad, un concepto nuevo.  Con lo cual, estoy queriendo decir que no es un concepto que estaba en Freud ni en los podsfreudianos anteriores a Lacan.  Es un concepto creado por Lacan y que fue creado por Lacan en determinado momento de su enseñanza.  Si ponen en el buscador “goce” van a encontrar que la palabra aparece en 270 textos de Lacan, no que aparece 270 veces, para el buscador que yo tengo cada clase de El Seminario de Lacan es un texto y cada capítulo de los Escritos es un texto, así lo cortó el que hizo el CD.  En 270 clases de El Seminario y 270 capítulos de Escritos de Lacan, aparece la palabra “goce”.  Si se fijan, son desde el Seminario 1 y desde el escrito de antropología hasta el último seminario y el último escrito, o sea, la palabra “goce” está a lo largo y a lo ancho de toda la enseñanza de Lacan, me refiero a goce como palabra.
Pero bueno, una palabra no es necesariamente un concepto, de hecho la palabra trieb en alemán es una palabra y hay que ver en qué usos es concepto psicoanalítico y en qué usos es palabra del idioma alemán.  Lo mismo sucede con Unbewusste, hay ver en qué momento se la utiliza con significados establecidos y en qué momento se la utiliza en sentido freudiano.  Ya con psicoanálisis no hay ese problema, porque como es un neologismo freudiano, no hay problema de confundirlo con una palabra de la lengua.  Lacan aquí no utiliza un neologismo, utiliza una palabra de la lengua francesa y nos trae este problema de tener que ver cuándo la utiliza como palabra y cuándo como concepto. Yo les propongo que el surgimiento del concepto de goce en la enseñanza de Lacan que es en torno del seminario que debiera haber sido el 11, que es el de Los nombres del padre.  Años 63-64, existe una sola clase, el día anterior Lacan se había enterado de que había perdido en las negociaciones, que lo habían tachado consecuentemente de la lista de didactas de la IPA, o sea, no podía analizar a analistas y que ese análisis lo habilitara como analista a su vez, no lo echaron como psicoanalista de la IPA, seguía siendo reconocido como analista de la IPA, lo habían tachado de la lista de didactas, o sea, sus pacientes no se recibían de analistas a partir de ese momento, o sea, se tenían que buscar otro analista autorizado para hacer un análisis didáctico.  A pesar de haberse enterado el día anterior, Lacan decide dar esa clase, con lo cual habría que pensar muy bien si esa clase no debería haberse llamado la clase 1 del Seminario 11.  Porque ahora no tiene número, en el CD que yo uso se llama 10 A, no saben cómo ponerla.  Mas aún, Jacques-Alain Miller tiene un trabajo bastante extenso sobre esa clase, no, sobre ese seminario y lo llama “el seminario inexistente”.  Cosa que es increíble, porque si está esa clase… de hecho acaba de ser publicada esa clase, entonces, ¿Cómo va a ser inexistente un seminario cuya primera clase está publicada?  Más aún, que Lacan ya sabía que lo habían echado y la quiso dar… bueno, a mí me parece que la noción de goce es lo que Lacan produce y quería desarrollar en ese seminario que debería haber sido numerado 11 y se llamó Los nombres del padre.  En ese mismo seminario Lacan dijo “que se jodan” no lo doy ahora ni lo daré nunca.  Si yo tuviese un paciente que me dice “no se lo dije ahora ni se lo diré nunca”, por ejemplo que la ama, a ella, que lo recagó.  Si yo tuviera un paciente así, ¿no creen que se le va a escapar todo el tiempo por todos lados? Represión y retorno de lo reprimido.  A mí me parece que retorna todo el tiempo esto que Lacan dijo que no iba a decir jamás, retorna todo el tiempo, ¡hasta hay otro seminario que se llama igual!  El de “Los desengañados se engañan” (Les non-dupes errent), también se puede leer “Les noms du père”, o sea se puede leer que los que no se engañan se equivocan, pero también se puede leer los nombres del padre, de hecho él en la primera clase dice ¿se dieron cuenta que se puede leer los nombres del padre? Y dictó todo otro seminario con el mismo nombre… fíjense si no lo volvió a dar.


¿En qué contexto de su enseñanza aparece el concepto de goce?  Les propongo que en esta clase de Los Nombres del padre, o sea, lo que Lacan tenía para decir de los nombres del padre, esa clase es del ‘63, “Kant con Sade” que es del ‘62-‘63, “Subversión del sujeto...” que no sabemos qué fecha tiene, porque la conferencia es del ‘60 pero el escrito tiene fecha ‘66, y la clase 18 del Seminario 9 que es del ‘62.  La pregunta es entonces en qué contexto de su enseñanza aparece el concepto de goce, o cuál es el problema que intenta resolver.  Les propongo que además, producir un concepto implica un posicionamiento frente a ese diagnóstico.  ¿Cuál? Les propongo que es el siguiente -esto esta entresacado por mí de los textos de Lacan que cito, de otros textos de Lacan que he leído, no he leído todo, de los textos de los autores que cité y otros más que leí, y de mi posición personal, o sea, quizás todo esto no sea mas que el engaño que mi propio fantasma y la insuficiencia de mi análisis me dejan ver, quizás haya goce y es duro como una piedra y lo tengo incrustado y no lo quiero reconocer porque estoy neurótico, eso me lo dirán ustedes, yo no llego a tanto, después de 23 años de análisis con 3 analistas no llego a darme cuenta de eso.  El diagnóstico para mí es el siguiente: que la modalidad fundamental de nuestra cultura ¿saben que en alemán civilización es cultura y cultura es civilización? ¿Sabían? Lo que Freud publicó como “El malestar en la cultura!”, es malestar en la civilización.  ¿Conocen la diferencia entre civilización y cultura? Uno podría decir “civilización maya” y poner todas las culturas que participan esa civilización, o sea, civilización comprende más que cultura, porque hay culturas dentro de una civilización y no civilizaciones dentro de una cultura.  Pero en alemán es al revés.  Así que se trata de la modalidad fundamental en nuestra civilización, de velar la castración del Otro.  El concepto de goce surge para responder de una forma determinada a un diagnóstico. Un diagnóstico ¿de qué índole? De cuál es la modalidad fundamental de nuestra civilización -o sea, la civilización occidental, con todas sus modalidades culturales- de velar la castración –esto sería en Freud, con Lacan habría que decir la falta- del Otro. ¿Cual es la forma fundamental de nuestra civilización de velar la castración o la falta en el Otro?  ¿Cuál es?  El goce de Dios.   O sea, nuestro problema es el goce de Dios.
El concepto de goce es un concepto que viene a funcionar en psicoanálisis como para poder concebir esta forma de nuestra cultura de velar la falta del Otro bajo la forma del goce de Dios, e indica una posición que Lacan propone para el psicoanálisis, la posición de Lacan es “No hay goce del Otro, no hay goce de Dios” ¿entienden?  Eso no posee ser.  Para Lacan, en todo análisis, mas allá de la particularidad de cada caso, los síntomas, lo que hay que trabajar con cada neurótico para que llegue a analista, es trabajar la forma particular en nuestra civilización de velar la falta del Otro.  ¿Cómo se vela la falta del Otro? Mediante la aceptación del goce de Dios, para nuestra civilización, según Lacan, o sea, para nosotros, Dios goza.  Nuestra posición ¿cuál es?  “No hay goce del Dios, y no “Dios no goza”,  porque sería seguir sosteniendo el “hay”, lo que nosotros atacamos es el “hay”.  No hay goce de Dios.


Un poco de citas de Lacan, para que no tengan que estar pensando que estoy loco, que están escuchando acá a un delirante en lugar de estar haciendo otras cosas.  Entonces citas de Lacan así los delirantes somos dos, y uno con el prestigio que tiene Lacan.  De “Kant con Sade” elegí las fundamentales, y justo se entienden.  Para los que son grandes lectores de la enseñanza de Lacan, les evoco la siguiente cuestión:  ¿vieron cuánto interés le pone Lacan al final de su enseñanza a los perversos y a los místicos?  Si lo vieron, ese es el problema.  Por qué Lacan se interesa tanto en la mística cristiana -no trabajó para nada la mística judía- y cómo se interesó por la perversión.  De hecho, ya pueden anotar de un lado los nombres del padre y père-version, la perversión como una versión del padre, quizás tenga que ver con el goce. Me parece que se empiezan a acomodar algunos términos que al menos no los obliga a levantarse ahora e irse. Hay algunos términos que podrían justificar que se quedaran escuchándome.  “Kant con Sade”, dice Lacan:


“Sin duda, el cristianismo educó a los hombres a ser poco quisquillosos del lado del goce de Dios”


Con lo cual, si nuestra civilización puede ser caracterizada por el cristianismo  -a mí no me parece zarpado, menos que menos la nuestra- entonces hay algo que tuvo como efecto sobre los hombres del cristianismo y es que sean poco quisquillosos. Lacan es un autor, no es Dios, no dice todo, uno puede seguir leyendo mas allá de él a veces, no digo que todo lo que uno lea en Lacan él lo haya puesto, pero digo, este “quisquilloso”, es importante que lo tomen en cuenta porque si conociesen más el tema del goce en la enseñanza Lacan sabrían que él lo articula a las cosquillas.  Entonces parece que Lacan estuviese diciendo además que el cristianismo tuvo algunos efectos en las cosquillas de los hombres en relación al goce de Dios.  Seminario 10, el de la angustia, clase 13, viene hablando de Sade:


“También el tiene relación con Dios, esto se manifiesta por doquier en el texto de Sade, no puede avanzar un paso sin hacer referencia al ser supremo en maldad, de quien resulta muy claro para él y para quien habla (Lacan), que se trata de Dios.”


O sea, Lacan dice que el ser supremo en maldad de Sade es nuestro Dios, nuestro Dios único.  El Dios judeo-cristiano, no sé cómo llamarlo, desde hace un siglo es un lío cómo llamarlo porque tiene varios nombres. Antes de Cristo tenia un único nombre, era muy fácil, era impronunciable y había eufemismos para referirse a él.  Luego de Jesús, ya tuvo varios nombres, digo, Jesús mismo es un nombre de Dios, con lo cual ya ahí… pero entonces, Lacan dice que el ser supremo en maldad es ese Dios, el Dios de los cristianos.  Sigue diciendo de Sade:


Hace un esfuerzo loco, considerable, agotador, que hasta deja escapar su meta para realizar el goce de Dios


Entonces todo el esfuerzo sadiano es para realizar el goce de Dios.  No sé cómo toman ustedes la palabra “realizar”, pero podríamos tomarla como un pasaje a lo real, o sea, tendríamos algo simbólico, o algo que es imaginario, podríamos decir “realizar” como un pasaje a lo real.  Si vieron la película de Sade, habrán notado el esfuerzo denodado de Sade por escribir que  está representado en esa película, que hasta escribe con sangre, hay un afán, ¿cuál es ese afan?  Quizás lo podamos leer como propone Lacan: realizar el goce de Dios.  Todavía no aclaramos nada, estamos ordenando los primeros términos.
Ahora, en seminario de Los nombres del padre, dice:


“Aquí se marca la línea divisoria entre el goce de Dios y lo que una tradición le asigna como deseo, deseo de algo de lo cual se trata de provocar la caída, esto es, el origen biológico “


Es Lacan, tenemos frases fáciles pero es Lacan, no es Minguito Tinguitela, ¿Vieron el cuadro de Caravaggio, “El sacrificio de Isaac”? Habrán visto que aparece un carnero, Lacan interpreta ahí  -Lacan es un autor muy simpático, muy loco en un punto, muy creativo, interpreta todo, tiene miles de interpretaciones increíbles-  él dice que el sacrificio -y hay que ver si era el sacrificio de Isaac o el sacrificio de Abraham, porque el hijo primogénito que hará que sus descendientes sean numerosos como los granos de arena, como las gotas de agua… para un viejo de 80 años casado con una vieja de 70 y estéril… una vez que embocás una así…matar a ese hijo hay que ver el sacrificio de quién es- para Lacan la aparición del carnero indica ahí claramente si el Dios es asesino, si reclama sacrificios humanos, de hecho me parece que no es muy difícil de aceptar que  los sacrificios de animales en los altares del Gran Templo, cuando entra Cristo y arma el quilombo que saca a patadas a los usureros, ¿se acuerdan? no es otra cosa que la sublimación de anteriores sacrificios humanos.  Entonces es un Dios que quiere sangre, pero para Lacan lo que se juega en ese Dios que desea sangre, que quiere sangre, es matar el origen biológico del ser humano, o sea, que el ser humano quiera sangre, que seamos carnívoros.  O sea, para Lacan lo que esta en juego ahí bajo esa escenificación es el retorno de un problema de la religión judía que es el origen biológico del ser humano, donde comíamos sangre de animales vivos, si quieren pensarlo de otro lado, Claude Lévi-Strauss, lo crudo y lo cocido.  Como si se estuviese ahí reiterando el pasaje de lo crudo y lo cocido.  De cuando comíamos carne cruda a pasar a carne cocida que para Claude Lévi-Strauss es la marca de la civilización. 


Aquí está la clave de este misterio donde se liga la versión desde el punto de vista de la tradición  judaica, la práctica de los ritos metafísicos sexuales respecto a lo que une a la comunidad en la fiesta en lo que hace al goce de Dios.”


Entonces vieron que para Freud hay una teoría de la fiesta, se acuerdan del  banquete totémico y la prohibición de comer, pero en la fiesta se podía volver a comer lo que en todo el año estaba prohibido, esa era la lógica de la fiesta, pero es una teoría de la fiesta, hay otras, superiores, pero entonces lo que propone Lacan es que toda la tradición judía -y en esto lo toma a Freud como judío, no  como descubridor de la horda primitiva- es lo que quedó enclavado como problema en el judaísmo, es el pasaje a un Dios carnívoro, a un Dios real, a un Dios que goza; o un Dios que desea, un Dios cuyo nombre es impronunciable, del que no puede haber imágenes, se entiende ahora por qué el escándalo con el becerro.  En el texto, el becerro de oro es la aparición de otras divinidades, pero para Lacan sería el retorno de lo biológico.  De hecho, si conociesen un poco de mística judía, las cosas no son tan claras como en el versito canónico, por ejemplo, había dos divinidades, uno era Behemot que es el monstruo terrestre y otro que es Leviatán, que era el monstruo marino devorador de hombres, con lo cual observen ustedes que lo que Lacan dice es que con el becerro retornan Behemot y Leviatán, o sea, divinidades animales, biológicas, que comen carne cruda, en oposición a un Dios que es un Dios de deseo, que carece de nombre, que son cuatro letras, impronunciables, que carece de imágenes, se entiende la oposición: uno es bien carnal y en el otro está abolido todo lo que es de la índole del cuerpo.  Ni siquiera imágenes.


Tres citas más, Seminario 16, Clase 23, acá yo hice un salto, porque no queda claro si estamos hablando de tradición cristiana o judía.  Al final del Seminario 16, “De un Otro al otro” -que no está publicado- en la clase 23, dice Lacan:


Estamos en vías de decir que en nuestra cultura todo se resume a esta dialéctica del amo y del esclavo.  No olvidemos que la génesis judeocristiana, su primer muerto es aquel que no tengo necesidad de recordar pero del cual nadie parece haber destacado que (es Caín) es hacer la misma cosa que él.  Eso place de tal modo a Dios…”


Se acuerdan de Caín y Abel, ¿cuál fue el problema? No la solución del problema… la solución del problema fue que Caín mató a Abel, pero ¿cuál fue el problema?  Que Dios prefirió el sacrificio de Abel, ¿por qué? ¿Qué sacrificio dio Abel? Abel era ganadero y dio animales y Caín era agricultor y dio trigo.  Y Dios vio con buenos ojos la sangre, ven de vuelta el problema, ya en las primeras páginas del Génesis lo tienen.  ¿Entienden lo que está diciendo Lacan?  Que Dios pide sangre,  no por nada vio con buenos ojos el sacrificio de Abel y no por nada la solución fue que mataran a Abel, fue como si Caín hubiese dicho, dejémonos de joder, si querés sangre… ¿esto es lo que querés? Dar el diezmo o dar el sacrificio para sociedades tan atrasadas podía querer decir dar lo único que había para alimentar a los hijos, si quieren estudiar este problema pueden leer de Mauss el Potlach, el sacrificio de la riqueza, cosa que Marx nunca entendió. Si Marx hubiese leído Mauss, no habría marxismo.  Marx arrancó con que no había fetichismo por la mercancía, y en los pueblos más pobres, más antiguos de los que tenemos referencia, siempre hubo fetichismo por la mercancía, que se quemó.  Siempre se mató lo mejor, pero después te quedás sin comer.  El gobierno de Australia no sabe si prohibir o no el potlach, porque es una guerra entre los consuegros, el padre de la novia sacrifica 10 animales, y el del novio otros 15, y entonces el de ella sacrifica 10 más y el del otro 5 más, sería un empate técnico… ¡pero después no tiene para comer el resto del año!  Bueno, aquí estamos en esa situación, porque Caín dice que el también dio todo lo que tenían para comer, entonces no es eso lo que vos querés, no es que yo me sacrifique y mis hijos pasen hambre, no es que vos querés que te pague con lo primero que surja de la tierra todas las primaveras, sino que vos querés sangre, sos sanguinario, entonces si vos querés sangre, te voy a dar sangre.  Y ahí mata al hermano.  Es interesante las perspectivas.  Entonces ahí tenemos la polaridad de dos dioses:  un Dios carnal que quiere sangre, y un Dios del deseo, sin cuerpo ni nombre ni imagen, que quiere cosas de la índole de lo sublime.  ¿Se entiende la oposición? 


Esto place de tal modo a Dios, estos corderos que él sacrifica, eso cosquillea, de un modo tan manifiestamente visible a sus narices, pues al fin el Dios de los judíos tiene un cuerpo.”


Les recomiendo para eso, de Harold Bloom, Jesus y Yahvé, los nombres divinos, es muy interesante cómo trabaja la presencia corporal del Dios entre los judíos antiguos, era un cuerpo.  Lacan lo dijo 40 años antes.


“Esto es,  ¿qué es la columna de humo que precede la migración israelita sino un cuerpo?”


¿Se acuerdan la columna de humo, no?  Moisés los sacó de Egipto y ¿cómo hacían para no perderse? Además de que caía maná del cielo, había una columna de humo que era el cuerpo de Dios, dice Lacan.


Caín ve a Abel  favorecer en ese punto al goce de Dios por su sacrificio, y cómo no va a dar él ese paso, el de sacrificar al sacrificador a su turno.”


Dos citas más, Seminario 18, tiene varias versiones, esta es conocida como la versión A, hablando de André Gide, Lacan dice:

Mediante lo cual pescaba muy bien que había ahí un punto de preocupación que lo salvaba evidentemente del abandono de su infancia…”



Gide fue abandonado en su infancia y dice que esto lo salvaba de ese abandono.


“Todas su bromas con Dios eran en fin algo totalmente compensatorio para alguien que había comenzado tan mal.  No es privilegio suyo, había empezado hace tiempo, no di mas que una lección en mi seminario como lo llaman, algo sobre el nombre del padre...”


o sea, está hablando de esa única clase del Seminario sobre Los nombres del Padre.


“...naturalmente, comencé por el padre mismo, en fin, hablé durante una hora o una hora y media del goce de Dios”


Ven cómo Lacan evalúa esa clase, en el Seminario 16 dice que esa clase fue una hora u hora y media sobre el goce de Dios.  Si leen esa clase, no es tan claro, hay leerla buscando de qué habla para encontrar de qué habla, del goce de Dios.


Si dije que era una broma, mística, fue para no volver a hablar nunca de eso.  Es cierto que desde que no hay más que un Dios, solo y único, en fin, el Dios quiso emerger una cierta era histórica, es justamente este el que molesta al placer de los otros, inclusive solo cuenta eso.”


Entonces Lacan dice que su sem de los nombres del padre… el de una sola clase, de lo unico que hablo en esa hora y media fue del goce de Dios, y dice ¿que Dios?, el nuestro , el unico, y si ese existe, ese es el que molesta al placer de los otros, tenganlo en cuenta, nuestro Dios, el unico, es uno que molesta el placer, y encima es causante de displacer.


Y la última cita, del Seminario 20, clase 6,  ese sí está publicado, “Aún” o “Encore” dice Lacan:


A la postre, naturalmente, el cristianismo terminó inventando un Dios que es quien goza


esta cita me la pasó María Inés Sarrailet.


Si no les parece mal, podríamos hacer una enorme y gigantesca y muy arriesgada diacronía, donde tendríamos que en nuestra tradición religiosa judeocristiana, hemos comenzado con un Dios carnal que goza, si quieren un nombre para ese Dios, podrían investigar Baal, que quiere decir en los idiomas arameos “Señor”, que era un Dios carnal que gozaba.  Luego un pasaje a un Dios del deseo, un Dios que está más en la serie de presencia-ausencia, del sí y del no, es un Dios que no tiene imágenes, cuyo nombre es impronunciable, al que está prohibido construirle ídolos, si ustedes quieren, un Dios muy sublimado. Y lo que Lacan propone es que finalmente, a la postre, finalmente en esta diacronía  -que cualquier historiador religioso me sacaría a patadas, pero nosotros no estaríamos trabajando si es cierto o no, estamos trabajando la cuestión del goce en la teoría del autor que para mí introdujo el concepto- entonces para Lacan lo que sucede en nuestra civilización es que se reintroduce el Dios del goce. ¿Cómo se reintroduce? A través de Jesús, Jesús el Cristo, produce en una época muy, muy especial de la religión judía… la religión judía se caracteriza por dos grandes momentos: cuando se les presenta un Dios omnipotente y se les habilita el ganar todas las guerras, y vieron que desde la salida de Egipto, con el poderosísimo ejército egipcio, los judíos que eran unos muertos de hambre, gracias a la ayuda de Dios atraviesan cosas que otra manera nunca hubieran podido, hasta las guerras que se dan en Canaan para conquistar esas tierras, tan sólo con la ayuda de Dios las ganan, por ejemplo, Jericó, dieron siete vueltas, tocaron la trompeta y se cayeron las murallas, miren qué fácil.  Bueno, yo diría que con Maradona… ¡cualquiera!  Lo que quiero decir es que con un Dios así ¿quién no va a ser creyente? Con Roma y con Babilonia se arma una joda, que se llama la destrucción del Templo, dos veces acontecida, que es la casa del señor, pero el problema de la destrucción del Templo tan sencilla por Nabucodonosor y los romanos, es que ese Dios ya no es más omnipotente.  Si te liquidan en una batalla, ya está, ¿se dan cuenta del problema? Cambió el estatuto de la omnipotencia divina, es ahí cuando surgen los profetas y empiezan a profetizar la caída del pueblo de Israel en el futuro, es un pueblo que no tiene futuro, porque está siendo castigado por sus pecados.  Esos son los profetas de la época de Jesús, Jesús nace en una época fuertemente profética y mesiánica del pueblo de Israel.  Entonces, hasta ahí la secuencia histórica en la cual que les propongo que es la lectura que hace Lacan para introducir el concepto de goce.


Entonces, no destaco del Seminario 7 de La ética del psicoanálisis, la relación goce-pulsión, o sea, rechazo que el concepto de goce se sostenga de donde lo que lo hacen sostener todos los lacanianos, que es en la relación goce-pulsión.  Aunque leí, como todos, que en el Seminario 7 Lacan dice que el goce es la satisfacción de la pulsión.  Para mí esa frase no dice nada, porque para nosotros satisfacción ya era concepto, Freud decía que la pulsión tiene cuatro elementos constitutivos y que uno de ellos era la satisfacción.  Cambiarle a la satisfacción freudiana de nombre, eso no me interesa para nada, ¿entienden?  Si la satisfacción antes se llamaba Roberto y ahora se llama Luis… ¿Lacan le cambia de nombre a las mismas cosas freudianas?  Lo que era pulsión, ¿es goce en Lacan? Yo creo que no.  Me parece que hay otro diagnostico que hace Lacan, que Lacan trabaja con otras herramientas y produce otra solución. Entonces, rechazo la relación goce-pulsión y rechazo la relacion goce-cuerpo propio.  Lacan dice como 500 veces “sólo hay goce del cuerpo propio”, yo rechazo que haya sido en torno a eso que se produjo o se creó el concepto de goce y que haya una concepción nueva de Lacan en psicoanálisis.  Entonces rechazo que se trate de la pulsión o de la satisfacción de la pulsión. 
El problema del que se trata es el goce del Otro. 
Y si hubiese pizarrón yo escribiría:  j(A) –al entre paréntesis Lacan propone leerlo “del”- o sea, el problema del que se trata es del goce del Otro.
Y el concepto de goce en psicoanálisis es una respuesta al problema de que en nuestra cultura se vela la castración con el goce del Otro.


Ahora les voy a leer cuatro citas de un libro maravilloso que se llama El amor puro, de Platón a Lacan un trabajo de investigación crucial para nosotros, el autor es Jacques Le Brun.  Este libro trata de lo que se llamó la “querella del amor puro” 1760-1780-1790.   Les voy a leer en cuatro citas qué es el amor puro:


Si se encuentra la noción de un puro amor, es desde el punto de vista de la superación de las luces y de los pensamientos


¿Ven? La erradicación de lo simbólico. Si hay un puro amor, eso no se piensa, no se racionaliza, eso se siente. Un puro amor.  El primer problema que tenemos es un puro amor que es sin nada de la índole de lo racional, es un rechazo de lo racional.


El amor puro incluye, implícitamente, el goce de Dios. Y mas aún, el amor puro, a partir del goce de Dios, nos da nuestra beatitud


O sea, si nosotros sentimos un amor puro, no racional, hacia Dios, el goce de Dios por nuestro amor puro, nos hará beatos, nos hará puros, santos.
Fénelon es el autor más importante del desarrollo de la querella el amor puro y autor fundamental de los libros sobre el amor puro.


Fénelon no deja de destacar esa diferencia divina, signo de la superioridad infinita de Dios y de su perfecta libertad.  Su antojo y su arbitrariedad.  El antojo y la arbitrariedad divinos trazan así según Fénelon la figura de un  otro omnipotente.”


Ya nos sentimos de vuelta en psicoanálisis, estamos trabajando cuál es la figura imperante en nuestra civilización de la omnipotencia del Otro. Ahí tienen que hacer un trabajo, que es el pasaje del narcisismo como rechazo de la propia castración (Freud) a que el problema neurótico sea la omnipotencia del Otro y la falta en el Otro (Lacan).  Es la oposición Freud-Lacan.  Para Freud la posición del neurótico se regula por su narcisismo, y su narcisismo significa el rechazo de su propia castración.  Por eso los kleinianos son los analistas que dicen “bueno, todo no se puede”, porque estaban queriendo atacar el propio narcisismo, de querer uno hacer todo. Pero Lacan dice que ese no es el problema. El problema en la neurosis, tal como la enfrenta el psicoanálisis es la omnipotencia del Otro, que ya no es la castración sino el problema de la falta o falla en el Otro.  Y entonces este autor está trabajando directamente este problema, porque mediante el amor puro, se garantiza la omnipotencia de Dios. ¿Cómo?


El antojo y la arbitrariedad divinos trazan así según Fénelon la figura de un  otro omnipotente, de insondables designios, no el Dios de orden y la razón, sino el del Antiguo Testamento,


¿Ven? Es judío, es del Antiguo Testamento


“… que los antropomorfismos bíblicos sugieren mejor que las conclusiones abstractas de los filósofos”


o sea, lo que Fénelon dice es que mediante el amor puro, que él sostiene, que el  Papa en 1699 ya le bajó el pulgar, ahora van a entender claramente por qué, pero lo que él propone es que hay que volver al Dios antropomórfico –un hombre- que goza y quiere cosas, porque ese es el único a través del cual se logra beatitud moderna.  ¿Cómo se logra beatitud moderna? Considerando a ese Dios carnal y ofreciéndole a ese Dios carnal ese amor puro.  ¿Y qué es el amor puro? Una cita más larga, la última:


Pero el amor puro ponía en el centro del debate no la cuestión del acto como tal sino el carácter desinteresado de ese acto.  Y la noción de indiferencia señalaba bien el paso de una problemática a otra.  Así se consideraba que el único verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de recompensa...”,


¿Se acuerdan del trabajo de Lacan sobre el amor cortés, no?  El de la película del caballero blanco que corre contra el caballero negro… ¿se acuerdan de esa película en la que corrían por el pañuelo de la princesa?  Entre nosotros, no se la cogían ni se la iban a coger… sin obtener recompensa, eso era el amor cortés, y es por eso que las mujeres dicen que hoy ya no hay hombres corteses, hoy ya no hay hombres que se levanten y cedan el asiento a la mujer embarazada, siempre es otra mujer la que se levanta y dice que ya no hay más caballeros. ¿Y qué quiere decir con “caballero”?  El amor cortés, un amor desinteresado, del siglo XVII.  Es el siglo donde aparece el amor desinteresado, no hay que perder esa línea porque después de eso viene el Romanticismo.  Y ahí ya no es desinteresado, es suicida, es peor todavía, el Werther de Goethe, tampoco se la coge, porque se la lleva otro y él se suicida.
Entonces,


“… el único verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de recompensa y de cualquier interés propio, y el criterio de validez e incluso de legitimidad del amor era la perfección del desapego llevado hasta la pérdida del sujeto.


¿Qué quiere decir? Que había que ser piadoso y no por el paraíso, porque el paraíso, por la recompensa, cualquiera hacía eso, si a vos te prometen una vida eterna en el paraíso para rascarte eternamente… pero vieron en las películas cuando aparece la figura del inmortal… ¿vieron cómo padece el inmortal por no poder cortar nunca con la vida, no?  Así que ese paraíso eterno en nuestra cultura ya no quedó tan divino, porque parece que al final no nos gusta tanto.  Pero entonces, el amor puro, la querella del amor, donde se sostiene el goce de Dios, tiene que ser un amor desinteresado.  “Puro” quiere decir sin recompensa.  O sea, si por querer a Dios no se encuentra el paraíso, sería un amor más verdadero.


En el caso del amor divino, esta pérdida podía llevar hasta la condena radical ocasionada por querer al objeto del amor, por Dios, un Dios que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo más puro que si lo recompensara




¿Se acuerdan que habíamos hablado del Dios supremo en maldad, que tanto se esforzó Sade en 1789 en sostener? Un Dios que daña es el que se merece el amor más puro. Porque es muy fácil amar al que te gratifica, lo mas difícil es amar al que te jode. 


“…un Dios que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo más puro que si lo recompensara.  Llegar al límite era la famosa suposición imposible de los místicos: si por una suposición imposible Dios no recompensaba e incluso si condenara con las penas del infierno al hombre que lo amaba perfectamente e hiciese así su voluntad, este hombre amaría a Dios igual que si lo recompensara y le ofreciera todos los goces del paraíso.


¿Se entiende? Bueno, si no entienden, piensen en un monje al estilo de Umberto Eco, había uno que se flagelaba, ¿por qué se flagelaba?  Porque sufriendo se garantiza el goce de Dios.  Toda la idea que yo les quería proponer era esta: la inexistencia de la falta en el Otro.  Sufriendo corporalmente se garantiza al Otro en nuestra cultura, como omnipotente.  Si ustedes tuviesen, supongan las monjas de clausura, si fuesen hermanas de clausura, ¿cómo testimoniarían en la celda, de la forma mas verídica, para ustedes mismas, que han tenido un encuentro con Dios? ¿En qué?  ¿No sería en el sufrimiento de vuestro cuerpo?
Digo, ¿para qué se flagelan? Para estar con Dios.  Doy un paso hacia atrás, que salteé a propósito:  Cristo, como hijo de Dios -y acá viene el quilombo- y Dios a su vez, acaso ¿no es martirizado enormemente?  Mel Gibson no exageró en la película de “La Pasión de Cristo”, eso está en el mensaje, lo que pasa es que Gibson creyó que fue porque los judíos eran malos, no, no era por eso, hay un problemita ahí, porque si Cristo duplicó los panes y los peces, podría haber duplicado su altura, no? Y el podría haber medido 14 metros y haberse colgado la cruz del cuello, como los curas.  Porque el sufrimiento es el mensaje de Cristo, porque el sufriendo, garantiza a Dios.  Esa es la clave de nuestra cultura.
Luego, ¿qué era ser cristiano? Que te coman los leones y te de lo mismo.
Les propongo que Cristo sufre, padece, corporal y moralmente, pero no lo inventó él, eh? En los misterios de Eleusis, que eran los misterios más famosos de la Grecia precristiana -que duró desde el siglo VII hasta el siglo III, hasta que lo prohibió un Papa- los ritos de Eleusis implicaba que quienes iban a hacer esos ritos de iniciación, atravesaban un puente para ir al agujero que era el lugar donde se hacían los misterios, y en el puente los insultaban, habían insultadores contratados por la secta, que a todos los que hacían el rito los insultaban, es decir que ahí había un componente de masoquismo moral, alguien que se sometía voluntariamente a ser escupido e insultado en su trayecto, lo que se llama la vía dolorosa.  Y nos vamos a encontrar con que otros ritos religiosos también tiene su vía dolorosa.  Lo que les propongo es que el hijo moderno occidental, sufre, padece con su cuerpo y con eso garantiza el goce del Otro.
No hay goce del Otro es la forma para nuestra cultura del no hay Otro del Otro o no hay metalenguaje.  Para todo ser humano hablante es aplicable el “no hay Otro del Otro” y “no hay metalenguaje”.  Esas son leyes de estructura, pero el no hay Otro del Otro se verifica en cada civilización según las características de cada civilización.  En nuestra civilización, no hay Otro del Otro o no hay metalenguaje, se escribe “no hay goce del Otro”. 
La nuestra, consecuentemente, es una cultura del dolor, vivimos en una cultura de dolor.  Si quieren, les recomiendo un libro de David Morris que se llama “La cultura del dolor”, él propone ahí dos cosas:  que Occidente se caracteriza por una epidemia de dolor crónico, o sea hace 200 ó 300 años lo que caracteriza a nuestra civilización es el dolor crónico, o sea, somos beatos permanentemente, y si quieren lo pueden ver desde dos perspectivas: el sufrimiento de la clínica del dolor, tomen la cartilla de cualquier prepaga de buen nivel, van a encontrar un apartado que es “clínica del dolor” y los médicos especialistas son anestesistas.  ¿Por qué? Porque es una nueva clínica.  Porque no es que el traumatólogo cura el dolor traumatológico, el neurólogo el dolor neurológico y el ginecólogo el dolor ginecológico.  Ahora hay un dolor que ya no es ni traumatológico, ni neurológico ni ginecológico, porque los tres especialistas ¿qué te dicen? Que no tenés nada.  Entre paréntesis, ¿cómo surgió el psicoanálisis?  ¿No era por mujeres –que a ustedes les gusta pensar que eran sucesoras de las místicas- que se quejaban de dolores en el cuerpo y que los médicos les decían “usted no tiene nada”?  O sea, nosotros como psicoanalistas nos dedicamos a la forma en que el neurótico vela la falta en el Otro.  ¿Cómo el neurótico vela la falta en el Otro?  Con su dolor corporal.  Pero el dolor corporal no viene como había creído Freud, de las entrañas, de la pulsión corporal. No viene de la entraña, viene de la posición que se asume.  Curando la posición que se asume, se cura el dolor. 
Para terminar:  si no les suena o no lo terminan de ver, observen que en el mismo momento posterior al amor puro y posterior al romanticismo, vía fundamentalmente Schopenhauer –si no él, hubiera sido cualquier otro- es que empieza a producirse en Occidente la idealización de las culturas orientales, a los hindúes y a los japoneses.  ¿Qué es lo que idealizamos de esas culturas?  Como tratan el cuerpo.  O no?  ¿No es el yoga y la longevidad increíble, que no tienen obesidad?  Cuando yo me tomé tres cafés hirviendo, el japonés no terminó el primer trago del rito del té… nosotros somos eminentemente compulsivos. ¿Por qué?  Porque nosotros vivimos la vida a través del cuerpo, y eso es un problema de civilización.  El problema es que los psicoanalistas van en el sentido de creer que eso viene del cuerpo.  Especialmente los psicoanalistas freudianos y más que ninguno los lacanianos, porque creen que lo que Lacan descubrió es que lo que mueve todo es un goce que es una energía, o un fenómeno que viene del cuerpo, con lo cual el problema es que el psicoanálisis, que esta puesto para ir en contra de eso, habría que decirle “no, mirá, si querés tomar remedios tomá, si querés ir del kinesiólogo andá”, ya no sabemos qué hacer.  No levanten la mano, pero si dijera que levante la mano al que le duele crónicamente algo, tendrían que levantar las dos manos.  Dolor crónico de espalda… no crean que es por estudiar.  ¿Por qué nos duele tanto? Es raro que en Occidente duela tanto, porque nosotros somos capaces de la anestesia, que quiere decir ausencia total de dolor y sensibilidad, somos dueños de la anestesia y a pesar de eso, nos duele tanto. Cada año la potencia analgésica se duplica o se triplica.  El dolor no viene del cuerpo.  El dolor viene, en nuestro caso, para los casos de la neurosis, de la posición que caracteriza en nuestra cultura a cómo se vela el “no hay Otro del Otro”.  Nuestro Dios, ese que no tiene cara ni cuerpo, tiene otro que tiene cuerpo. ¿Cómo garantizás ese? Increíblemente en nuestra cultura se produjo, indudablemente vía Cristo, porque Cristo dice “Padre, padre ¿por qué me has abandonado?”, pero no sabemos qué quiere decir, yo no creo que quiera decir “¿Por qué me has hecho sufrir tanto?”, no sé qué quiere decir eso.  ¿Qué quiere decir Aba, aba, lama sabactani?  ¿No dan ganas de preguntarle en qué lo abandonó?


Comentarios inaudibles.


Sufrió porque quiso.  A partir de ahí, nuestro amor al Otro, es vía el dolor.  En psicoanálisis hay dos posiciones para tomar:  suponer que es maniobra en relación al Otro caracterizada por la cultura, la posición de quien nos consulta; y hay otra posición que es la reinante, que es increíble que sea la mayoritaria y es que lo verdadero que descubrió el psicoanálisis, Freud, es que el aparato psíquico se mueve por las entrañas del cuerpo.  Que las pulsiones son el motor del cuerpo, que todo lo que quiere un ser humano es comer, coger, beber y cagar.  Es increíble. Yo no veo la diferencia con un perro.  ¿Saben cómo se llama la sociedad de los perros?  Cinológica. Porque cínico viene de perros. Porque los cínicos vivían como perros.
¿Seremos como perros? Me parece que el psicoanálisis, especialmente el lacaniano sostiene que sí, que el punto de verdad última, el único punto de verdad es un punto de goce.  Y un punto de goce se halla en el cuerpo y proviene del cuerpo. Y sostienen que la ingenuidad neurótica es que no proviene del cuerpo. Con lo cual, la dirección de la cura es amigarse con ese dolor, aceptarlo, dejar de darle batalla, con lo cual entiendan ustedes que se hace doler más, que es peor, y creo que llegó la hora de evaluar los efectos de los análisis.  Si se sigue, ¿sigue con más dolor o con menos dolor? Si la vida es un 50% una mierda, o un 20% una mierda.   Soy hincha de Racing, no se crean que soy un optimista, tengo lo mío...


Entonces, les decía que me parece que es una posición ética lo que hagamos con el concepto de goce de Lacan.  Podremos terminar haciendo una religión judeocristiana, judeo por la antigüedad del judaísmo previo al Antiguo Testamento, retomado por Cristo, donde seamos fieles creyentes del Otro con nuestro dolor.  O puede ser que como analistas encaremos la perspectiva contraria y dejemos de sufrir como para sostener así la barradura del Otro.
Bueno, hasta aquí lo que yo preparé.  Si tienen preguntas, objeciones, críticas, aclaraciones...


Comentario inaudible.


A.E.:  eso lo dice una sola vez, pero que el goce es del cuerpo propio lo dice montones de veces.


Comentario inaudible


A.E.:  es muy problemático para mí, fundamentalmente lo que te puedo decir hoy es que yo no tengo respuesta para eso. No he encontrado una respuesta lo suficientemente abarcativa del problema que a mí me satisfaga.  Mi impresión es que esa frase está llena de problemas, por ejemplo:  ¿qué es el cuerpo propio?  Y bueno, pero si no nos hacemos las grandes preguntas… ¿qué es el cuerpo propio? El cuerpo, ¿es propio?  Las chicas feas, las que dicen ser feas, las que se miran al espejo y no pueden creer verse tan feas; si consultan, no sé si habrán tenido la experiencia de haber atendido a una mujer que consulte por su fealdad, yo atendí a una que ya se había operado varias veces la cara.  Y seguía tan fea como al principio, según su propia evaluación, yo desde que la empecé a atender, era una mujer medianamente bonita, en mi barrio hubieran dicho que estaba para darle, y ella “era horrible”.  Esa fealdad de su cuerpo, ¿es propia?  ¿O tengo que decirles que era adoptada, que los padres adoptaron en una muy mala situación de pareja, que apenas la compraron?  La fealdad del propio cuerpo, ¿es del propio cuerpo cuando uno con sus propios ojos ve en la propia imagen del espejo un cuerpo feo, es uno el que ve?  ¿Es uno el que ve?  ¿Hay que resignificar la propia mirada de esa chica?  ¿Hay que decirle, “no, pero sos linda”?  Freud mismo indicó que no, que no intenten argumentar en contra del síntoma porque lo van a reforzar más.  ¿Es propio el cuerpo?  Por ejemplo, si a ustedes les gustara la oreja izquierda ¿están seguros de que a ustedes les gusta porque a ustedes les gusta?  ¿Están seguros de que no era la parte de vuestro cuerpo que su mamá eligió porque algo se le jugaba a ella?  Digo, la satisfacción que ustedes encuentran hurgándose la oreja, ¿es vuestra satisfacción?  ¿Están seguros? Con el partenaire, si se satisfacen primero, ¿cómo pueden darle media hora y que no sientan nada?  Los tipos dicen que hacen fierros todas las semanas para darles y ellas no sienten nada… primero eso, y segundo, los que sí obtienen satisfacción, ¿están seguros que obtienen satisfacción en su propio cuerpo u obtienen una satisfacción tan mezclada con los signos de satisfacción del cuerpo del otro que ya no se sabe si sí o si no?  ¿Es claro cuál satisfacción es de un cuerpo y cuál del otro? ¿Es tan claro el corte? Con lo cual, “el goce es del cuerpo propio”, yo no sé que quiere decir Lacan con ese ”cuerpo propio”.


Les cuento otro problema:  estuve trabajando mucho a autores muy interesantes, Agamben, Esposito, Jean-Luc Nancy, acá en La Plata tienen a un supercapo en estos autores.  Hay un problema y es que cuando se habla de sociedad se dice “cuerpo social”, ¿por qué se dice cuerpo social?  Cuando se dice cuerpo social, es menos verídico que cuerpo propio? ¿El cuerpo, es social? O sea, no veo ningún motivo para decir que el cuerpo sea propio. Menos que menos en los dolores.  ¿Nunca les pasó que cuando un paciente se moría de dolor se vino a descubrir después que era el mismo lugar donde le dolía a la abuela, y que apenas lo dijo se le fue el dolor?  ¿Hace falta volver a recordar eso?  Parece que sí.  Porque lo que dolía ahí era el omóplato de la Bobe.  Lo que dolía ahí, no era del cuerpo propio.  En la clínica del psicoanálisis, digo,  si fuéramos médicos no estaríamos delirando así. 


Me parece que en Lacan están las dos teorías:  la que yo dije, y la que el cuerpo es goce.  Me parece que son dos teorías de Lacan, con lo cual, el problema ético se multiplica, no es que uno se pueda avalar en Lacan, depende de qué Lacan elijas, me parece que hay al menos dos. Me parece que hay un Lacan que está muy tomado de una posición individualista, y me parece a mí que es el Lacan de los nudos, porque todos los colegas míos que trabajan orientados con la teoría del nudo borromeo tienen una clínica ultra-individualista. Son los que te dicen directamente que el Otro no existe –no dicen que no existe el Otro del Otro- el goce es Uno, el goce del propio cuerpo y el objeto a es  propio también. O sea, la clínica para colmo, orientada por el aporte novedoso de Lacan del borromeo, se articula muy bien al goce del cuerpo propio dando a entender que es lo que Freud llamaba lo limitado por el tegumento, lo que está dentro de la piel.  Con lo cual, podriamos decir que hay dos Lacan, o que  yo me inventé uno a mi gusto, lo cual no me complicaría.  Que yo me haya inventado un Lacan a mi gusto no importaría, el asunto es poder discurtirlo con ustedes racionalmente, tomando las fuentes, las citas, y que ustedes me digan si sí o si no, que discutamos un caso, podemos discutir un caso, y ver si es lo que provienen del cuerpo o no…


 Comentario inaudible


A.E.:  para colmo, hay otra cosa que es que el último Lacan se articula muy bien al último Freud.  Yo no sé qué me pasa, pero todo lo que me gusta es al revés de Miller.   A él le gusta el último Lacan, a mí no me gusta, ni el del nudo borromeo ni el del goce del cuerpo. porque me parece una clínica individualista, me parece que Lacan dejó de hablar, era cuando se quedaba parado mirando por la ventana, escupía, los pateaba en el culo a los pacientes, les tiraba macetas, comía delante de los pacientes, atendía en bata y pijama, sin afeitarse… la clínica del último Lacan a mí no me gusta.  Y su teoría no me gusta porque me parece que va hacia un individualismo notable.  ¿Por qué Freud y Lacan terminan su periplo así?  No tengo una teoría sobre eso.  El problema es que es muy difícil hacer teoría sobre eso, porque todos los grandes psicoanalistas lacanianos estudian muchísimo al último Lacan, porque creen que ahí esta la posta, y leen que el goce es del cuerpo y que es la satisfacción de la pulsión y de la tripa.  Alguna de estas famosas lacanianas habla de la tripa carnal.  Y creen que el goce viene del cuerpo como un manantial, que es una expresión de Freud.
Si en todo caso hubiese un manantial, la fuente del manantial –para el Lacan que yo leo- sería un agujero vacío, jamas un cuerpo tridimensional.  Pero me parece que ahí hay un problemón, porque hay muchos lacanianos que practican el psicoanálisis así.  En bata, con mala educación, desprecio por el paciente, falta de respeto, no respondiendo a la demanda, todo no, cobrarle caro, ¡parece que creen que es terapéutico el maltrato!  Habría que decirles que fueran a un convento y que vieran cómo gozan los curas y los seminaristas… me parece que el maltrato lacaniano… Lacan se caracterizó por el maltrato…. ¡se merecía  juicio por mala praxis!   Freud no, Freud engrupía.  Freud ya se había operado del cáncer de mandíbula como 20 veces y tenía prohibido fumar, y le decía a la paciente, “¡qué buena asociación que ha hecho! ¡Esto se merece un festejo, me voy a prender un cigarro!”  Está publicado, no es invento mío… se moría de ganas de fumar.  Freud engrupía, pero me parece el Lacan de los últimos 15 años del ‘66 al ‘80, hay ya 15 libros publicados sobre su práctica, era de un maltrato enorme, pero ese maltrato enorme, me parece que consolida el sufrimiento del neurótico que engorda la ilusión del goce del Otro.  Con lo cual, me parece que hay dos corrientes en Lacan: no hay goce del Otro, y hay goce del cuerpo propio, que parecería ser lo mismo, por que cualquiera que lo lee dice “se’ igual” como Minguito, claro, si no hay goce del Otro es porque hay goce del cuerpo propio.   No, no.  Cuando decimos que no hay goce del Otro, es que sufrir con el cuerpo es la forma fundamental de sostenerlo y es propio de nuestra cultura.  Los orientales no pueden entender cómo nos duele.  De hecho, muchos de ellos vienen a trabajar acá con nuestro dolor.  ¿No está lleno de chinos que hacen acupuntura, yoga? ¿Y por qué tienen que venir ellos a curar nuestro dolor?  Por que pareciera que ellos lo hubiesen resuelto… no, no, el yoga no cura nada, es que ellos no tienen la fuente del dolor.  No aman al Otro mediante el dolor, lo aman de otra manera, nosotros lo amamos mediante el dolor.  Entre paréntesis, lean el romanticismo, lean el Werther de Goethe… y nosotros ¿no amamos con dolor?  Hasta la mujer, digo, ¿no creemos que más la amamos si más sufrimos? ¿Y el tango? ¿Cuándo me di cuenta que te amaba? dice el tango.  Cuando te fuiste.  ¿Y por qué me di cuenta que te amaba cuando te fuiste?  Porque ahora me duele.  ¿Ven que creemos que el amor es verdadero si duele?  ¿Y por qué creemos que sería verdadero si duele?  ¿Qué? ¿El amor es masoquista?  No, me parece que entra en esta dialéctica.  El problema está.
Es cierto que está lleno de “el goce es del cuerpo propio”


Comentario inaudible


A.E.: vamos a decirlo bien: no se resuelve nada, te explica, el tipo te explica ¿cómo?: “mucha pulsión”… ¡eso es Klein!  No es Lacan, eh? Que algunos nacen con exceso de pulsión de muerte, eso es Klein elemental. Con lo cual habría que ver si muchas cosas que creemos “lacanianas” no son en realidad kleinianas.  Y para colmo en muchas cosas hay dos Lacan, porque en ese sistema de explicación que proponías, yo te puedo decir que la resistencia es resistencia del analista.  De vuelta, hay dos Lacan: porque si tanto resiste es porque es un goce, y si es un goce, ¡chau!  Si el tipo tiene diarrea y la sigue teniendo después de analizarse 14 años conmigo… y ya probé de todas formas...  Cuando el analista dice que ya probó de todas las formas posibles habría que decirle “salvo de la que no te diste cuenta”.   Pero en vez de decir que yo me equivoqué durante 14 años, en vez de trabajar con que la resistencia es del analista y que falló la composición dialéctica de la experiencia, se supone un goce, o sea, algo misterioso que viene de las tripas y que lo deja fijado a la diarrea.  En realidad así no se resuelve nada, porque se dice “usted siempre va a tener diarrea, tiene que amigarse con su diarrea, lleve papel higiénico en el bolsillo izquierdo”.  Ustedes se ríen pero es así, no hay tantas variables en la clínica. 


Comentario:  está estandarizado.


A.E.: obvio que está estandarizado. 


Comentario:  (inaudible) me parece que concebir las cosas así , con que al final el goce es lo último que encontramos, me parece que deja de lado muchos desarrollos previos, como ser sujeto, lenguaje,


A.E.:  ¡e inconsciente!  El inconsciente ¿es el discurso del Otro, o no?  Bien, pero ahora podemos agrandar el problema y citar a Paul Ricceur y decir que el psicoanálisis es una herencia freudiana, en la cual se trata de o una hermenéutica o una energética, una hermenéutica es una forma de interpretar el problema del sentido; o si se trata de una operatoria energética.  Me parece que siempre estamos oscilando en Freud de un lado al otro, Klein volcada totalmente del lado de la energética.  No quedó tiempo, pero iba a leerles a Foucault, que es un gran critico del psicoanálisis, dice que el nazismo como racismo hace de la sangre aristocrática, de la sangre del rey, de la soberanía del rey; hace una sangre biológica, la sangre aria, y él rescata del psicoanálisis que hace de la sangre toda la simbólica del falo, restituye todo su valor de ley, de símbolo.  Me parece que en el psicoanálisis tenemos una báscula: o es una energética o es una hermenéutica.  Mi impresión es que sobre eso no hay que tener una pata en cada lado: hay que asumir una posición y la posición no debe ser a piacere, por gusto, debe ser hacia una hermenéutica, porque la dirección hacia una energética hace doler más.  No por Freud o por Lacan, es que hacia la energética se sufre más.  Y me parece que si el psicoanálisis no se asocia algo de la índole de sufrir menos, dejémonos de joder, pongámonos un kioskito  o un taxi.   Si no reduce el sufrimiento, dejémonos de joder.  Obligatoriamente debemos ir hacia una hermenéutica.  Pero en Occidente ya nadie cree en la hermenéutica. Todo el mundo cree en la carne y en la genética.  ¿Por qué todo el mundo prefiere un hijo parido que un hijo adoptivo?  ¿Vieron el sufrimiento de la gente que no quiere adoptar, no? Hay gente que se queda sin hijos por no adoptar.  ¿Por qué no adoptan? Porque no es carne de mi carne… y habría que preguntarles de qué mierda sirve tu carne.-
Casos de pacientes neuróticos en los cuales ustedes ya pudieron manchar al Otro, donde tiraron y ¡pum! Le pegó.  O sea, ya se puede hablar del padre y de la madre.  ¿Cuál es el ultimo argumento para no ir a decirle que fue una hija de puta por cómo la trató? ¿Qué dice el paciente siempre?  ¿Cuál es la deuda?  “Me dio la vida”.  ¿Ven como de vuelta es el cuerpo?  En vez de decir, “me dio una educación, me dio una moral, me hizo socio de Chacarita”.  No, dicen “me dio la vida”, ¿ven que el valor último hoy se considera que es la vida carnal?  Nosotros, ¿tenemos que ir a favor o en contra de eso?  Me parece que lo terapéutico es ir en contra.  Y me parece que muchos análisis lacanianos, después de 15 años, que no producen nada, no es por el goce más resistente de los pacientes boludos, sino porque los analistas ya no están para curar nada.  Porque consideran que practican sobre la energía corporal.  La sesión corta, breve.  ¡No!  Tiene que ser larga, para que se pueda hablar, que pueda haber silencios.  El otro día un paciente decía que no se le ocurría nada para decir, pero  tenía miedo de quedarse en silencio por si yo le cortaba la sesión.  Es un caso de re-análisis.  ¡Qué idiotez eso de no tener tiempo para pensar! ¿No hay tiempo para pensar? Son todas cosas vinculadas a las formas de concebir el cuerpo y la vida en Occidente moderno, una corrida abrupta.


Comentario:  el otro día una paciente me preguntó de cuánto tiempo disponía yo para ella.  También era un caso de re-análisis.


A.E.:  un caso de re-análisis y que no es boluda.  No te preguntó en cuánto tiempo atendés, sino de cuánto tiempo disponías para ella, porque acá todo lo que se va a jugar es lo que vos dispongas para mí.  Esa ya tiene un paso dado, ahora vos tenés que hacer que de dos más, esa es la parte mas difícil.  Psicoanálisis, ¿no es poner el tela de juicio que el goce sea del cuerpo propio? ¿No es creer que hablando con otro y por lo que el otro te diga –y que no te conoce, porque el único que no puede saber nada de vos es el psicoanalista- que cure eso, que cure esa función de palabra, no desmiente el goce?  No desmiente que te duele, hablemos de que te duele, te duele por tu mamá, te duele por tu papá, te duele por la relación con tu tío, te duele porque tu mamá se llevó tan mal siempre con su hermana melliza, porque la bobe prefería, etc.  De eso te duele, aunque parezca mentira.  Y parece cada vez más mentira, pero si no lo vamos a creer los psicoanalistas, estamos listos, no va más.
Yo ya no me digo más lacaniano, por el problema del último Lacan, porque no quiero quedar enganchado, yo no voy a adherir a la teoría de un tipo que me parece contraria a la teoría que yo sostengo y que la saqué del mismo tipo, eso no es tan complicado porque hay tipos que leen a Hegel de una manera y otros lo leen de otra. Estos autores tienen muchas lecturas, como Freud.  Pero yo ya no me digo más lacaniano, y digo “los lacanianos”, porque no quiero quedar más pegado al tema del goce del propio cuerpo.  Y me parece que Lacan lo dice, y si lo dice, yo no estoy de acuerdo.  Ya lo dije tres veces y no me cayó un rayo encima.   Les advierto que ya no me invitan más a muchos lugares, no es sin consecuencias, ya no me invitaron más a los lugares donde lo dije. 


Comentario inaudible


A.E.:  si yo tuviese mucha oportunidad de intercambiar con ustedes, trabajar un año seguido, y conocernos bien, yo podría decir que el goce de los millerianos, es igual al Orgón de Reich.  Es igual.  Lean algo del Orgón de Reich y van a ver el delirio.  Terminó hospitalizado, fue muy compleja la hospitalización de Reich, fue muy político, EEUU estaba en una caza de brujas, pero sea como fuere, el delirio… ¿Conocen el cerro Uritorco? ¡Todavía hay un grupo de reichianos recibiendo descargas de orgón…! ¡En serio! Me parece que el goce de Miller, pulido con Voltaire y otros autores franceses, es lo mismo que el Orgón de Reich, llegaron al mismo punto, que es un punto que está en Freud, la crítica que estamos haciendo es a Freud.  O sea, el valor que le vamos a dar a la Qn, la Qn del Proyecto de Freud, ¿qué valor le vamos a dar?  Si un tipo no se levanta de la cama, ¿le falta Qn? ¿Se acuerdan de la red del Proyecto?  ¿Le falta Qn? ¿Es poca energía? ¿Qué es la energía psíquica? ¿Existe la energía psíquica? ¿O es interpsíquica? Si tuviesen que poner un medidor de energía, ¿dónde lo pondrían?  Volvamos a las glorias:  ¿lo pondrían en cada jugador de la Selección Argentina, o entre los jugadores?  El problema es que si lo ponemos entre los jugadores, no sabemos dónde enchufarlo… el problema es dónde medir la energía.  La arenga del director técnico, ¿para qué es? El Jaka que hacen los australianos, en la cancha, antes de cada partido ¿lo vieron?  ¡Meten miedo!  Entonces, el goce se mete.


Comentario inaudible


A.E.:  a veces, el gol lo mete el entrenador, y la lesión la produce el entrenador.  A veces el entrenador lleva a los jugadores a tal límite que se lesionan todos.  Entonces la gente puede decir ¿con quién entrenás?  ¡Uy, te vas a lesionar!  La lesión se produce entre.  Si uno habilita este “entre” se produce otro mundo.


Comentario inaudible.


A.E.:  por ejemplo, ¿por qué ganan en un porcentaje estadísticamente comprobado, los equipos locales?  ¿Es porque la pelota esta torcida a favor del equipo local? No, es por el aliento de la hinchada. El aliento, el ánimo, viene de afuera.  Cosas tan elementales, con el goce de los millerianos ya no se pueden entender más.  Pero el goce de los millerianos está presente en todos los boliches, en los cuales los pibes para aguantar toda la noche tienen que tomar un producto que se llama Energizer, energizante. Porque les hacen creer que la energía viene de algo que te clavás o que te enchufás.  Con lo cual vean ustedes ¿qué anima más? ¿El LSD o un grupo de admiradores?  
Lo otro, otro problema ligado al deporte, que lo trabaja muy bien Stephen Jay Gould, con los problema estadísticos, es: los negros -los negros de mierda, reconozcamos el problema donde está, el racismo campea… el racismo fue un fenómeno inventado en Europa, no en África o Asia- los negros, por qué son tan buenos en basquet en EEUU? ¿Qué tienen genéticamente?  ¿Más genes basquetbolísticos?  No, es porque se armó una cosa cultural muy rara, de que van a dejar la vida en el básquet, y los blancos no.  ¿Vieron que Le Penn como  un ministro italiano declaró que la Selección Francesa no era francesa porque estaba llena de negros e islamistas? ¡Negros e islamistas! Que por eso no eran franceses.  Pero es verdad que si uno veía el banco, eran todos negros y dos blancos, ¿por qué? ¿Los negros tienen mejores genes para el fútbol? ¿A dónde vamos a ir con la genética?


Comentario inaudible


A.E.:  el psicoanálisis solo se sostiene con el Otro.


Comentario inaudible


A.E.:  nuestro estado, nuestro estado moderno, nace y se configura completamente en una tendencia individualista y biologizante del ciudadano.  ¿Cuáles son los tres principales ideales del estado democrático moderno? Libertad, autonomía e independencia.  Los mismos tres ideales para los sujetos.  El sujeto moderno tiene total correspondencia con el estado moderno. El estado moderno concibe personas que son individuos, considerados biológicamente. Foucault fue el que mejor lo diangosticó, porque dice que el estado, después de la soberanía, después de los reyes, el estado de la política no la llama democrática, la llama la biopolítica, porque la política  asienta, se origina y se destina completamente en función del cuerpo biológico.  El único que agregó un ideal es Esposito, en realidad son cuatro los ideales: libertad, independencia, autonomía e inmunidad.  En sus libros Communitas e Immunitas, él propone un cuarto ideal que es el de inmunidad, que ni me contagies, es el nuevo ideal  occidental.  ¿Vieron los yanquis que hacen turismo acá, que andan con la botellita de agua mineral?  ¿Por qué? Para no contagiarse de los sudacas de mierda…  Ahora nuestro ideal es inmunidad.  En el individualismo ha llegado a postularse un “no hay Otro” de tal manera que ni siquiera me afecte en el sentido del contacto. Por eso viven solos.  Ahora se estudia la enfermedad de los solos.  Las series yanquis más difundidas son o de asesinos seriales, donde la verdad ¿dónde aparece? En el microscopio, en las tripas. “C.S.I.”  Y la otra es “Friends”  tres pajeros acá y tres pajeras allá.  Vamos hacia el Loft.  El psicoanálisis milleriano va en esta dirección.  El psicoanálisis ¿tiene que tener la misma dirección que aquello que causa tanto sufrimiento? Infartos, úlceras, lean eso de que vivir solo va en contra de la salud.  Lean eso.  El psicoanálisis, ¿tendrá que ir en contra o a favor?  Los que van a favor, convencen más a la gilada.


Comentario: pero no curan.


A.E.:   ah, claro, no curan.   Un psicoanalista que venga a decirles que el goce es el goce del propio cuerpo… y todos dicen ¡claro! Ahora, cuando querés convencerlos de que todo eso es falso, o que si no es falso en tal caso no nos conviene, te quedás con poco público y te llenás de enemigos.  Porque a nadie le gusta que le conmuevan las ideas.


Comentario inaudible.


A.E.:  yo me estoy preguntando mucho por eso pero no tengo respuesta.  Lo primero que se me ocurre es una idiotez tan grande que casi ni la digo… ¿será porque se ponen viejos? Pero explicar teorías como la de Freud, Lacan o Reich porque el autor se puso viejo, me da vergüenza.  Me parece una estupidez.  Es como si dijesen que el último Marx estaba viejo…¡por favor! ¡Es la plusvalía el problema!  Para próxima vamos a trabajar los dos capítulos de Marx de El capital sobre plusvalía.
Pero no entiendo por qué el corrimiento de los tres hacia el cuerpo biológico.  No digo Klein porque ella estuvo siempre de ese lado.


Comentario inaudible


A.E. en Buenos Aires se trabajó mucho eso, las patobiografías, (inaudible) se practicó mucho Reich, pero el problema con Reich es que no da dirección de la cura.


Bueno, muchas gracias por la paciencia y seguimos la próxima.


  
Versión desgrabada, no revisada por el autor.
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Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata
El concepto de goce de Jacques Lacan” 2ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006






Alfredo Eidelsztein:  vamos a continuar el trabajo que comenzamos la reunión anterior.  Para los que no pudieron estar -o para refrescar la memoria ya que hubo mucha distancia entre una reunión y otra- les cuento que en la reunión anterior intenté plantear y argumentar a favor de considerar al goce como un concepto, lo que significaba –en términos de mi propuesta- discutir lo que debería ser llamado el valor ontológico del goce.  Para los que no conozcan o no estén familiarizados con el valor del término “ontología” u “ontológico”, el verdadero problema que quiero plantear mediante esta referencia de la reflexión  occidental -no meramente filosófica- es si puede decir sin caer en contradicciones “hay un goce”, o “es un goce”; pongo en tela de juicio la validez de frases tales como: “hay goce” o “he aquí un punto de goce”, “es un goce”,  “hay un goce en el síntoma”, etc.  Y para dar el marco de otra versión posible, plantearía que poner en tela de juicio el valor ontológico del goce significaría, por ejemplo, plantear la pregunta de si el valor del ser que hay en juego en términos de goce es o no el mismo del que se podría plantear para el amor; si uno por ejemplo tiende a hablar de cuestiones vinculadas al psicoanálisis -y al psicoanálisis de Lacan- si se tiende a hablar de la misma manera  en el sentido de si hay goce o si hay amor, “es amor”, “este es un punto de amor”, etc. Elegí justamente el amor porque me da la impresión de que desde hace unos cuantos años ya se empieza a encontrar en la clínica no sólo problemas de amor –quizás todo el psicoanálisis sea sobre los problemas de amor que hay en Occidente, o sea, toda la dificultad cada vez más evidente y consistente en el establecimiento de vínculos de amor, de pareja; sino a lo que ha llegado hoy el estado del problema y es que al menos en mi clínica, muchos pacientes , -más mujeres que hombres- se plantean la pregunta de si existe el amor, de si hay algo que sea el amor o si es una ilusión vinculada a otra época, que no es una pregunta vana porque hubo toda una época vinculada a nuestra cultura en la que hubo una reflexión muy importante anterior al psicoanálisis y que es el Romanticismo, la exaltación del amor, sin perder de vista que esa exaltación del amor fue hecha en contextos muy especiales, de los cuales quisiera destacar que el amante típico del Romanticismo –el Werther de Goethe- es potencialmente suicida, no el que muere por amor si no encuentra a su partenaire armoniosamente, sino que muere justamente por la imposibilidad del encuentro con el objeto amado, que ya está tipificado en este movimiento -que no es solo literario- ya esta tipificado como viene siéndolo desde algunos siglos anteriores y es la mujer, la mujer es el objeto tipificado para nuestra cultura del amor, y el amante –el hombre-, termina en la posición de suicidio.  La vez pasada quise proponer un estado de discusión sobre lo que me parece que no se venía discutiendo y es la concepción de un valor ontológico al goce, o sea, que me parece que se decía con demasiada facilidad “hay un goce”.
Y la propuesta para hoy era seguir analizando el concepto de goce por uno de los andariveles fundamentales por los cuales los había trabajado su autor, el autor del concepto de goce es Lacan, el concepto de goce en psicoanálisis es producto de una maniobra de Jacques Lacan, y uno de los andariveles fundamentales por los cual Lacan había introducido el concepto de goce era el concepto derivado de plus-de-goce o plus-de-gozar.
La vez pasada les había propuesto trabajarlo a partir de los Seminarios 16 y 17.    En la preparación de esta reunión me di cuenta de que sería imposible en una reunión hacer ese trabajo, con lo cual me voy a circunscribir al momento de surgimiento del concepto de plus-de-goce, que es el Seminario 16.  El Seminario 16 es el anteúltimo que acaba de salir en francés, salió también el 23, el Seminario 16 tenía un título interesante hasta el establecimiento de la edición de Seuil que hizo Jacques-Alain Miller, y que no quedaba claro cómo debía escribirse su título, a partir de determinado año empieza a haber un problema con Lacan sobre los títulos de sus seminarios, porque ya los mismos títulos requieren una interpretación, ya no son tal claros como “La Angustia”, hay algunos seminarios cuyo título admite cuatro o cinco lecturas posibles, en este caso no se sabía muy bien cómo establecer el uso de las mayúsculas y las minúsculas, porque el nombre del seminario es “De un Otro al otro” y no se sabía a cuál de los otros de Lacan se hacía referencia.  Me parece que la versión que quedó establecida es la correcta, es “De un Otro -con mayúscula- al otro” con minúscula.  Y van a ver que efectivamente el plus-de-gozar tiene que ver con ese título, porque para mí ese título indica por parte de Lacan un diagnóstico sociocultural y una propuesta de solución a dicho diagnóstico sociocultural. Si ustedes quieren, pueden escribir “De un Otro al otro”, trazar una línea por debajo y escribir Dios debajo del Otro con mayúscula y objeto a debajo del otro con minúscula.   Con lo cual, podríamos pensar que Lacan está proponiendo para una cultura como la nuestra -para la cual Dios ha muerto- la solución para el sostenimiento de la vida social y cultural pasa por el objeto a.  Si el título del Seminario es “De un Otro con mayúscula al otro” con minúscula, lo que digo es que se podría interpretar -y creo que es muy válido- que ese pasaje de un Otro al otro indica en nuestra cultura la necesidad del pasaje para la concepción de la vida en sociedad -cómo concebir para nosotros la vida en sociedad, que antes estaba regulada por la función de la divinidad, el Dios monoteísta- entonces sería de un Otro al objeto a, que sería otro tipo de otredad, entonces propongo escribir debajo de Otro con mayúscula Dios, y objeto a debajo de otro con minúscula. 


Ahora, todo mi argumento en torno a este diagnóstico y propuesta de Lacan:  Voy a proponerles lo siguiente: en sus últimos diez años de enseñanza, Lacan intentó establecer una ruptura definitiva con Freud, y propongo que intentó producir esa ruptura definitiva con Freud mediante el concepto de goce, o sea, propongo que el concepto de goce de Jacques Lacan -que es un concepto que no existe en Sigmund Freud- es un concepto designado por Lacan para distinguir su concepción y práctica del psicoanálisis de la concepción y práctica del psicoanálisis de Sigmund Freud.  Eso sería como el primer argumento. El segundo argumento es que el fracaso de los diez últimos años de Lacan es que su enseñanza fue leída en identidad con la teoría freudiana, es como si por fin los lacanianos hubieran encontrado en los 10 últimos años de la enseñanza de Lacan -y especialmente en el concepto de goce- la continuidad entre Freud y Lacan, que podría ser escrito –cosa que a los lacanianos les encanta- “Freud-Lacan”, unidos por guiones, propongo que fue Jacques-Alain Miller quien más vehiculizó este fracaso de Lacan, o sea, quien estableció que lo que dijo Lacan es exactamente lo que dijo Freud, fue Jacques-Alain Miller, a quien considero el psicoanalista vivo más importante del mundo.
Esa sería como la presentación de todo el problema.  Con “vivo” quise decir que lo pongo en la misma línea que Sigmund Freud, Melanie Klein, Anna Freud, Jacques Lacan… con la misma importancia y trascendencia, o sea, productores de escuela y hacedores de psicoanálisis.  Yo estimo que existe un psicoanálisis freudiano, uno annafreudiano, uno kleiniano, hay practicantes de todos ellos, para ellos todo mi respeto, son psicoanálisis posibles y practicables, pero me parece que hay una demora en el estudio de qué tipo de clínica se constituye a partir de estos psicoanálisis y qué tipo de dirección de la cura se establece a partir de esos psicoanálisis. Y qué tipo de resultados dan esos psicoanálisis.  También así propongo que hay un psicoanálisis lacaniano y uno milleriano.
Respecto de Sigmund Freud, retomo un argumento de la vez pasada y es el que propone con más claridad Paul Ricceur, y es que en Sigmund Freud se pueden leer dos grandes líneas argumentativas paralelas, algo así como que habría un conflicto en el seno de la obra freudiana.  Ricceur las llama y con total corrección a una línea energética y a la otra, hermenéutica.  Con energética no hace falta explicar lo que la palabra es, podría ser que alguno no conozca lo que quiere decir hermenéutica, es una palabra con mucha tradición filosófica y podría ser traducida como –hasta hay una corriente filosófica específica que es la hermenéutica, que es de un discípulo de Heidegger, Gadamer, fallecido no hace muchos años- podría ser traducido -como término- como “de la interpretación”, con lo cual podríamos hacerlo arrancar de Aristóteles.  Bien, con lo cual, bajo hermenéutica les propondría escribir el significado.  Que lo propone Ricceur, cuyo libro fue traducido como Freud, una interpretación de la cultura, que en francés se llama De la interpretación:  Sigmund Freud, no es lo mismo.
Debajo de hermenéutica, siguiendo a Ricceur, se puede escribir “interpretación”, lo simbólico  -o una simbólica- el inconsciente, y entre paréntesis lo social y lo cultural.  En eso me parece que se basa la traducción del título al castellano como una interpretación de la cultura, no cómo se interpreta caso por caso.  Y debajo de energética se puede escribir la pulsión, el cuerpo, el ello y lo individual.  Ahora, para posicionarnos respecto de esas dos corrientes que se desarrollan en paralelo, en paralelo quiere decir que podríamos hacer lo que ya no se practica y es una guerra de citas.  Podríamos hacer una guerra de citas, Miller dice que Lacan dice pero nunca lo cita, ha desaparecido la función de la cita, que para las interpretaciones a veces se usa la cita y a veces no, a un paciente uno lo puede interpretar citando su texto y a veces no, tal vez allí radique la diferencia entre interpretación y construcción en análisis. 
Ahora, para analizar estas dos corrientes en paralelo freudianas, no hay que olvidar que el movimiento freudiano -y no solamente la producción de su obra- tuvo un enorme éxito.  ¿Por qué Freud fue tan exitoso?  Por que inventó una práctica que aún se practica.  Habrán visto que salió en la tapa en la revista Noticias “Freud (no) ha muerto” y como subtítulo “De cómo el médico más grande y más desprestigiado del mundo es seguido en la Argentina”. Salí corriendo a comprarla, pero es un título de venta nada más.  Es falso.  Es lo mismo que están haciendo EEUU e Inglaterra con los aeropuertos… es un argumento de venta. 
Les proponía que el movimiento freudinao se inscribe en un contexto social cultural e ideológico y con eso me estoy refiriendo a por qué tuvo tanto éxito, a por qué en casi todo el mundo occidental -y no pierdan de vista que fue sólo en el mundo occidental- hubo una aceptación tan grande de sus ideas, un número tan importante de practicantes y de pacientes de esa práctica.
Bien, entonces lo que les propongo es intentar tipificar cuál fue ese contexto sociocultural en el cual la práctica por él inventada fue tomada con tanta aceptación.  Les propongo cuatro items, y todos ellos tomados con expresiones y sintagmas de autores muy famosos, y esos sintagmas me parece que valen justamente como producción de esos autores.  La primera es la individualización del sujeto, o sea, la primera característica sociocultural en el cual el freudismo produce su expansión es la individualización del sujeto, lo que Hegel definió como el individualismo moderno. O sea, Hegel caracterizó a la época moderna –y habría que ver si estamos o no en una época moderna o posmoderna, hay autores que lo aceptan y otros que no, no veo razones para hablar de posmodernismo, me parece que lo que caracteriza a la modernidad no ha caído, pero es un a polémica abierta-  entonces tenemos el individualismo moderno como característica de nuestra cultura diagnosticado por Hegel.  Es importante que tengamos en cuenta quién lo diagnosticó, porque podría ser que estuviera ahí la pista de que cómo pensar ese problema.  Podríamos pensar que la dialéctica del amo y del esclavo, y el deseo es deseo de reconocimiento de otro deseo, justamente podría tener que ver con una respuesta posible al individualismo moderno, no por nada un autor llega a diagnosticar, un autor llega a diagnosticar un problema de nuestra cultura porque tiene al menos un esbozo de respuesta.
Luego, el nihilismo europeo, diagnosticado por Nietzsche, y el nihilismo moderno –nihil en latín quiere decir nada- que quiere decir en téminos de Nietzsche -si fuera posible decirlo en un a frase- que los valores o el sentido de la vida en Occidente se ha convertido en nada, no hay ningún sentido ni ningún valor, ese fue el diagnóstico de Nietzsche, cosa que a los que leen mucho a Miller les puede hacer eco con la práctica del psicoanálisis del sinsentido de los millerianos.
La tercera característica de nuestra cultura la propongo designar mediante una expresión del filosofo francés Alain Badiou, acaba de proponer en su libro El siglo, dedicado al siglo XX, Badiou define a esta característica como “Pasión por lo real”; por ejemplo, para muchos de ustedes como estudiantes o estudiosos de la obra de Lacan, e inexorablemente por el estado de situación del psicoanálisis en el mundo, incidido por la lectura de Miller, así como para los más viejos como yo, cuando empezamos a leer a Lacan, nos hacía referencia a una crítica a un Freud que para nosotros estaba plenamente incidido por la lectura de Melanie Klein, es decir, yo no estoy criticando a Miller,  lo estoy dignificando como quizás no hacen los millerianos, lo estoy poniendo al nivel de lo que fue Melanie Klein para el mundo del psicoanálisis, especialmente para el mundo psicoanalítico argentino.  Si les da vergüenza que haya más lacanianos acá que en el resto del mundo, sepan que lo mismo pasó con los kleinianos. 
El cuarto item, sería la inexistencia del Otro, ese es un sintagma de Jacques-Alain Miller, hay un seminario de Jacques-Alain Miller que se titula “De la inexistencia del Otro y sus comités de ética”, propone como característica de nuestra cultura que nosotros estamos posicionados como que no hay Otro, que ya es distinto a la muerte de Dios.  Es más bien a lo que en ciertas corrientes políticas se designa como la caída de la autoridad, ya no hay dirigentes con autoridad, no hay Otro.
En este contexto, les voy a leer dos citas de Michel Foucault, de su plan de trabajo que se llama Historia de la sexualidad, volumen 1, “La voluntad de saber”.  Es un libro que debe tener hoy 40 ediciones.  La primera cuestión a la que les propongo que presten mucha atención es al título de este volumen, que se llama “la voluntad de saber” ¿por qué se llama la voluntad de saber?  Para que no crean que estoy yéndome por las ramas de un árbol, y para tratar de mantenerme dentro del tronco de un problema, no se olviden que para Nietzsche la consecuencia del nihilismo europeo es la voluntad de poder.  Y hay muchos que piensan que el nazismo es una respuesta típica a la lógica que se podría derivar de la voluntad de poder propuesta por Nietzsche.   Ojo, en absoluto habría que suponer que Nietzsche fue un autor nazi, o antisemita, él fue un militante antinazi en su vida, lo cual lo llevó a una pelea y una ruptura total con su hermana y su cuñado.
Les propongo entonces que en el título “La Voluntad de Saber”, el problema es la voluntad, qué entender por voluntad, en la Facultad de Psicología de Argentina, de profunda orientación psicoanalítica, la voluntad es trabajada como aquello respecto de lo cual el inconsciente va en contra, el inconsciente va en contra de la voluntad, con lo cual voluntad queda inscripta como cierta tendencia o intención conciente y yoica.  Para los egresados de esa facultad de psicología, tan freudiana en un punto, voluntad es eso.  Ahora, les advierto que el problema de la voluntad es más vasto, por ejemplo, a mi entender, el autor fundamental de referencia de Sigmund Freud es Arthur Schopenhauer, y es increíble que esto no se lo sostenga en lugares donde se estudia tanto a Freud como ser Buenos Aires, La Plata, ¿por qué no se trabaja más Shopenhauer siendo la principal referencia freudiana, aún citado por Freud mismo?  Pongan en el CD “Shopenhauer” y van a ver que está muy citado por Freud y no para criticarlo, como hace con Kant, que Freud rechaza la estética trascendental de Kant.
El único gran libro de Schopenhauer se llama El mundo como voluntad y representación.  Representación es Vorstellung, de ahí lo toma Freud. Y el término para voluntad en alemán es Wille, que quiere decir: voluntad, querer, desear.  ¿Entienden?  Es lo que mueve… el mundo para Schopenhauer es dos cosas:  lo que mueve, las ganas, la voluntad, lo que pulsa, la pulsión; y las representaciones.  Es lo que plantea Ricceur, es increíble que no lo cite a Schopenhauer, en un trabajo excelente de Ricceur sobre Freud, pero en estas dos columnas en las cuales se puede plantear la estructura de la obra de Freud podrían ser a consecuencia de Schopenhauer, que el mundo humano no es más que un querer, una voluntad; y representaciones.  Entonces, el primer volumen de esta obra está muy en el sentido de Lacan, porque la voluntad de saber podría ser expresada sin provocar forzamientos lingüísticos ninguno, podría ser traducido si Foucault hubiera puesto en alemán la voluntad de saber, al castellano podría haberse traducido como la voluntad de saber, o el deseo de saber, y ahí ya se sienten totalmente en Lacan.  Respecto del problema del deseo de saber, no se si ustedes saben -ya está en el Seminario 7 de Lacan- que cuando Lacan dice “deseo de saber” está tipificando al deseo para nuestra cultura, que para Lacan es una cultura científica, el deseo se tipifica como deseo de saber.  Lo que quiere decir es que para nuestra cultura, en otras épocas, o en otras culturas, el deseo socialmente planteado, no en su condición particular, sino socialmente planteado, no es deseo de saber.  Si me preguntan deseo de qué era, no sé, porque no lo he estudiado, es muy difícil de estudiar y tampoco Lacan ha avanzado en eso; con lo cual es un poco débil, porque si se dice que para la cultura A el deseo es deseo de saber, pero no se dice deseo de qué es en la cultura B, el argumento queda débil. Si no se logra el par mínimo opositivo, no queda claro qué quiere decir.  Pero vean que queda perfectamente en la línea de Lacan del deseo en nuestra genealogía.  Entonces las dos citas de las páginas 181 y 182, es del último capítulo que es el 5, que se llama “Derecho de muerte y poder sobre la vida”, que es donde Foucault desarrolla el concepto de biopolítica, concepto muy importante para muchas corrientes filosóficas actuales para pensar a la sociedad en Occidente, la biopolítica, la política se ejerce sobre los cuerpos biológicos.  Siempre se mató gente, pero ahora la política se ejerce fundamentalmente en el destino de los cuerpos, ahora, el problema número uno de la política de EEUU y Canadá es ver cómo hacer para que la negrada no entre, es un problema de frontera.  Respecto del concepto de biopolítica que Foucault introduce en este capítulo, dice lo siguiente:


El racismo (en su forma moderna) se forma en este punto: estatal y biologizante…


o sea, que el racismo moderno es política de estado y es un racismo biológico.  Si se preguntaran por qué otro racismo podría plantearse, no pierdan de vista que había otra forma de la sangre que era la de la nobleza, que era la simbólica de la sangre, como la llama Foucault


“…toda una politica de población, de la familia, del matrimonio, de la educación, de la jerarquizacion social de la propiedad, y una larga serie de intervenciones permanentes a nivel del cuerpo, las conductas, la salud y la vida cotidiana,  recibieron entonces su color y su justificación de la preocupación mitica de proteger la pureza de la sangre y llevar la raza al triunfo, esto es el nazismo.”


O sea, la interpretación mas pura de la biopolítica fue el nazismo, donde fue la raza pero entendida biológicamente, la que caracterizó a aquello que debía ser preservado respecto de lo otros.  Nunca se olviden de que el que mandaba a los hornos era un médico, con guardapolvo blanco, aunque sea por las películas que hayan visto, siempre el que mandaba al horno era un médico, con lo cual, era una concepción moderna y científica de esa discriminación.


Segunda cita:


En el extremo opuesto (del nazismo, con la biopolítica llevada a lo culminante) se puede seguir, también a partir del siglo XIX, el esfuerzo teórico para reinscribir la temática de la sexualidad en el sistema de la ley, del orden simbólico y de la soberanía, es el honor político del psicoanálisis.”


O sea, lo verdaderamente opuesto, lo único verdaderamente opuesto al nazismo en Occidente, a partir del final del siglo XIX es la función política del psicoanálisis.  Sorprendente total, no sé si saben que Foucault es un profundo crítico del psicoanálisis, y miren sin embargo el estatuto que le da al psicoanálisis, es increíble que  los psicoanalistas no trabajemos más estas páginas.  Sigue diciendo:


Es el honor político del psicoanálisis, o al menos lo que hubo en él de más coherente. Haber sospechado lo que podía haber de irreparablemente proliferante en esos mecanismos de poder que pretendían controlar y administrar lo cotidiano de la sexualidad, de ahí el esfuerzo freudiano por reacción sin duda contra el gran ascenso contemporáneo del racismo.”


o sea, lo interpreta a Freud, dice que todo el esfuerzo freudiano, sépalo Freud o no, fue una respuesta al ascenso simultáneo del racismo antisemita de la misma sociedad en la que Freud vivió y que le impidió por ejemplo a Freud ser profesor, ¿se acuerdan?


Entonces:


“…para poner la ley como principio de la sexualidad, la ley de la alianza de la consanguinidad prohibida, del padre soberano, en suma, para convocar en torno al deseo todo el antiguo orden del poder.  A eso debe el psicoanálisis  haber estado en oposición teórica y práctica contra el fascismo.


¿Se entiende?  Pero esto hay que leerlo en la clave de Ricceur:  podríamos decir que el psicoanálisis va en contra de la biopolítica moderna en la medida en que el psicoanálisis se mantenga en la hermenéutica.   Porque en la medida en que pase a una lógica en donde lo fundamental, lo real, sea la energía corporal, la pulsión, el goce; no hará más que claudicar a la tendencia ideológica general de Occidente, que es ubicarse en la biopolítica.  Con lo cual, habría que ver si el psicoanálisis moderno no ha cedido en esa posición, y no se ha convertido en una nueva forma de biopolítica, una política vinculada a una lógica de concebir lo humano a través del cuerpo, salvo que el psicoanalista la aplicaría caso por caso, mientras que el estado la aplicaría a políticas globales comunitarias.  O sea, habría que sostener caso por caso que lo fundamental, lo real, y para nosotros desde Badiou sabemos que decir hoy lo real es una pasión por lo real, o sea, nosotros creemos hoy que lo real es real, o sea, que lo más importante, lo esencial, lo indiscutible, lo que no vacila es lo real.  Es una posición ideológica cultural, nada indica que lo real en sí tenga que ser para nosotros concebido como más importante que lo simbólico y lo imaginario. Suponer que lo real es más importante que lo simbólico y lo imaginario, es una posición, de hecho si ustedes piensan lo mínimo que quiere decir el nudo borromeo en los últimos diez años de la enseñanza de Lacan, es que ningún registro es más importante que otro.  Con lo cual, observen que hasta en el nudo borromeo, en lo mínimo y elemental, en que los redondeles de cuerda si se suelta uno se desanudan los otros dos, en eso, lo imaginario y lo simbólico tendrían tanta trascendencia como lo real.  No es así como se lo está trabajando hoy: lo real es lo real, lo real es lo mas importante, lo real es el goce y el goce es del cuerpo.


Una versión freudiana sobre este problema, que me parece importantísima, la extraigo de la 24ª. Conferencia de introducción al psicoanálisis, que es el estado neurótico común.  Elijo esa conferencia porque es la conferencia fundamental para pensar el problema de la ganancia de la enfermedad.  O sea, yo quiero discutir con ustedes un problema clínico que es el de la ganancia de la enfermedad.  Creo que es por no haber discutido el problema de la ganancia de la enfermedad, es esa la razón por la que hemos comprado con tanta ingenuidad y proclividad, la teoría del goce de Jacques-Alain Miller.  ¿Qué sostiene Freud ahí? Son textos muy conocidos, de los que más hemos leído.  Ahí Freud afirma que la neurosis le depara al yo una ganancia de la enfermedad.  Y afirma que si la ganancia de la enfermedad es externa y grande, la neurosis es incurable.  Eso en nuestra clínica reina: todos nosotros trabajamos con la inversión de esta última lógica.  Si Freud decía que si la ganancia es grande y externa, la neurosis es incurable; nosotros trabajamos exactamente con eso al revés, decimos: si la neurosis es incurable, es porque la ganancia de la enfermedad es grande.  O sea, si tenemos un caso en que el paciente padece, padece, y uno trabaja años y dice “No, pero ya interpreté todo, ya trabajé la madre, el padre, trabajé todo”.  ¿Qué pasa si el caso no mejora?  Decimos que la ganancia de la enfermedad es muy grande, o sea, es un goce.  Es pulsional el problema.  Para Freud, en esta conferencia, la neurosis acarrea ventajas y es por eso que produce resistencias a la curación.  No se olviden, si bien no se olvida no obsante no se lo trabaja, que Lacan fue el único de los grandes autores que intentó invertir esta lógica.  Y dijo que la única resistencia que se verifica en la práctica analítica es la resistencia del analista, con lo cual, vean que Lacan intenta desbaratar toda la lógica de que hay una ganancia de la enfermedad, no está ahí la resistencia, la única resistencia que Lacan dice que se verifica en la clínica es la resistencia del analista.  Digo esto, entonces, ni más ni menos, tal vez no trabajamos bien la madre, o no interpretamos bien al padre… o dicen “ya lo supervisé”  ¿Y por qué no pensar que se equivocó tanto el analista como el supervisor?  ¿Por qué no podría ser que se equivocara el supervisor?  Supervisar en latín se dice epis copus, y los funcionarios que primero ejercieron la función de supervisión fue el episcopado.   Tal vez llegó la hora de cambiar de supervisor… si el caso no avanza.  En lugar de eso decimos que hay mucha ganancia de la enfermedad, en consecuencia mucha resistencia, “lo que pasa es que usted obtiene un beneficio y no quiere abandonarlo y es por eso que el caso no avanza”.
No hay que olvidar que Freud, en esa conferencia establece dos tipos de ganancia de la enfermedad:  la intrínseca del síntoma, todo síntoma acarrea una satisfacción, que desde una perspectiva filosófica podríamos llamar “estar bien en el mal”, obtengo una satisfacción de aquello que me acarrea una insatisfacción.  Y el otro ejemplo de Freud, que me parece fascista, es el del trabajador que queda inválido, dice Freud que cuando la neurosis ha durado mucho tiempo se transforma en modus vivendi, y da el ejemplo del trabajador lisiado que se hace mendigo y habría que ver si se le da la chance de recobrar la salud dejaría de ser mendigo.  Me parece fascista porque ¿por qué dar el ejemplo de un trabajador? ¿Por qué no dar el ejemplo de un intelectual?  ¿O un profesor de la universidad alemana, un médico?


Comentarios inaudibles


A.E.:  también tenemos el caso de la hija del portero, Freud dice “nuestra hija hará una neurosis allí donde la hija del portero no lo hará”.  Vean el fascismo y nazismo emergente y la diferencia por sangre, porque ahí está trabajando la diferencia por sangre, no por cultura, por educación, es la hija de un portero, que no hará neurosis allí donde nuestra hija si la hará.
Ahora, este problema, como no es una desviación profesional sino que es el estado de elaboración de problemas por la sociedad en su conjunto, a nosotros hoy ya nos viene por parte de los propios pacientes. Son los propios pacientes quienes nos preguntan ¿Qué gano yo con la neurosis? ¿Qué beneficio obtengo con mi síntoma?  Yo tengo muchos pacientes que son analistas, y ya son muchos los que dicen “es que yo obtengo un goce”, que yo no se los propongo –porque no trabajo con el concepto de goce en ese sentido- y muchos de mis pacientes dice ellos mismos que evidentemente se trata de un goce y es por eso que yo no dejo de… etc.


Les propongo –como cortocircuito para este problema- que podría haber otra respuesta que no pusiera en juego la ganancia de la enfermedad, o la satisfacción de lo insatisfactorio.  Y esta otra respuesta, sencilla, quizás demasiado elemental, quizás podría ser “usted no gana nada, lo que padece es a pura pérdida, tal vez sea otro quien gane” y quizás eso resuelva el problema. “Quizás con su síntoma usted no gane nada. Quizás su síntoma sea una catástrofe en su vida, pero se mantiene por otro”.   O sea, el neurótico se hace cargo de la castración del Otro asumiéndola como propia.  Con ese paso, ya observen que no hace falta trabajar más con ganancia de la enfermedad ni con un goce.   Habrá que ir a ver cuál es la función del Otro que está en juego, cuál será su falla y cuál será la maniobra neurótica de hacerse cargo.
Entonces, nuestra explicación, la que estamos criticando, freudo-milleriana, implica:  ganancia de la enfermedad, estar bien en el mal y la cuestión del masoquismo originario.  ¿Tenemos que aceptar la existencia de un masoquismo originario?  De hecho, observen ustedes que ahí, me parece, Freud le esta dando un alcance absolutamente filosófico a esa dimensión de masoquismo, porque Freud está postulando el masoquismo originario para todo ser humano, con lo cual, ya sería una forma de plantearse lo humano casi a un nivel orgánico-filosófico.  ¿Tendríamos que aceptar un masoquismo originario? ¿O será Schopenhauer? ¿Y será una filosofía pesimista como la de Schopenhauer la que se manifiesta así?  ¿Es más realista una versión por ser pesimista?  Siempre para pensar estos problemas yo me acuerdo de una de las versiones de uno de los títulos del seminario de Lacan que puede ser expresada como “Los desengañados se engañan”.  O sea, aquel que se cree desengañado, que cree que todo es una mierda, puede ser que se engañe también, porque no necesariamente se ilusiona aquel que piensa que el mundo es lindo y la gente es buena.   También puede estar engañándose a un nivel de engaño peor, porque se cree que se está desengañado el que dice “todo es una mierda, la gente es una mierda, la vida no es nada más que sufrir”. 
Entonces, la explicación que se sostiene, 1) en la ganancia de la enfermedad, 2) en la satisfacción pulsional, que implica que la satisfacción pulsional es individual, es corporal y está en conflicto estructural con la realidad social.  No pierdan de vista que la ganancia de la enfermedad y la satisfacción pulsional son lógicas que ponen al individuo en contra de lo social, o sea, el malestar en la cultura:  la satisfacción pulsional que nuestro cuerpo nos impone como entidades psíquicas, según Freud, esta en profundo conflicto con la sociedad, que para Freud se sostiene en la represión de los instintos sexuales animales de cada uno de nosotros, con lo cual, observen que no sólo es una psicología individualista, pesimista y organicista –propia de la biopolítica de nuestra época- sino que plantea que la posición de cada uno es de enemistad con lo social, es un malestar en la cultura.


Una cuestión que quisiera ir planteando para arribar más netamente a nuestro problema, que es el concepto de goce de Jacques Lacan y tramitado bajo la lógica del concepto plus-de-goce o plus-de-gozar, es plantearles si ustedes creen que sea una coincidencia la producción de tres autores que son Sigmund Freud, Karl Marx y Friedrich Nietzche.  Los tres producen en alemán,  Freud 1846-1939, Marx 1818-1883, y Nietzsche 1844-1900  ¿Por qué? Porque Sigmund Freud plantea una satisfacción, una voluntad pulsional, corporal individual, lo que para él determina un malestar en la cultura, todos nos llevaremos a las patadas con la sociedad y la única forma de satisfacerse mínimamente es intentar dar un rodeo a las proscripciones sociales, o sea, la voluntad en Freud es una voluntad de satisfacción pulsional corporal.   Nietzsche, que plantea la pérdida de valores, el nihilismo, él plantea que la voluntad es voluntad de poder.  Es interesante el planteo de la voluntad de poder, porque la lógica del poder es querer más poder, vean que todos los que entran en el poder quieren cada vez más poder. No es demasiado explicativo, pero es cierto que todos los que agarran poder, ya no lo sueltan más.  Hay algo de la lógica moderna que uno efectivamente ve como voluntad de poder, ¿para qué más?   Entonces tenemos: voluntad pulsional, voluntad de poder, y tenemos a Karl Marx con plusvalía.  La plusvalía es la lógica de acumulación capitalista que es sed de apropiación de capital sin límite.  Es muy interesante porque plus-de-goce, dice Lacan que lo hace de la plusvalía, no lo hace del plus de poder de la voluntad de poder ni de la voluntad pulsional de Freud, el plus-de-goce de Lacan, él dice que lo adhiere, lo pega y lo desprende de la plusvalía de Karl Marx.  Por eso les acentuaba el título del libro de Foucault, la voluntad de saber.  Quizás el plus-de-goce de Lacan tenga que ver muchísimo con la voluntad de saber, que sería otra dimensión; voluntad, necesidad, querer, desear, satisfacción pulsional, poder, acumulación capitalista y saber.   De hecho, me parece que ninguno de ustedes estará acá para obtener poder… ¿Por qué estamos hoy reunidos acá? No es por plata.  Estamos para saber más.  Y quizás eso tipifique cierta posición que también caracteriza a nuestra época, pero tendemos a olvidar, que podría ser que para nuestra época, una opción sea el deseo de saber.  Lacan trabaja mucho que el fin de análisis tal como él lo concibe, que debiera terminar con el testimonio del pase, es para dar cuenta de la producción del deseo de saber.  O sea, el fin de análisis no es el acotamiento del goce para Lacan, ni arribar a los ideales que había propuesto Freud para el fin de la cura.  Para Lacan el fin de análisis tiene que ver con la rectificación de la posición de quien consulta en relación  al deseo de saber.  Con lo cual observen que ahí habría cierta lógica para pensar en serie como respuestas occidentales.


Un comentario en paralelo, que si lo quieren leer esta en el Ensayo sobre el individualismo de Louis Dumont, él establece que la única sociedad en la historia del mundo completo -él es un especialista en sociedades jerárquicas, por ejemplo la India, sociedad de castas, siendo que Occidente es igualitaria-
Dumont establece que fue Occidente la única cultura que llegó a postular que la economía es el fundamento esencia del funcionamiento social.  No sé si conocen, pero en la época en que en Argentina se discutía mucho sobre marxismo, se discutía mucho sobre la estructura de base y la estructura de superficie.  Esto fue mal traducido, siempre quedó confuso; la estructura de superficie era la superestructura.  Entonces, para los marxistas y para Marx, la estructura de base era la producción capitalista en la lucha de clases, y la superestructura era la religión, el psicoanálisis, la ideología.  La única sociedad que concibió que la base del funcionamiento social, es decir, aquello que explica por qué pasan las cosas, es la economía.  Por ejemplo, suponer que lo que sucede en Oriente Medio sea por petróleo.  ¿Ustedes creen que es por petróleo que se están matando con ese entusiasmo?  Para nosotros es obvio que sí, para Occidente es obvio que sí.  Hay una película que se llama “Antes de la lluvia” que es sobre la última guerra de los Balcanes, que parte de una familia quedo de un lado y parte del otro…  revísenlo, por ejemplo: el nazismo, ¿fue por intereses económicos?  Muchos dicen que el comunismo cae después de Chernobyl, que fue por Chernobyl que cayó el comunismo.  A mí me parece que el comunismo cae porque cae el marxismo, y el marxismo cae porque se demostró falso, porque no fue capaz de explicar al nazismo.  ¿Qué quiere decir? Que el nazismo no fue por motivos económicos.  La segunda guerra mundial, estamos hablando de cien millones de muertos –puede venir otra peor- ¿creen que fue por motivos económicos?  Podría ser que no.  Habría que poner en tela de juicio la explicación marxista, y de hecho Lacan dice que el marxismo no fue capaz de explicar el nazismo y tiene mucha razón.  Por ejemplo, muchos marxistas trataron de explicar que el exterminio de los judíos fue un intento de producir trabajo esclavo, de tener trabajadores y no pagarles.  Es una explicación marxista.  Pero si uno revisa la economía nazi, es increíble lo que gastaron los nazis en los últimos dos años de régimen nazi para exterminar a los judíos, en vez de mandar esa misma cantidad de esfuerzo al frente de batalla.  Usaban trenes con un entusiasmo notable para terminar con la solución final… ahora me acordé de lo que les quería decir sobre la biopolítica: ¿saben cómo llamaban los nazis a los judíos?  Piojos, cucarachas, larvas, parásitos.  O sea, observen que lo humano tiene que ser caracterizado por la biología, ya que lo que se considera no humano pasa a ser llamado piojo.  Kafka era judío, no estaba mirando la tele como nosotros, con La Metamorfosis diagnosticó increíblemente un estado de situación con mucha anticipación y empezó a decir cómo de pronto alguien, un judío, podía de la noche a la mañana convertirse en cucaracha.  ¿Conocen la anécdota de Primo Levi? Los nazis trabajaban mucho con ovejeros alemanes, y un nazi suelta a su perro entrenado para comer personas, suelta al perro diciéndole:  “Hombre, devora a ese perro”.  Pero obsérvenlo porque es muy característico de nuestra época, donde creemos que lo humano pasa por el cuerpo, y para el cuerpo por ciertas razas.  Si no, no tendríamos tanta desesperación por el cuerpo, la belleza corporal, la salud corporal. 


Entonces les decía que es Dumont quien diagnostica que es con Marx que se produce la idea de que es la economía lo que fundamenta el movimiento de la sociedad.  Se los doy a vuestra reflexión para que les sirva para poner en tela de juicio que no es lo real, es solo una teoría, de que la economía personal  libidinal sea lo que explique lo que nosotros hacemos.  No es mi economía libidinal la explicación última de base.  Quizás lo real del goce no sea la estructura de base ni lo simbólico y lo imaginario la estructura superficial.  Quizás eso sea una ideología propia de nuestra cultura, y habría que ver si no es como dice Foucault, que el psicoanálisis debiera ir en contra de la biopolítica.  Si nuestro lugar social tal vez no sea ir en contra del goce.


Entonces, la propuesta con la que voy a redondear mi exposición es:  el concepto de plus-de -goce, y/o plus-de-gozar, todavía no me doy cuenta que hay que modular distinto en Lacan plus-de-goce y plus-de-gozar, todavía no encontré una explicación para saber si Lacan utiliza ambas expresiones indistintamente o usa una para algunas cosas y otra para otras.  Yo creo que debería preservar la segunda hipótesis, es decir, deberíamos desconfiar de que plus–de-goce y plus-de-gozar sean lo mismo.  No sé la diferencia.
El concepto de plus-de-goce o plus-de-gozar es el máximo intento de Lacan de responder al problema de pérdida de valor en Occidente, según el psicoanálisis.  O sea, a la pérdida de valor que caracteriza a Occidente, Lacan responde con plus-de-gozar, es la respuesta característica.  Recuerden que teníamos satisfacción pulsional, voluntad de poder, voluntad de acumulación de capital, voluntad de saber de Foucault, y en Lacan plus-de-gozar.  Pero para Lacan el plus-de-gozar es el objeto a.   No hay que olvidar lo que los millerianos no tienden a acentuar y que es que para Lacan plus-de-gozar es el objeto a, y respecto del objeto a en la enseñanza de Lacan tenemos una caracterización del propio Lacan muy interesante, y es que siendo Lacan el que produjo simbólico, imaginario y real, y la estructura de lo simbólico, imaginario y real, el A tachado, el S tachado, el fantasma y su fórmula; no pierdan de vista que Lacan dijo que su único invento propuesto es el objeto a.  Tienen 80 propuestas más.  Hay un libro que se llama Los 789 neologismos de Jacques Lacan  y hay màs.  Un autor que tiene 790 neologismos: o está loco total, pero además es un autor super-creativo. ¿Por qué habrá dicho que el objeto a es su único invento dejado para el psicoanálisis?  A mí me parece que porque Lacan se pone en esta línea: Nietzsche, Marx, Freud, Lacan.  Y Lacan va a decir que el objeto a entendido como plus-de-gozar tiene filiación con la plusvalía de Marx.   Les cito de las clases 1 y 2  del Seminario 16 donde Lacan dice que él saca plus-de-gozar de la plusvalía de Marx.  Dos cosas: primero, la plusvalía de Marx implica el trabajo del obrero.  Y ustedes, pensando en el trabajo del obrero, pueden llegar a creer –porque es un modelo muy moderno- que al obrero hay que darle de comer para que reponga las fuerzas corporales, uno de los ejemplos típicos de la plusvalía de Marx es que un obrero requiere 4 horas de trabajo para obtener el producto necesario para alimentar y vestir su cuerpo.  El capitalista lo hace trabajar 8 horas y se queda con esas 4 que se convierten en plusvalía, plus capital que aumenta el capital.  Es un ejemplo típico pero es engañoso, es falso.  Este ejemplo es especialmente engañoso, porque la plusvalía es una ganancia obtenida en un sistema de producción social, que solo se verifica al nivel de las relaciones de clase planteadas en el capitalismo.  Digo, ¿cómo se materializa la acumulación de plusvalía como capital en el régimen de producción capitalista?  Se contrata la hora de trabajo a 10 pesos la hora, y supuestamente una industria es capaz de hacer valer la hora de trabajo promedio de sus empleados a 15 la hora, se queda con un 5, ¿verdad?  Pero 10 la hora es un valor de mercado, no lo contratan particularmente un obrero y un capitalista.  Si en el mercado la hora de trabajo vale 11, los obreros renuncian o hacen una huelga, o se van directamente.  O sea, ningún capitalista va a conseguir contratar la hora de trabajo a 5 ni la va a pagar a 15.  La va a pagar a 10, pero ¿por qué? Porque es valor de mercado.  Con lo cual, nunca pierdan de vista que la plusvalía es un concepto para entender el funcionamiento de una sociedad aunque se ejemplifique ingenuamente con la relación de un obrero con un capitalista. No hay relación entre el obrero y el capitalista, es todo vía el mercado laboral.  Y cualquier obrero sabe, cualquier obrero de la industria del vidrio sabe que si cierran las dos fábricas de vidrio más importantes, aunque él no perdió su trabajo estable sabe que perdió, perdió mal, porque el valor de su trabajo va a decaer, porque sobran empleados.  El valor del trabajo es un producto social, con lo cual no pierdan de vista que la plusvalía de Marx sobre la cual va a fundar Lacan el plus-de-gozar, no tiene que ver con el goce como satisfacción del cuerpo o satisfacción del goce del sujeto particular vinculado a su cuerpo.  Es un concepto de análisis de la economía social.  De hecho, el trabajo de Marx donde se desarrolla el concepto de plusvalía se llama El Capital, no  se llama sólo el capital, se llama El Capital, un estudio de economía política.  Lo que hace Marx es economía política. ¿Entienden lo que quiere llegar a decir la palabra “política” al lado de “economía”?  Es seguro que no es libidinal, y es seguro que no tiene nada que ver con la economía cerrada a lo satisfactorio o insatisfactorio en el individuo vinculado a su cuerpo.  Es economía política, y la plusvalía es un concepto de economía política.  Uds. me podrán decir que no saben qué quiere decir política ahí, bueno, es la polis.  ¿Qué va a querer decir política ahí sino la relación de todos los que están vinculados en una polis, que en la època de la polis, la polis era la unidad.  No existía Grecia, nosotros decimos la Grecia Antigua, “Grecia antigua” es la dificultad que tenemos los modernos para referirnos  al estado de la sociedad antigua en donde sólo había ciudades.  Los miembros oficiales de esas ciudades eran los ciudadanos, por eso es tan complicado  que nosotros llamemos los derechos del hombre y del ciudadano para el estado moderno, nosotros no somos ciudadanos.  Sí somos ciudadanos, somos fundamentalmente ciudadanos.  Pero el concepto de ciudadano moderno oculta que en realidad cada uno de nosotros participa de una familia colocada en el seno de una sociedad que muy difícilmente pueda acceder en los factores determinantes fundamentales la cuestión de los limites de una ciudad, o sea, quizás haya mas relación entre un porteño y un montevideano que entre un porteño y un chaqueño.   Y quizás tenga más relación un chaqueño con un paraguayo que con uno de Río Negro.  ¿Entienden?  Con lo cual no pierdan de vista que en economía política, el concepto de plusvalía sirve para pensar cómo se produce un valor en nuestra sociedad pero solamente producible y registrable y analizable a nivel social, no a nivel individual.  Plus-de-goce, Lacan lo obtiene de Marx, que se inscribe en este contexto.
La cita que quería leerles de esas dos clases del Seminario 16 “De un Otro al otro”, que podría ser de Dios al objeto a, o sea, dada la muerte de dios ¿cuál sería la posibilidad de trabajar en el hallazgo de algo que fuera valioso?  El concepto de valor en nuestra cultura está tan individualizado que se empieza a observar en los últimos 20 años lo que hace 40 años se veía con muy malos ojos, y era no padecer mucho el duelo.  Hace 40 años se veía con muy malos ojos en la ciudad que una mujer, una viuda, no estuviera destruida después de la muerte de su marido.  Si no la veían destruida, se suponía que era una loquita.  Ahora, si alguien pierde un familiar directo y uno lo llama para preguntarle como está, te dicen contento que están bien, que el lunes ya van a ir a trabajar y eso se ve favorablemente.  “No te preocupes, estoy bien”.  No sienten el duelo.   La perdida de x no altera el ritmo de vida cotidiano, se sigue yendo a trabajar,  “me voy a ir de viaje igual”.  A veces se duda en avisar de la muerte de alguien a alguno que está viajando para no arruinarle el viaje, pobre. Si ya se murió, ya está.  Observen cómo esa economía, cada vez más, se nos plantea como una economía individualista.  Donde hasta el sentido del duelo ha cambiado. De hecho, los cementerios están prácticamente desiertos.  No digo que esté bien ni que esté mal, lo que digo es que observen que lo que está bien o mal está cambiando cada vez más en el sentido de que lo que se valoriza es la economía de la satisfacción corporal individual.  Y habría que ver si eso –que tampoco esta ni bien ni mal- no está en serie con mayor o menor sufrimiento personal de cada uno.  ¿Entienden?  Si la epidemia de dolor crónico no tiene que ver con eso, que estamos todos encerrados en una economía no política. Que cada vez se plantea más que la economía no es política.  Igualmente, cuando las papas queman, parece que sí.  Cuando se estaban quemando los sillones del Congreso en la época de De la Rúa, pensábamos que o nos salvábamos todos o no se salvaba ninguno, ¿o no?  En algún momento pensamos que la sociedad tiene que servir para algo… veníamos de 15 años de individualismo férreo, tuvimos lo que tuvimos, no quedó un solo nexo social establecido confiable. 
Entonces, “De un Otro al otro”: clase del 13-11-68, Mayo francés, una revuelta propia de estudiantes universitarios, a diferencia de la última revuelta que fue de negros de la periferia de París, ¿recuerdan?  El Mayo francés se caracterizó por ser un movimiento universitario al cual luego se plegaron los sindicatos por un corto periodo.  Para nosotros es muy interesante pensarlo, porque Onganía hizo un golpe en contra de la universidad, revisen muy bien ese momento histórico, porque Onganía hizo un golpe contra la universidad, si ven la mesa desde la cual Onganía daba su “comunicado Nº 1” van a ver que estaba rodeado de todos los sindicalistas.   Los que no estaban eran los universitarios. No se olviden que uno de los golpes que afectó el futuro de este país fue en contra del saber.  Ahí se fueron todos los profesores, ahí se inventaron los grupos de estudio de psicoanálisis, no pierdan de vista que la costumbre de los grupos de estudio privados de psicoanálisis es un invento argentino, exclusivamente argentino, que los argentinos llevaron al exterior, y fue un invento que surgió luego del golpe de Onganía.


Clase 1 del Seminario 16:


Es en esto que ese discurso, en el punto del tiempo en que estamos es crucial.  Lo es en la medida en que define lo propio de ese discurso que se llama discurso psicoanalítico.


Es la primera vez que Lacan se refiere a que el psicoanálisis es un discurso, requerirá un año más, en el Seminario 17, para decir que es un discurso dentro de una lógica de cuatro discursos, pero aquí lo define como discurso, y es interesante porque si lo define como un discurso, no es un a experiencia.  Nosotros acentuamos mucho el valor de la experiencia porque acentuamos mucho lo experiencial corporal, pero aquí se trata de un discurso. 


“…cuya introducción, su entrada en juego en este curso importa tantas consecuencias. Sobre ese proceso de discurso ha sido puesta una etiqueta: el estructuralismo.


O sea, lo que establece primero en el primer párrafo de la clase 1 es que el psicoanálisis es un discurso y es un discurso en la misma medida en que el psicoanálisis se ha vinculado con el estructuralismo.  De hecho no se si ustede saben que para Lacan el estructuralismo fue un factor detonante del Mayo francés. Hubo Mayo francés porque había estructuralismo en Francia.


Segunda cita:


He allí eso de lo cual el estructuralismo es tomar en serio.  Es tomar en serio el saber como causa.


El estructuralismo es tomar en serio las cosas, seriarlas, hacer series.  Y especialmente es el saber como causa.  Si algo caracteriza al movimiento estructuralista es poner en serie, fundamentalmente poner en serie el saber como causa.   Saber-serie-causa-efecto.


Tercera cita, introduce a Marx y dice que va a relaciona el objeto a con Marx


“Lo importante es que Marx designa lo que quiere decir que se marcha,


demarche, que las cosas funcionan, ¿Cómo funcionan?


“… tanto que sus comentarios sean estructuralistas o no parecen demostrar que el es estructuralista.


Entonces tenemos que el psicoanálisis es un discurso vinculado al estructuralismo, el estructuralismo pone en serie, pone fundamentalmente en serie el saber como causa, y agrega que sépalo Marx o no, Marx es estructuralista, y es estructuralista porque puso un saber como causa.  ¿Cuál sería el saber como causa en MarX?  Por ejemplo, un marxista que va a la villa miseria, ¿a qué va a la villa?  A transmitir un saber.  Para los marxistas, el marxismo ¿no es científico?  Entonces el marxista ¿va a la villa a repartir bolsos con comida y plata para el colectivo?  No, el marxista no hace eso.  Al menos el marxista de libro.  ¿A qué va?  A transmitir un saber.  ¿Por qué? Porque el saber es causa de movimiento, si el proletariado adquiere ese saber, se pondrá en movimiento revolucionario.  Se puede decir entonces que Marx es estructuralista, lo que está en la causa es un saber, se darán cuenta de que las cosas se están ordenando hacia otro lado, acá no se trata del cuerpo biológico ni de pulsiones, no tiene nada que ver.


Cuarta cita, acá produce el plus-de-gozar y agrega.


“Esta función aparece por el hecho del discurso, por lo que ella demuestra ser en la renuncia al goce un efecto del discurso mismo


O sea, que plus-de-gozar es un efecto del discurso. Si el psicoanálisis es un discurso, puede tener como efecto plus-de-gozar, ¿se entiende la idea?


Quinta:


Alrededor del plus de gozar se juega la producción de un objeto esencial, cuya función se trata ahora de definir: el objeto a.


Entonces, como el psicoanálisis es un discurso y el discurso pone al saber en función de causa, causa el plus-de-gozar, ¿Cuál será ese plus que se producirá por el discurso analítico? El objeto a.  Entonces el psicoanálisis como discurso, operando el saber como causa, opera la producción de un objeto, el objeto a.


Es en el discurso sobre la función de la renuncia al goce donde se produce el termino del objeto a, el plus-de-gozar como función de esta renuncia bajo el efecto del discurso.  He allí lo que da su lugar al objeto a en el mercado, a saber en lo que define a algún objeto del trabajo humano como mercadería.   Así cada objeto lleva en sí mismo algo de Plusvalía. Así el plus-de-gozar es lo que permite el aislamiento de la función del objeto a


Esto sí es bien doctrinal, bien difícil de entender y bien una articulación Lacan-Marx, casi es un diagnóstico de sociedad.  Lo vuelvo a leer:


“Es en el discurso sobre la función de la renuncia al goce donde se produce el termino del objeto a,


¿Cuál es el discurso sobre la función de la renuncia al goce?  Podría ser el psicoanálisis, podría ser.  Entonces es en el psicoanálisis, como discurso sobre la renuncia al goce donde se produce el objeto a, no en cualquier discurso, no para todo discurso, para un discurso.


el plus-de-gozar como función de esta renuncia bajo el efecto del discurso.  He allí lo que da su lugar al objeto a en el mercado, a saber en lo que define a algún objeto del trabajo humano como mercadería.  


Es decir, para Lacan es por la función del efecto de discurso entre los cuales el discurso psicoanalítico es un discurso, que el objeto  adquiere valor de mercadería.  O sea, adquiere valor de mercado.  Lo que Lacan está proponiendo pensar es cómo el objeto a podría vincularse a valor de mercado, por ejemplo, primera pregunta:  el objeto a ¿es lisa y llanamente un objeto de mercado?  No, porque no se puede ni comprar, ni vender, ni intercambiar.  Si el objeto a inscribe algo de la condición particular de la posición deseante para cada caso, no podría ser lisa y llanamente un producto del mercado.  O sea, los objetos en nuestra sociedad tienen valor de mercado, ha habido una maniobra sobre el objeto, y es que tiene valor de mercado.  Una forma de pensarlo es la sociedad de consumo: siempre estamos queriendo cambiar el objeto por uno que tenga más valor de mercado.  Por ejemplo, en algunas sociedades como EEUU, la permutación de objetos por valor de mercado es de una velocidad mucho mayor a la que se da en Inglaterra, a pesar de ser ambos dos países muy ricos.  En Inglaterra no tienen tanto amor por cambiar una computadora vieja por otra nueva, si les anda y les sirve están tranquilos, no la cambian por la nueva, y es porque el valor que tiene para ellos es el valor de mercado.
Entonces,


He allí lo que da su lugar al objeto a en el mercado, a saber en lo que define a algún objeto del trabajo humano como mercadería.   Así cada objeto lleva en sí mismo algo de plusvalía.


O sea, cada objeto tiene valor de mercado, como la plusvalía es valor de mercado, cada objeto incluye plusvalía.


“Así el plus-de-gozar es lo que permite el aislamiento de la función del objeto a.


Una mercancía tiene una plusvalía que es el valor de mercado, estamos hablando de una sociedad que ha perdido los valores, estamos en esa genealogía.  Cuando nos sentimos mal, ¿no salimos a comprar algo?  Pero no a comprar algo que necesitamos, como hacer las compras en el supermercado, sino que salimos a comprar algo innecesario, ¿para qué?  Así recuperamos valor.  En nuestra sociedad los objetos en sí mismo tienen valor, inscriben plusvalía.  Se ha perdido el sentido, se ha perdido el valor moral, el religioso, pero ahora tenemos un valor que esta en plus en cada objeto, y ¿cómo es que est{a en plus en cada objeto? Es por el valor de mercado.  Entonces Lacan dice:
 
Así el plus-de-gozar es lo que permite el aislamiento de la función del objeto a.


Hay otro tipo de objeto que es lo que Lacan designa como objeto a, que en vez de tener un plus de valor como plusvalía, tienen un plus de valor como plus-de-gozar.


Se trata justamente de ver por qué algo de ese sujeto que desaparece como ser surgiente, producido por un significante para inmediatamente apagarse en otro significante como en alguna parte eso algo puede constituirse y puede en el límite hacerse tomar al fin por una autoconciencia.  Por algo que se satisface por ser idéntico a sí mismo. Pues precisamente lo que quiere decir esto, es que el significante bajo cualquier forma que sea que se produzca, en su presencia de sujeto bien entendido, no podría reunirse en representante de significante sin que se produzca esa pérdida de identidad  que se llama hablando propiamente el objeto a.


Entonces, nosotros tenemos que el sujeto es lo que un significante representa ante otro significante, por ser el sujeto, no el individuo, o sea, nosotros atendemos a una persona que para la sociedad es un individuo, pero operamos sobre el sujeto.   Tanto es así que operamos sobre el sujeto en la lógica lacaniana, ya que Lacan no disuelve el término sujeto cuando logra psicoanalizante y psicoanalista.  O sea, nosotros tenemos “psicoanalizante” que es un tipo, “psicoanalista” que es otro tipo, y además hay sujeto.  Un sujeto que est{a articulado de manera particular a esa persona que consulta. Ahora, ese sujeto, es el producto de la relación de un significante ante otro significante.  Por ser el sujeto un producto de esa índole, se caracteriza por la pérdida de identidad.  Lacan llama a la pérdida de identidad, objeto a. 


“…en su presencia de sujeto bien entendido, no podría reunirse en representante de significante sin que se produzca esa pérdida de identidad  que se llama hablando propiamente el objeto a.


Quiere decir que el objeto a es la inscripción de la pérdida de identidad que caracteriza al sujeto.  Problema lógico difícil, hay que plantearlo, porque si un sujeto carece de identidad, ¿qué quiere decir que nos refiramos a un sujeto en particular? Con lo cual –no lo vamos a trabajar hoy- pero no pierdan de vista que somos requeridos en psicoanálisis a trabajar con una lógica que permita conservar condición particular sin que la condición particular radique en identidad.  Entonces, objeto a es lo que articula las dos cosas:  el objeto a no es una mercancía, o sea, no es un objeto intercambiable en el mercado, el objeto a no es permutable como valor de mercado, pero es lo que permite articular la pérdida de identidad con la condición particular.


La última cita de la clase 1:


Las configuraciones económicas son caso contrario más propicias que aquellas lejanas aunque seguramente no enteramente impropias que en la ocasión son las que se ofrecían a Freud, las de la termodinámica.


La termodinámica saben que es la teoría fiísica moderna, paradigma absolutamente indiscutido hasta ahora de cómo concebir el funcionamiento de la energía para la física moderna en un sistema cerrado.  Las leyes de la termodinámica, los objetos se enfrían, no se calientan, o sea se pierde energía, no se gana.  Entonces  la termodinámica es la concepción fundamental de la energía en la física científica moderna.  Lacan en este párrafo dice que es más conveniente pensar al objeto a y su valor en términos de configuraciones económicas que en configuraciones energéticas.  Lacan nos está proponiendo entender el valor como valor social de una economía política y no como un valor energético. Con lo cual, está poniendo en tela de juicio la energética freudiana. 


Ahora sí, 5 citas de la segunda clase del Seminario 16, “De un Otro al otro”, 20-11-68, dice que ha hecho referencia a Marx, y dice:


A esta plusvalía, la de Marx, he colgado, superpuesto, enduido en su anverso la noción d e plus-de-gozar”


O sea, vean la intimidad en la que Lacan pone al plus-de-gozar con la plusvalía de Marx y no con la pulsión freudiana.  Les propongo que revisen estas dos clases, y todo el Seminario 16 y van a ver que Lacan no hace referencia alguna al cuerpo, ni al cuerpo biológico, ni al cuerpo pulsional, ni a la libido, son todas referencias ausentes.  Lacan está trabajando con el problema de la plusvalía marxista, o sea, una forma de entender políticamente cómo hay valor en nuestra sociedad, cómo algo tiene valor para nosotros sin que eso sea una mercancía del mercado, sin que sea por algo intercambiable.


“...pero allí vemos lo vivo del asunto en tanto que, como lo he destacado la última vez, en esta referencia exaltante, sobre todo para aquellos que ignoran hasta lo que la energética quiere decir, he sustituido una referencia que para el tiempo que corre  haríamos mal en sugerir que es menos materialista, una referencia a la economía política.


O sea, Lacan dice que sin que el psicoanálisis caiga en idealismos, o sea, seguimos siendo materialistas, ha debido hacer una sustitución de la energética freudiana por una economía política a la marxista.  ¿Entienden por qué? Al menos porque nos permite concebir al sujeto humano en una situación  social, mientras que una energética freudiana es absolutamente encerrada en un círculo cerrado. No se olviden que las leyes de la termodinámica son válidas para un sistema cerrado, mientras que la economía es siempre política.  Hay ídolos del individualismo moderno, por ejemplo el producido por Cervantes, Don Quijote.  Una quijotada ¿qué es?  Cuando uno va solo contra los molinos de viento.  Creo que no hay que olvidar que el gran ídolo del individualismo moderno es Robinson Crusoe, que estuvo 30 años en la isla, y armó ese ecosistema de subsistencia, que es perfectamente autosuficiente y que no requiere de la participación de nadie más.  Ese es el caldo de cultivo social cultural ideológico en el cual Freud produce los desarrollos ideológicos teóricos en  psicoanálisis.
Luego del nazismo, se podría decir, Lacan advierte de los problemas a los que lleva sostener que la esencia de lo humano radique en nuestra condición de individuos sostenido en lo que sería el interior de nuestro cuerpo biológico.  Entonces Lacan propone dejar caer la energética freudiana por una economía política.   Entiendan que lo que produce mucha insatisfacción para uno, puede ser aplicado por lo que produce, en la misma medida, satisfacción para otro. Puede ser que por no molestar a la madre, que alguien sufra tanto.  Y no es porque nacés con mucha pulsión de muerte entonces proyectás la pulsión de muerte que retalitativamente te vuelve y te da la posición… etc.,  que son todas explicaciones pensadas en sistemas absolutamente cerrados, individualistas, de base energética biológica.


“La energética no es convenible para el discurso psicoanalítico.


Vean lo que dice Lacan, y observen que el movimiento milleriano es absolutamente contrario, el movimiento milleriano a partir de la noción de goce y de plus-de-gozar nos quiere convencer de que se trata fundamentalmente de una energética, que es la energética del goce.


Anteúltima cita:


Es decir, la referencia a una constante que es precisamente lo que se llama la energía, en relación a un sistema cerrado, es otra hipótesis esencial del sistema energético


O sea, no pierdan de vista de vuelta la acentuación que hace Lacan del sistema cerrado. Tanto es así -lo del sistema cerrado- que en vez de resistencia del analista en la clínica pre-lacaniana –y que me parece que hoy se está trabajando de vuelta con la misma lógica- se trabajaba mucho con criterios de analizabilidad. O sea, si este sistema cerrado era o no analizable.  Y hoy se trabaja igual, con que hay modalidades de goce que son inanalizables.  Miller es un gran amigo de la medicación, porque él dice que la medicación muchas veces es necesaria para acotar el nivel de goce y que la persona entonces pueda hablar.  Con lo cual, observen que él no plantea que para acotar el goce habría que instrumentar la relación del psicótico con su madre, con el padre o la familia, si tiene que ver o no a los hermanos… Miller no considera que la economía de goce pueda ser regulable por otra cosa que no sea la pastilla.  Si le dan la pastilla, puede hablar.  Quizás podamos pensar la posibilidad de hablar de un psicótico a partir del tipo de relación que tiene con otras personas.  Por ejemplo, que no vea a la madre.  Habrán visto el efecto terapéutico que tienen las internaciones.  ¿Vieron ese efecto sorprendente? Que los pacientes mejoran al estar internados.  Y que nosotros cuando estamos en las clínicas no hacemos nada. O sea, los pacientes mejoran y nosotros no hicimos nada, nos la pasamos tomando café… o hacemos grupo terapéutico, que es un bodrio… pero si no pasa nada en las clínicas ¿cómo es que los pacientes mejoran?  Quizás porque dejaron de ver a la madre, que les come el coco de manera tremenda y los pone de la nuca, o quizás porque se lo alejó de la pelea permanente del padre y la madre, que lo desespera porque no puede hacer nada. Pero nosotros tendemos a pensar hoy que tiene que tomar una pastilla.


Última cita:


El proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado único, y esta es la referencia nodal, aquello por lo cual nosotros nos interrogamos.


Entonces, Lacan propone que se ha producido la unificación de la ciencia, hay lo que se llama “la ciencia”, antes había las artes, las siete o cuatro -trivium, cuatrivium- artes liberales, pero eran múltiples, no había nada que unificara las artes liberales.   Ahora, a partir del siglo XVI-XVII tenemos “la ciencia”, que Lacan siempre critica bastante, lo obvio del criterio de la ciencia.   Lacan dice que si una ciencia se caracteriza por tener un objeto, en algunos criterios epistemológicos ingenuos se considera que una ciencia se caracteriza por tener un objeto, ¿cuál sería el objeto de “la” ciencia?  Es un chiste de Lacan, pero me parece que a algún problema remite.  Bueno, entonces Lacan propone que se ha unificado la ciencia, y como la unificación de la ciencia trajo un mercado, dice por ejemplo, que si uno da conferencias, se las pagan. 


El proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado unico, y esta es la referencia nodal, aquello por lo cual nos interrogamos


¿Entienden qué es mercado único?  Que a un psicólogo que va a dar una conferencia al sur, se le pagan 100 pesos, y a un economista que tiene un master y que va a dar una conferencia a una petrolera, se le paga 10000 pesos.   Se les paga 100 y 10000 razonablemente, jamás un economista pediría 100 –ni loco- y jamás un psicólogo va a pedir 10000, salvo que no quiera ir a ninguna parte a dar conferencias.  Porque hay un mercado unificado y ese mercado unificado indica que empiezan a tener valor de cambio y que no es lo mismo arte que economía.  El que es artista y el que es economista, saben ellos mismos que uno va a hacer plata y el otro no… lo saben.  Vean que el mercado está unificado, y es un mercado de saber.


Es a partir de allí que podemos concebir que hay allí algo que en tanto que pagado a su verdadero precio de saber, según las normas que se constituyen del mercado de la ciencia, es sin embargo obtenido por nada, es eso lo que he llamado plus-de-gozar.


Es algo que se obtiene y que tiene valor vinculado a saber y que se obtiene de la nada. Digo, el significante en tanto tal no significa nada, la relación entre dos significantes produce sujeto pero no produce identidad, o sea, nada que sea idéntico a sí mismo, ¿Qué es algo que no sea idéntico a si mismo? Nada.  En la ontología occidental, si hay algo que caracteriza a la cosa es que sea idéntica a si misma, ¿Qué es A?  A=A, es lo primero desde donde partimos.  El plus-de-gozar no tiene que ver con la pulsión, ni con el malestar ni con la libido, ni con la satisfacción, ni con gozar placentera o displacenteramente de tocarse en algún lado, no tienen nada que ver con eso, que es donde todos suponemos que es donde se localiza el problema. Pero vean que hay todo un argumento de Lacan que ni se lo escuchó ni se lo registró y no pasó a la discusión por los psicoanalistas.  Es lo más insólito.  Lo vuelvo a leer.


El proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado único, y esta es la referencia nodal, aquello por lo cual nos interrogamos. Es a partir de allí que podemos concebir que hay allí algo que en tanto que pagado a su verdadero precio de saber, según las normas que se constituyen del mercado de la ciencia, es sin embargo obtenido por nada, es eso lo que he llamado plus- de-gozar.


Cada uno tendrá que ver si le interesa este tipo de reflexiones, tendrá que ver en qué momento de su formación en relación a Lacan está, si alguna vez va a leer o no va a leer el Seminario 16, si el plus-de-gozar le va a interesar, si va a seguir siendo freudiano como casi todos, si van a seguir pensando que tenemos pulsiones que exigen trabajo y que son como la sed y el hambre, etc.
Pero hay otro problema para lo cual esto puede ser muy útil y es la pregunta que vuestros pacientes seguramente les hacen a ustedes igual que a mí, y es por ejemplo: ¿para qué me serviría saber?  Miren cómo podemos volver a un núcleo muy obvio del práctica analítica.  Y a mí ¿para qué me serviría saber, qué obtendría por saber?  Yo pago, yo vengo acá y hago un trabajo –pesado a veces- nunca para el paciente es tan pesado como para el analista, se paga por ello, no es necesario que se pague con plata, puede haber psicoanálisis en el hospital, en la prepaga, no tiene que ser con dinero, un psicoanálisis no funciona mejor si uno paga más, el único valor no es el dinero, no pasa por ese registro.  Hay un trabajo que se realiza, hay un pago que se hace, un pago de creencia, de amores, a veces se vive en función de que se cree que se ama a alguien, y se termina el trabajo descubriendo que no se amaba a ese alguien sino que se lo odiaba.  Yo tengo ahora en tratamiento a una paciente –que es analista- que estuvo 15 años en tratamiento con otro analista, y me dijo que su analista anterior se había enamorado de su padre -del padre de la paciente- y que ella entró odiando al padre (a su padre) y salió amándolo.  En este caso sería inverso, porque ahora estamos trabajando que en realidad había motivos para odiarlo.  Lo que pasa es que como la analista se había enamorado de ese padre de referencia…  Hay un pago que se hace, hay un costo que el trabajo analítico tiene, ¿por qué saber produciría un valor?  El plus-de-gozar, como objeto a, es justamente para nuestra cultura, aquello que podría tipificar según la teoría de Lacan, lo que se podría obtener en un análisis obviamente, más allá de los efectos terapéuticos, se podría obtener un saber.
Ahora, como a ese saber -el que se podría obtener como efecto del trabajo analítico- a ese saber Lacan lo designa objeto, no pierdan de vista porque también hay una pasión por lo real y una cosificación muy grande en nuestra sociedad, muchas veces se desvaloriza al mero hecho del saber si el saber no produce objetos de cambio.  Por ejemplo, si un hombre es un super erudito mundial en música africana de los siglos XI, XII y XIII, y por su trabajo de investigación cobra una renta universitaria de 300 pesos, por más capo que sea mundialmente en eso, para su madre, su mujer y su hija, ese hombre es un tarado total.  Porque le dirían: ¿para qué te sirve tanto saber si no podemos ni tener un auto ni irnos de vacaciones?  O sea, mientras que cambiar de coche automáticamente en nuestra sociedad es signo de éxito y de que a alguien le va muy bien.  ¿No se dice así?  Si se dice así es porque se piensa así.
Con lo cual, observen que para la voluntad de poder… ¿alguno tiene a algún político en análisis?  Uno que se dedique a la política…  ¡no se analizan!  Los políticos no se analizan, porque para la posición de voluntad de poder, el psicoanálisis no sirve.  Ellos quieren asesores de marketing, pero para obtener más poder.  Los políticos no se analizan, son como los perversos… no tenemos clientela.  Observen que estamos trabajando en una práctica, que es la del análisis, donde estamos trabajando que el sujeto en cuestión se caracteriza por la pérdida de la identidad.  A esa pérdida de identidad podría haber una ganancia de condición particular, esa condición particular sería una forma de concebir el ser, uno no sería lo que es por una identidad sino por una diferencia.  A esa pérdida de identidad que podría ser designada “ganancia en diferencia”, a esa pérdida se la llama objeto a.   A esa pérdida de identidad se la llama objeto a.  Ahora, hay una operatoria que quizás sea exclusiva del psicoanálisis para nuestra cultura, en la cual, se pueda producir un valor en plus, valor a partir de ¿qué? Creación ex-nihilo, de la nada, de esa falta de identidad se puede producir, según Lacan -yo no vengo a decirles cómo se analiza ni para qué sirve el análisis, son dos charlas sobre el concepto de goce de Jacques Lacan- entonces según Lacan, a la pérdida de identidad propia del sujeto del significante, puede haber una ganancia en función de la operatoria –y por eso llama al objeto a “objeto” -.  Falo, en el álgebra lacaniana se llama “” pero no se dice objeto fi, no es el objeto fi minùscula.  Lacan no lo llama el objeto fi minúscula.  Al objeto a, Lacan no lo llama “a” lo llama “objeto a” minúscula.  ¿Por qué lo llama “objeto”? O ¿por quÉ no llama objeto al falo? Lacan le agrega un valor de objeto, ¿a quÉ? A la falta de identidad, a la nada, que se articula a la posición subjetiva.  Lo llama “objeto” porque se puede hacer algo con eso.  ¿Qué se puede hacer con eso?  Se puede producir el valor. ¿Y cuál es el medio para producir valor sobre esa nada o esa falta?  Saber. 


Una indicación colateral:  ¿vieron de dónde saca Lacan la tipificación de objeto para pensar la tranferencia a partir del Seminario 8 y de El Banquete de Platón, y a partir de ahí en toda su enseñanza?  ¿Se acuerdan cuál es el objeto con el que trabaja Lacan para pensar la transferencia  desde El Banquete de Platón? Lo obtiene del diálogo socrático y de ahí en más queda tipificado para pensar la transferencia:  agalma, en su plural, agalmata.  Es un objeto –si quieren leer sobre esto el que se dedica a estudiarlo es Louis Gernet, en antropología de la Grecia Antigua, tiene un artículo que se llama “El concepto de valor mítico”- Lacan toma al analista como agalma y al objeto de valor en la transferencia como agalmata.   Saben que Sócrates era un tipo despreciable, feo y desagradable, desprolijo, asqueroso.  El mecanismo que utilizaba Sócrates era la mayéutica, y consistía en producir algo mediante preguntas, como si fuese una partera de la verdad.  Alcibíades, que era un personaje muy especial, que fue expulsado de la ciudad, define a Sócrates como el agalma, el objeto valioso, escondido dentro de una caja de Sileno, que es un sátiro, y dice que dentro de esa caja horrible que es Sócrates, él encuentra un objeto de valor y lo llama agalma.  Los agalmata eran los objetos de valor mítico en la Grecia Antigua, eran por ejemplo los trofeos que se le entregaban a un general luego de ganar una batalla, eran el símbolo de haber ganado esa batalla:  un trípode, una espada, una corona de laureles hecha en oro, pero no tenían valor de mercado.  No era permutable, porque no valía su peso en oro, era por el valor mítico.  En general se decía que habían sido entregados por los dioses, etc.  Entonces lo que Lacan está proponiendo a nuestra cultura es una forma de entender lo que se produce en un análisis como rescate del efecto afanisíaco del significante sobre el sujeto, como producción de saber.  Y eso tiene valor de objeto, para operar con ese saber, para hacer algo con ese saber.  Y la metáfora que utiliza para referirnos es el objeto en la Grecia Antigua, que tiene valor mítico. 
Un dato:  los agalmata funcionaron en la Grecia premonetaria.  Saben que Grecia fue la primera sociedad que acuñó moneda, pero los agalmata funcionaban en la época premonetaria.  O sea, la metáfora de Lacan para tipificar la transferencia y el valor de la palabra del analista…  un ejemplo:  cuando ella al volver a la casa le dice al marido “Me parece que en los últimos años estuve un poco caprichosa” y él le dice “¡Ya sé, te lo vengo diciendo hace años y nunca me diste bola!”, y ella le contesta, “Sí, pero ahora me lo dijo mi analista”, y el tipo se desespera. “¿Te lo tenía que decir ese tarado, y yo te lo vengo diciendo hace 8 años, y hacía falta que te lo dijera ese?”   Y sí, hacía falta que se lo dijera el analista. Y el pobre tipo se desespera más ahora, porque se da cuenta de que su palabra no tiene valor.  ¿Por qué tiene valor la palabra del analista? ¿Cómo entender ese valor?  Bueno, Lacan para dar metáfora de ese valor utiliza agalma, que es un objeto de valor mítico, o sea, derivado de los dioses, que su valor es absolutamente social en una sociedad premonetaria.


Bueno, hasta aquí lo que preparé, si alguien tiene alguna pregunta, objeción, comentario para hacer…


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A.E.:  (sobre Robinson Crusoe)  es la primera metáfora ecologista de Occidente, él tenia un supermercado,  lo que sacaba del árbol lo ponía en el supermercado, pero no ponía en el supermercado más que lo que él iba a consumir, no necesitaba de nadie más.


Comentario inaudible


A.E.:  nunca lo dice.  No hay un solo renglón en que Robinson Crusoe diga que extraña a alguien… ¡ni a una mina!  No hay un solo renglón en donde ese hombre adulto y sexualmente normal diga que extraña a una mujer. Más aún, el día que aparece Viernes, que él encuentra huellas humanas, las borra.  Que Lacan lo toma como una maravilla, y para mí es el desastre del individualismo.  La primera marca que él encuentra de otra persona en la isla, lo primero que hace es borrarla.  Para Lacan es la maravilla del significante. Pero me parece que se comió un caramelito Lacan... Para mí es el colmo del individualismo, porque jamas habla de una mujer, jamas habla de otra persona, no extraña.  Uno se puede imaginar que Robinson Crusoe extrañaba, pero léanlo y van a ver que no extraña. 


Comentario inaudible


A.E.:  claro, así es la paradoja de nuestra situación cultural.  De hecho, los filósofos modernos que están pensando este problema –Nancy, Esposito, Agamben y otros- hoy, todos ellos dicen que no hay respuesta a este problema. No hay cómo concebir el vínculo social en el Occidente moderno.  Esposito hace el trabajo más fuerte –muy influenciado por Lacan aunque no lo cite en ese punto- lo que propone como teoría del vínculo social es “nada en común”, o sea, no tenemos nada en común –que es lo que decimos todos- o justamente lo que tenemos en común es la nada, siempre y cuando se la conciba como objeto a.  Pero si no se la concibe como objeto a, es goce… entonces nada en común es cada uno en la suya, que es otra forma de concebir el mundo moderno.  Y fíjense que el psicoanálisis, se posiciona tanto de una manera como de otra, y creo que está ganando la posición individualista, donde se cree que cada sujeto –como el psicoanálisis acentúa la condición particular- es más que nunca un individuo que se masturba de la manera que más le gusta, que es arreglárselas con su propio goce.  Que es la dirección de la cura propuesta por el psicoanálisis más numeroso y más vigoroso de la actualidad que es el milleriano.


Comentario inaudible


A.E.:  y no.  Lo que se propone es que el saber es impotente frente al goce, no todo se puede saber, no se puede saber todo, pero justamente lo mas importante es lo que no se puede saber, que es el goce, que es la verdad más verdadera, lo real de lo real.  El saber es engaño, y el psicoanálisis es un timo; eso es lo que dice Miller en su último libro citando a Lacan.  El psicoanálisis es una estafa, porque te hace creer que podés llegar a saber, cuando en realidad el saber es una elucubración que intenta arreglar el goce que es la verdad.  O sea, vean que se pueden tener las dos políticas totalmente contrarias, en el psicoanálisis, y ambas pueden ser sostenidas desde Lacan.  Por eso me parece que es importantísimo la posición ética que tomemos nosotros.  Pero me parece que la clave hoy maás que nunca es la posicipon ética en el análisis, o sea, si el saber tiene valor o no, si existe o no existe el Otro, Lacan dijo que no existe el Otro del Otro, no que no exista el Otro.  Y Miller dice que Lacan dice que no existe el Otro del Otro, pero lo que èl (Miller) dice es que en realidad quiso decir que no existe el Otro.  ¡Pero si no existe el Otro no tenés que psicoanalizarte!  Uno se tiene que arreglar solo…  Con lo cual observen que la discusión de estos problemas es de enorme actualidad, pero especialmente porque produce dos psicoanálisis totalmente contradictorios.  El problema con el que yo me encuentro –se los digo en confianza- es que soy el único que dice esto. 


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A.E.:  estamos diciendo que hay dos psicoanálisis contradictorios –no digo que solo haya dos psicoanálisis, digo que hay al menos dos, de orientación lacaniana, que son contradictorios-, uno que tiende al individualismo del goce, que apunta a que el saber es engaño neurótico, que lo real es el goce, que el goce proviene del cuerpo y que lo que tiene que producir un análisis al final es convencer al sujeto  de la banalidad del saber respecto de lo real del goce.  Lo que yo propongo es que hay otro psicoanálisis que también se puede desprender de muchas citas de Lacan que sostiene absolutamente lo contrario: que para Lacan el concepto de goce no es satisfacción corporal, no es satisfacción pulsional, no es algo que provenga del cuerpo, que es la falta de identidad del sujeto, que el sujeto no coincide con el individuo y que la operatoria que propone Lacan es justamente que lo que se puede producir en un análisis es una operatoria con el saber.  A mayor déficit en la operatoria en el saber, más sufrimiento neurótico.  ¿Para qué me puede servir saber?  Para todo.  Especialmente para sufrir menos, ya que se sufre de más.  Y me parece que llegó la hora de analizar, de contemplar, de considerar, los efectos de los psicoanálisis millerianos.  Hay muchos fines de análisis millerianos.  Habría que ver si no producen muchas posiciones locas, melancolizadas, ¿cómo están los analistas millerianos después de su análisis milleriano completo y su pase? No es insultar ni faltarle el respeto a nadie, es un trabajo mínimo que me parece que los analistas tendríamos que hacer y es ver qué efectos clínicos produce nuestra práctica para ver qué tipo de práctica vamos a elegir.   No se trata acá de producir herejías por estar “haciendo mierda” a Miller.  No estoy haciendo mierda a Miller.  Más aún, lo he nombrado como el psicoanalista vivo más importante del campo del psicoanálisis. Pero me parece que tiene una dirección de la cura que se la podría poner en serie con la de Freud, la de Anna Freud, Melanie Klein, Jacques Lacab, y ver cuáles son las diferencias.   Me parece que de Lacan se podría desprender otra.


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A.E.:  el corte entendido como sesión corta, cuando en realidad habría que preguntarse si después de 1000 sesiones cortas se produce un corte… digo, si se corto el síntoma histérico, el síntoma neurótico.  Si no, son falsos cortes.  De hecho, la sesión de 50 minutos también se termina, un analista de 50 minutos también tiene que decidir cuándo termina, también corta.  Pero el asunto es si corta el síntoma.  O sea, la sesión ultracorta, de menor cantidad de minutos posible, y el silencio total del analista, me parece que indica que se odia al saber.  Que se produzca la menor cantidad de elaboración de saber, porque eso es neurótico.  Habría que discutir si eso es curativo o si es patológico, la producción de saber.


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A.E.:  bueno, gracias a Dios tenemos un andarivel para hacerlo.  Lacan en los últimos diez años, practicó a rajatabla el psicoanálisis de un minuto, o de 15 segundos.  Y no decía nada. Ni hola, ni chau.  Y hay 10 ó 15 libros de pacientes que se analizaron con él y publicaron su biografia analítica con Lacan.  Ahora salió uno que es maravilloso, El dia que Lacan me adoptó, de Gerard Hadad.  Se llama así, no es un chiste.  Ahora, “el día que Lacan me adoptó” no es el testimonio de su entrada en análisis, sino ¡el testimonio de su salida!  Uno podría decir ¿salió como el hijo de Lacan? Tuvo como 15 años de análisis con Lacan, es un testimonio importantísimo.  Para mí terminó muchísimo mas neurótico obsesivo de lo que entró.  Y que el transcurso de su vida en esos 15 años fue un tormento para el su mujer y sus hijos, de una manera increíble.  También está Una temporada con Lacan de Pierre Rey, Viaje a Translacania de Perrier, El loro y el doctor de una brasilera, hay un montón de libros.  El asunto es empezar a hacerlo.  Pero no lo hacemos… como tampoco evaluamos los efectos clínicos de los análisis de Freud, no?  El hombre de los lobos quedó loco total, para siempre.  Desencadenó una psicosis definitiva.  Dora fue una catástrofe, terminó en un acting.  ¿acaso los lacanianos no se maravillan del “¿qué lugar usted ocupa en eso de lo que se queja?” y fue una cagada total de Freud, porque en realidad lo primero que habría que haber trabajado era la cagada que se mandó el padre, el señor K, la señora K y la madre, cómo puede ser que ella haya sido objeto de un oscuro cambalache.  Pero no, en la primera de cambio le mando el “qué lugar ocupa usted”.  Es como decirle a la tipa violada:  “¡Y… Ud. también con esa minifalda...!”   Ratas:  un éxito terapéutico total, salvo que se murió al año siguiente en la guerra.  Me podrán decir que Freud publicó todos sus fracasos por su posición ética. Y es verdad, es maravilloso.  Pero bueno, podemos estudiar esos fracasos.  Y también podríamos estudiar por sus efectos a los análisis annafreudianos y kleinianos.  ¿O somos absolutamente inocentes respecto de la desaparición absoluta del psicoanálisis en el mundo anglosajón?  ¿Por qué no hay más psicoanálisis en el mundo anglosajón? ¿ Quizás por los efectos de los análisis annafreudianos y kleinianos, porque no servían para nada. Si el psicoanálisis desapareció del mundo anglosajón, ¿por qué fue?  ¿Por qué la gente no se quiso analizar más? Quizás porque los analistas dirigieron mal las curas y transformaron los análisis en algo absolutamente inservible.  Pero ¿vieron que esta crítica no se hace?  Hay mucha represión en nuestro medio. Hay mucho miedo, mucha represión, mucha política. Mucho ídolo, “a Freud no me lo toquen, a Lacan no me lo toquen, a Miller no me lo toquen...”  Los antimillerianos argentinos, los de Convergencia y Lacanoamericanos, son antimillerianos.  ¿Qué dicen de Miller? Nada.  No publican un solo artículo, no comentan nada.  No dicen nada. Perdón, ¿eso no es represión a la freudiana? ¿No es represión? Está totalmente reprimido entre los antimillerianos hablar de Miller, ¡y entre los millerianos hablar de Miller!  ¡Hoy en antropología a Lévi-Strauss le dan con un caño!  Lo critican todo el tiempo, eso pasa en todas las disciplinas.  Pero nosotros estamos atascados en un miedo… Me parece que es el miedo propio de practicar una disciplina tan difícil.  Como no sabemos lo que tenemos que hacer, no sabemos qué tenemos que decir en cada sesión ni por qué decimos lo que decimos, mi impresión es que mejor no hablemos de lo que hacemos ni de lo que dice el otro, así el otro no habla de lo que decimos nosotros…Pero esto así puede llevar a la muerte definitiva del psicoanálisis, que para mí está próxima.


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A..E.:  ¡todavía no empezamos a criticar a Freud!  Criticado por todo el mundo extensamente… y nostros no leemos las criticas que se le hacen a Freud. No hacemos criticas a Lacan. ¡Como puede ser que ni Freud ni Lacan se haya equivocado en nada? No lo puedo creer.


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A.E.:  yo creo que sí, pero no por la cantidad de tratamientos que hay, sino porque los analistas consumen pastillas y mandan a sus pacientes a consumir pastillas. Las neurociencias han ganado porque todo Occidente es neurocientífico.  Todo lo que te pasa viene del cerebro, entonces tomate algo. El sujeto es el cerebro…  Esa es la versión que ganó.


Comentario inaudible


A.E.:  les cuento una anécdota.  El jueves pasado con un grupo de colegas hicimos una actividad que se llamó  “El psicoanálisis según Jacque-Alain Miller”.  4 reuniones para trabajar.  ¿Saben cuántas personas vinieron? Tres, exceptuando a los organizadores y yo.  ¿Puede ser que en Buenos Aires no haya interés para discutir lo que dice Miller más que para tres personas?   Yo creo que las cosas están mal. No soy optimista.  De hecho en Francia el psicoanálisis esta para atrás, esos psicoanalistas franceses famosos que venían acá en la época del uno a uno, ¿saben cuántos pacientes atienden? 3.  Miller tiene 30… 22 todos argentinos, españoles e italianos.   Si entran en Francia a una librería encuentran un libro de Doltó, dos de Jung y ninguno de Lacan ni de Miller.  Miller tiene 40 libros de su autoría publicados en 25 años de enseñanza.  35 en coautora. ¡saben cuantos son en francés?  8.  De su autoría 2.  en coautoría 6.  No hay psicoanálisis lacaniano en francia.  El retiro del psicoanálisis en Europa es patente, evidente día a día. No creo que haya que rasgarse las vestiduras porque no haya mas psicoanálisis.  Estamos en un momento muy especial. Tendríamos que ver qué vamos a hacer, me refiero a qué forma puede adquirir esta posición ética como oferta a la sociedad.  Tal vez no tenga que ser psicoanálisis, ¿por qué tendríamos que seguir amarrados a Freud?  Es una posición ética la que estamos ofertando.  Hable, hable con alguien, hable para ver si lo que a usted le pasa tiene que ver con otro alguien. E intente establecer la lógica de lo que a usted le pasa, hablando con alguien sobre otro alguien. El inconsciente es el discurso del Otro. 
Bueno, dejemos aquí, muchas gracias.






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