A menudo escuchamos por parte de los psicoanalistas que dicen seguir a Lacan, una heterogeneidad de frases referidas al goce, como: "el goce es lo real", "el goce es la pulsión de Freud", "lo mas importante a descifrar tras el síntoma es el goce corporal" y muchas otras mas, siempre todas referidas a la localización, la fuente o "lo real" del goce. ¿Eso es lo que dice Lacan acerca del concepto de goce, o lo que dice el Freud en Miller?.
Digamoslo de una vez:
a) Se supone a Miller como el portavoz del psicoanalisis de Lacan (ya sea por razones politicas como las escuelas lacanianas, económicas por ser el editor de los seminarios, y familiares por ser el yerno de Lacan).
b) Los lacanianos siguen a Miller para seguir a Lacan.
Pero...
c) Miller es freudiano, el mismo lo ha reconocido publicamente: "uds si quieren sean lacanianos, yo soy freudiano"
d) Hay una diferencia epistemica y metodologica entre Freud y Lacan.
Conclusión...
e) Los psicoanalistas que se dicen lacanianos, son epistemicamente y metodologicamente: freudianos o "algo" distinto a Lacan.
Para sostener este tipo de razonamiento me sostengo en la lectura propia de Lacan por un lado, y de la postura al respecto de estos temas de Alfredo Eidelzstein por el otro.
Alfredo Eidelsztein:
lo que voy a plantear implica un trabajo en continuidad de las dos reuniones,
es decir, propongo para hoy algo así como una introducción al problema, e
intentaré justificar por qué el goce es un problema, por qué hemos llegado a la
cuestión del goce; y en la segunda reunión voy a intentar hacer un planteo de
lo que para mí es la concepción específica que Lacan aporta en torno al goce
como concepto en psicoanálisis, y que es la noción de plus-de-goce o
plus-de-gozar. Para la reunión de hoy,
de la bibliografía que utilicé para sostener mis argumentos, la única que es de
psicoanálisis es la única clase del Seminario sobre los Nombres del Padre de Jacques
Lacan, y los otros autores, si bien no son psicoanalistas, en los libros que yo
consulté trabajan mucho el psicoanálisis y si bien no en todo el libro, hay
muchos capítulos dedicados a Freud y a Lacan, ellos son: Umberto Eco, La estructura ausente; de Jean-Claude Milner El periplo estructural, de Jacques Le Brun El amor puro, y de Michel Foucault Historia de la sexualidad, Vol I, “La voluntad de saber”, cap. 5,
El derecho de muerte y poder sobre la vida.
Para la próxima reunión, donde les propongo trabajar plus-de-gozar, voy
a trabajar los Seminarios 16, 17 y 18 de Lacan, y voy a hacer eje en el
Seminario 16 para trabajar el desarrollo de Lacan del saber como goce del Otro,
del 17 los cuatro discursos en relación a plus-de-gozar y en el 18 el discurso
como lazo social. De hecho, es importante
establecer que esos tres desarrollos son producto de cada uno los seminarios,
para nosotros es habitual decir que para Lacan el discurso es lazo social, pero
les advierto que Lacan recién lo produce en el Seminario 18, y en el 17, donde
trabaja la estructura de los cuatro discursos no cuenta con esa noción. No es tan importante la diacronía en sí
misma, pero a veces revela qué tipo de problemas encuentra un autor, y más un
autor como Lacan que tuvo una enseñanza muy vasta de muchos años y muy creativa,
y también podríamos decir que estas diferencias indican cómo Lacan mismo
encontraba que tenían respuesta sus desarrollos como retorno de su público
hacia a lo que él trabaja, o sea, en los cambios que se van produciendo en los
seminarios uno puede establecer cierta dialéctica, como retorno a lo que Lacan
produjo en seminarios anteriores.
Entonces, lo
primero para la reunión de hoy ya esta en el título: el concepto de goce de
Jacques Lacan, o sea, lo que yo propongo que va a ser la idea que voy a intentar
argumentar de la manera más coherente para ustedes hoy es que “goce” es un
concepto. Esa es mi propuesta. Al decir que es un concepto, quiero decir que
rechazo que sea un fenómeno, que sea una energía o que sea una fuerza. En ese sentido, si uno acepta que goce es un
concepto y no un fenómeno, no hay que peder de vista que frases tales como “hay
un goce”, o “hay cuatro tipos de goce” o “hay un punto de goce”, implican un
salto, porque en realidad si se trata de un concepto se lo estaría tratando
como un fenómeno. ¿Entienden? Porque en
vez de decir “hay un goce”, habría que decir “interpreto que tales fenómenos
expresan algo de lo que en psicoanálisis lacaniano se considera en términos de
goce”.
Para pensar este
problema, que es un problema arduo y no solamente para nosotros sino para
muchas disciplinas, me parece que el mejor ejemplo es el trabajo que hace Eco
en La estructura ausente, que es un
libro de semiótica, Eco es un gran semiólogo que tiene varios intentos de
desarrollos sistemáticos de semiótica. Este es uno, pero tiene trabajos muy
importantes que él intenta que sean muy concretos, y es importante para
nosotros porque toma muy en cuenta los desarrollos de Lacan. A diferencia de la gran mayoría de los semiólogos
que no toman en cuenta a Lacan para nada.
En la sección D de
este libro, Eco trabaja la estructura ausente, que es el título del capítulo y
es lo que él quiere proponer: que la estructura es una ausencia, que no es algo
que esté presente; y en el subtítulo del capítulo lo expresa con mucha
claridad. El título del punto 2 de la
sección D es “¿Realidad ontológica o sistema operativo?” Dentro del capítulo,
para que sea más claro para ustedes ya que están acostumbrados a pensar así,
donde están inmiscuidos conceptos psicoanalíticos con categorías filosóficas,
por ejemplo lo ontológico. La pregunta
que hace Eco es si el estructuralismo es ontológico o metodológico. Primero el planteo del problema que hace Eco
es: la estructura con la que se trabaja en el estructuralismo, sin entrar en
detalle, para esos autores, la estructurra ¿posee ser?, o sea, la estructura
¿es algo que es? Para decirlo mas
abreviadamente: mediante estructura,
¿nosotros queremos indicar que es un ser?
Porque podría ser no más que un conjunto de ideas que nosotros tengamos
y que las apliquemos a los fenómenos para hacerlos inteligibles, esa es la
propuesta de Piaget en torno a la función del estructuralismo, que es la de
aportar inteligibilidad a las cosas, o sea, que lo que el ser humano quiere
estudiar sobre el ser humano, mediante la aplicación de la noción de estructura
se hace más comprensible. Ahora,
observen que es externo al fenómeno, es el investigador quien sostiene, posee,
la idea del sistema de ideas estructuralista y lo aplica a los fenómenos. Otra cosa es suponer que en los fenómenos se
manifiesta algo que posee ser en sí mismo y que es la estructura. De hecho la
posición de Eco es bien clara, porque dice que si la estructura es un ser, en
todo caso será un ser ausente. La
estructura ausente. Eco es un autor muy
importante para ser tenido en cuenta por nosotros, no sólo por la relación que
tiene con Freud y Lacan, que es muy íntima, sino por la relación que tiene con
la Argentina, a ninguno se le puede escapar que el clérigo ciego, Burgos, es
Borges, que cuida la biblioteca, bueno, en este capítulo, a esta altura, Eco
trabaja la nocion de inconsciente, así que observen la comunidad. Y yo respecto a eso quisiera plantearles el
mismo problema: estructura, goce o concepto de inconsciente ¿hay algo que sea inconsciente? Para probar la cuestión ontológica, que es
sumamente difícil especialmente en la actualidad luego del enorme desarrollo
que aportó Heidegger, que para colmo es un autor muy difícil, en Ser
y Tiempo ahí mismo se trabaja sobre el ser y el tiempo, el mismo problema
del ser. Por ejemplo, para ustedes ¿hay
algo que sea inconsciente? ¿Hay algo que sea en sí mismo inconsciente? Por ejemplo, los sueños, cuando decimos que
los sueños son formaciones del inconsciente,
¿qué estamos queriendo decir con eso? ¿que los sueños son inconscientes?
Por ejemplo, que los sueños están hechos de inconsciente? ¿Que toman de la
materia inconsciente y con eso se hacen?
¿O que en realidad hace miles de años que la gente sueña y que en la
actualidad los sueños han adquirido cierta forma tal que se les puede aplicar
una lectura que implique la noción de inconsciente? Les advierto que si alguno de ustedes se
animase a hablar –en esta charla se puede interrumpir y hablar- si alguno me
hubiera dicho en tono de enojado “Sí, sí, los sueños son inconscientes”, les
advierto que por ejemplo, Dodds en Los
griegos y lo irracional, que trabaja muchísimo Freud, todo el libro es
material de los griegos antiguos y clásicos y Freud, se pregunta si los sueños
que soñaban los griegos en la Grecia Antigua eran formaciones del inconsciente
en el sentido en que lo plantea Freud y la respuesta categórica es no. Porque si un griego antiguo soñaba que tenía
relaciones sexuales con su madre –cosa que para nosotros… les doy un
ejemplo: un paciente soñó que mantenía
relaciones sexuales con su madre, a tergo, ningún problema se le presenta a él
en ese momento hasta que su partenaire sexual se da vuelta y él ve que es la
madre, y en el sueño, dice, “yo la seguía cogiendo, no lo puedo creer”. O sea, para él era intolerable porque él
esperaba que si se daba vuelta y era la madre, él tendría que haberse
retirado. Un griego de la Grecia
Antigua, podríamos hipotetizar que se hubiera retirado, pero lo habría leído
distinto respecto de su responsabilidad sobre eso, podría preguntarse por qué
los Dioses lo habrían hecho soñar semejante cosa, qué le estarán queriendo
decir los Dioses al hacerlo soñar eso.
Vean que nosotros lo leemos en clave individualista ¿cómo puede ser que
yo sea tan asqueroso? Sin la clave
individualista nosotros no podemos trabajar un sueño, porque si le hiciéramos
asociar libremente a un griego, tendría que asociar libremente sobre por qué a
los Dioses se les ocurrió hacerlo soñar con eso. ¿Se entiende? Con lo cual, los sueños no son
en sí inconscientes. Otro argumento
mucho más complejo en el cual no voy a entrar ya que muchos no van a estar de
acuerdo y habría que argumentar bastante, no para que estén de acuerdo, sino
para que tengamos bien planteado el problema; es que para mí en la psicosis los
sueños no son formaciones del inconsciente.
Tienen más bien una estructura mucho más parecida a una alucinación. Con
lo cual, sin presentar muchos argumentos podríamos decir ahí que hay sueños que
sí son formaciones de inconsciente y hay sueños que no. Ahora, hay sueños que son formaciones del
inconsciente no por la pasta con la que están hechos, sino por lo que se puede
hacer después con ellos, o sea, se los puede poner a hablar. No porque provienen de una caverna como la de
Platón y que ven la luz, sino porque son capaces de ser tramitados de tal
manera que algo de la índole de la verdad en juego, advenga.
Comentario: (inaudible, se pregunta en relación al
ejemplo del sueño del coito a tergo con la madre)
A.E.:
vos te referís a contenido manifiesto y contenido latente? No, yo no trabajo con contenido manifiesto o
latente, trabajo con el texto como si no tuviera profundidades, no trabajo con
latencias. Todo lo que dice el texto lo dice en el mismo nivel.
Comentario
inaudible
A.E.:
claro, estamos de acuerdo, el sueño es y no es, que es la categoría de
todas las existencias. El sueño es y no
es una formación del inconsciente. Eso es una existencia y nosotros tenemos que
distinguir entre existentes y seres.
Justo el ejemplo que estaba preparando para decirles ahora, es que un
niño le pregunte a su padre: “Papá ¿Dios existe?” Que es la pregunta que
esperamos, en el momento en que se formula la pregunta bajo esa forma, ya
tenemos un nuevo creyente, pero si pregunta “Papi, Dios ¿es?” Yo en el lugar
del padre iría a consultar, esta todo mal con este chico, ¿Cómo si Dios es?
¡Dios existe! La pregunta es por la
existencia de Dios, y de hecho, es y no es la vez. Ni la iglesia católica es capaz de digerir
con facilidad que Dios sea y no sea a la vez, por ejemplo que una monja le vaya
a contar a su padre confesor que Dios le ha hablado. Porque el cura le diría.. . bueno, pero ¿en
qué sentido te habló? Porque es “me
habló” pero no me habló… porque una cosa es que ella diga que en ese momento
está escuchando la voz de Dios que le dice que el cura es homosexual, por
ejemplo. Y ahí ya la iglesia no la
pondría de santa… por esa relación que tiene con Dios la pondría de loca. Ahí tienen una forma de trabajar el problema
de la existencia y del ser.
Bueno, otra forma
de presentar el argumento: Jean-Claude Milner, El periplo estructural, en su último capítulo sobre el
paradigma. Es un libro magnífico. Ahí
Milner dice que hay muchos paradigmas que caracterizan a Occidente y que él
propone uno, que tiene la virtud de servir para pensar el estructuralismo y la
estructura, y los problemas por ejemplo de la sociología, la antropología y el
psicoanálisis. Y este paradigma es el de
la oposición entre physei y thesei,
Milner dice que physei podría
ser según la naturaleza, y thesei –es
physis y tesis, la física y la tesis, el argumento- según cultura, según
convención, según sociedad. Physei comprende a todo aquello que
depende del orden regular del mundo, y thesei
de la voluntad colectiva cociente o inconsciente de los hombres, cultura,
sociedad, ideología, etc. O sea, si
aprovechamos esta oposición propuesta por Milner, que es un enorme especialista
en lingüística y en la obra de Jacques Lacan, en función de esa oposición la
propuesta que quiero desarrollar yo es: no niego que haya sensaciones dolorosas
y placenteras. Y uso el verbo “hay” para indicar el ser. No niego que haya excitaciones, no niego que
haya percepciones, obviamente, lo que pongo en tela de juicio es que el goce en
psicoanálisis sea physei. Lo que quiero trabajar hoy con ustedes es
que mi posición –ni siquiera digo que sea la posición de Lacan, en todo caso es
mi lectura de Lacan, Lacan es un autor que tiene muchas lecturas, de hecho yo
busco mucho en internet y en el CD, buscadores de Freud y Lacan, y entre todos
los que busqué no aparece la expresión
“concepto de goce”, miren qué notable.
O sea, yo estaría dando una conferencia sobre algo que Lacan nunca dijo,
Lacan nunca dijo “concepto de goce”. Al
menos hasta donde llegan mis buscadores.
Entonces, pongo en tela de juicio que el goce en psicoanálisis sea physei.
Hacerlo es mi posición y es la posición que promuevo en psicoanálisis,
no afirmo que no haya goce, no afirmo que no haya nada de la índole del ser que
pueda ser designado goce, porque decir que no hay goce es lo mismo que decir
que hay, es la misma lógica del ser, hay
guita –no hay más guita, pero es la misma índole del ser. Digo que Lacan se encontró con un problema en
psicoanálisis y que para responder a ese problema estableció el concepto de
goce, que no tiene nada que ver –nada que ver- con aquello que proviene del
cuerpo biológico tridimensional, de la índole del placer o del displacer, ni
siquiera bajo la forma de la repetición, o sea, si alguien se rasca todo el
tiempo sin parar y se lo cuenta a un psicoanalista y se queja porque se lastima
de tanto que se rasca, les propongo es no es respecto de eso, de por qué esa
persona se atarea tanto en rascarse, no es para eso para lo que se desarrolla
el concepto de goce. Lo propongo más
bien como un diagnóstico de la inserción del psicoanálisis en nuestra cultura o
civilización, o sea, que para
caracterizar a nuestra civilización o cultura, o sea podríamos llamar el
malestar en la cultura que nos caracteriza, goce es un concepto que sirve para
dar cuenta de cómo el psicoanálisis se inserta en la civilización o la cultura,
para dar cuenta del tipo de malestar en nuestra cultura. Y me parece que con esa noción de goce lo que
se está intentando también es de darle a la posición del psicoanálisis un
sentido, una orientación, o sea, que respecto de ese problema que el
psicoanálisis diagnostica a través de su inserción en la cultura, el concepto
de goce implica una posición ética, o
sea, según qué concepto de goce uno tenga, va a tener una posición ética
respecto de cierto problema que el psicoanálisis podría estar diagnosticando en
la sociedad, un problema que quizás hasta podría justificar la existencia del
psicoanálisis, y es que quizás haya cierto tipo de malestar en Occidente que
justificó la aparición, el desarrollo y el sostenimiento del psicoanálisis en
Occidente. Es muy notable que no haya
aparecido en otra sociedad, y que las otras sociedades sean tan resistentes a
la admisión y difusión del psicoanálisis como sucedió en Occidente. O sea, me pregunto más, no tanto por lo que
propuso Freud en términos de sus conferencias y textos, sino por qué Occidente
tomó tanto la propuesta de Freud, por qué se difundió, o sea, por qué tuvo
éxito Freud. Hubo muchos autores que
propusieron cosas magníficas y nadie les dio cabida, ¿por qué Freud tuvo tanto
éxito?
El concepto de
goce de Jaques Lacan, además de trabajarlo como concepto, con el título estoy
queriendo decir mediante el “de”, que es de Lacan, o sea, que propongo que hay
allí una novedad, un concepto nuevo. Con
lo cual, estoy queriendo decir que no es un concepto que estaba en Freud ni en
los podsfreudianos anteriores a Lacan.
Es un concepto creado por Lacan y que fue creado por Lacan en
determinado momento de su enseñanza. Si
ponen en el buscador “goce” van a encontrar que la palabra aparece en 270
textos de Lacan, no que aparece 270 veces, para el buscador que yo tengo cada
clase de El Seminario de Lacan es un
texto y cada capítulo de los Escritos
es un texto, así lo cortó el que hizo el CD.
En 270 clases de El Seminario y
270 capítulos de Escritos de Lacan,
aparece la palabra “goce”. Si se fijan,
son desde el Seminario 1 y desde el
escrito de antropología hasta el último seminario y el último escrito, o sea,
la palabra “goce” está a lo largo y a lo ancho de toda la enseñanza de Lacan,
me refiero a goce como palabra.
Pero bueno, una
palabra no es necesariamente un concepto, de hecho la palabra trieb en alemán es una palabra y hay que
ver en qué usos es concepto psicoanalítico y en qué usos es palabra del idioma
alemán. Lo mismo sucede con Unbewusste,
hay ver en qué momento se la utiliza con significados establecidos y en qué
momento se la utiliza en sentido freudiano.
Ya con psicoanálisis no hay ese problema, porque como es un neologismo
freudiano, no hay problema de confundirlo con una palabra de la lengua. Lacan aquí no utiliza un neologismo, utiliza
una palabra de la lengua francesa y nos trae este problema de tener que ver
cuándo la utiliza como palabra y cuándo como concepto. Yo les propongo que el
surgimiento del concepto de goce en la enseñanza de Lacan que es en torno del
seminario que debiera haber sido el 11, que es el de Los nombres del
padre. Años 63-64, existe una sola
clase, el día anterior Lacan se había enterado de que había perdido en las
negociaciones, que lo habían tachado consecuentemente de la lista de didactas
de la IPA, o sea, no podía analizar a analistas y que ese análisis lo
habilitara como analista a su vez, no lo echaron como psicoanalista de la IPA,
seguía siendo reconocido como analista de la IPA, lo habían tachado de la lista
de didactas, o sea, sus pacientes no se recibían de analistas a partir de ese
momento, o sea, se tenían que buscar otro analista autorizado para hacer un análisis
didáctico. A pesar de haberse enterado
el día anterior, Lacan decide dar esa clase, con lo cual habría que pensar muy
bien si esa clase no debería haberse llamado la clase 1 del Seminario 11. Porque ahora no tiene número, en el CD que yo
uso se llama 10 A, no saben cómo ponerla.
Mas aún, Jacques-Alain Miller tiene un trabajo bastante extenso sobre
esa clase, no, sobre ese seminario y lo llama “el seminario inexistente”. Cosa que es increíble, porque si está esa
clase… de hecho acaba de ser publicada esa clase, entonces, ¿Cómo va a ser
inexistente un seminario cuya primera clase está publicada? Más aún, que Lacan ya sabía que lo habían
echado y la quiso dar… bueno, a mí me parece que la noción de goce es lo que
Lacan produce y quería desarrollar en ese seminario que debería haber sido
numerado 11 y se llamó Los nombres del padre.
En ese mismo seminario Lacan dijo “que se jodan” no lo doy ahora ni lo
daré nunca. Si yo tuviese un paciente
que me dice “no se lo dije ahora ni se lo diré nunca”, por ejemplo que la ama,
a ella, que lo recagó. Si yo tuviera un
paciente así, ¿no creen que se le va a escapar todo el tiempo por todos lados?
Represión y retorno de lo reprimido. A
mí me parece que retorna todo el tiempo esto que Lacan dijo que no iba a decir
jamás, retorna todo el tiempo, ¡hasta hay otro seminario que se llama
igual! El de “Los desengañados se
engañan” (Les non-dupes errent), también se puede leer “Les
noms du père”, o sea se puede leer que los
que no se engañan se equivocan, pero también se puede leer los nombres del
padre, de hecho él en la primera clase dice ¿se dieron cuenta que se puede leer
los nombres del padre? Y dictó todo otro seminario con el mismo nombre… fíjense
si no lo volvió a dar.
¿En qué contexto
de su enseñanza aparece el concepto de goce?
Les propongo que en esta clase de Los Nombres del padre, o sea, lo que
Lacan tenía para decir de los nombres del padre, esa clase es del ‘63, “Kant
con Sade” que es del ‘62-‘63, “Subversión del sujeto...” que no sabemos qué
fecha tiene, porque la conferencia es del ‘60 pero el escrito tiene fecha ‘66,
y la clase 18 del Seminario 9 que es del ‘62.
La pregunta es entonces en qué contexto de su enseñanza aparece el
concepto de goce, o cuál es el problema que intenta resolver. Les propongo que además, producir un concepto
implica un posicionamiento frente a ese diagnóstico. ¿Cuál? Les propongo que es el siguiente -esto
esta entresacado por mí de los textos de Lacan que cito, de otros textos de
Lacan que he leído, no he leído todo, de los textos de los autores que cité y
otros más que leí, y de mi posición personal, o sea, quizás todo esto no sea
mas que el engaño que mi propio fantasma y la insuficiencia de mi análisis me
dejan ver, quizás haya goce y es duro como una piedra y lo tengo incrustado y
no lo quiero reconocer porque estoy neurótico, eso me lo dirán ustedes, yo no
llego a tanto, después de 23 años de análisis con 3 analistas no llego a darme
cuenta de eso. El diagnóstico para mí es
el siguiente: que la modalidad fundamental de nuestra cultura ¿saben que en
alemán civilización es cultura y cultura es civilización? ¿Sabían? Lo que Freud
publicó como “El malestar en la cultura!”, es malestar en la civilización. ¿Conocen la diferencia entre civilización y
cultura? Uno podría decir “civilización maya” y poner todas las culturas que
participan esa civilización, o sea, civilización comprende más que cultura,
porque hay culturas dentro de una civilización y no civilizaciones dentro de
una cultura. Pero en alemán es al
revés. Así que se trata de la modalidad
fundamental en nuestra civilización, de velar la castración del Otro. El concepto de goce surge para responder de
una forma determinada a un diagnóstico. Un diagnóstico ¿de qué índole? De cuál
es la modalidad fundamental de nuestra civilización -o sea, la civilización
occidental, con todas sus modalidades culturales- de velar la castración –esto
sería en Freud, con Lacan habría que decir la falta- del Otro. ¿Cual es la
forma fundamental de nuestra civilización de velar la castración o la falta en
el Otro? ¿Cuál es? El goce de Dios. O sea, nuestro problema es el goce de Dios.
El concepto de
goce es un concepto que viene a funcionar en psicoanálisis como para poder
concebir esta forma de nuestra cultura de velar la falta del Otro bajo la forma
del goce de Dios, e indica una posición que Lacan propone para el
psicoanálisis, la posición de Lacan es “No hay goce del Otro, no hay goce de
Dios” ¿entienden? Eso no posee ser. Para Lacan, en todo análisis, mas allá de la
particularidad de cada caso, los síntomas, lo que hay que trabajar con cada
neurótico para que llegue a analista, es trabajar la forma particular en
nuestra civilización de velar la falta del Otro. ¿Cómo se vela la falta del Otro? Mediante la aceptación
del goce de Dios, para nuestra civilización, según Lacan, o sea, para nosotros,
Dios goza. Nuestra posición ¿cuál
es? “No hay goce del Dios, y no “Dios no
goza”, porque sería seguir sosteniendo
el “hay”, lo que nosotros atacamos es el “hay”.
No hay goce de Dios.
Un poco de citas de Lacan, para que no tengan que
estar pensando que estoy loco, que están escuchando acá a un delirante en lugar
de estar haciendo otras cosas. Entonces
citas de Lacan así los delirantes somos dos, y uno con el prestigio que tiene
Lacan. De “Kant con Sade” elegí las
fundamentales, y justo se entienden.
Para los que son grandes lectores de la enseñanza de Lacan, les evoco la
siguiente cuestión: ¿vieron cuánto
interés le pone Lacan al final de su enseñanza a los perversos y a los
místicos? Si lo vieron, ese es el
problema. Por qué Lacan se interesa
tanto en la mística cristiana -no trabajó para nada la mística judía- y cómo se
interesó por la perversión. De hecho, ya
pueden anotar de un lado los nombres del padre y père-version, la perversión como una versión del padre, quizás
tenga que ver con el goce. Me parece que se empiezan a acomodar algunos
términos que al menos no los obliga a levantarse ahora e irse. Hay algunos
términos que podrían justificar que se quedaran escuchándome. “Kant con Sade”, dice Lacan:
“Sin duda,
el cristianismo educó a los hombres a ser poco quisquillosos del lado del goce
de Dios”
Con lo cual, si nuestra civilización puede ser
caracterizada por el cristianismo -a mí
no me parece zarpado, menos que menos la nuestra- entonces hay algo que tuvo
como efecto sobre los hombres del cristianismo y es que sean poco
quisquillosos. Lacan es un autor, no es Dios, no dice todo, uno puede seguir
leyendo mas allá de él a veces, no digo que todo lo que uno lea en Lacan él lo
haya puesto, pero digo, este “quisquilloso”, es importante que lo tomen en
cuenta porque si conociesen más el tema del goce en la enseñanza Lacan sabrían
que él lo articula a las cosquillas.
Entonces parece que Lacan estuviese diciendo además que el cristianismo
tuvo algunos efectos en las cosquillas de los hombres en relación al goce de
Dios. Seminario 10, el de la angustia,
clase 13, viene hablando de Sade:
“También el tiene relación con
Dios, esto se manifiesta por doquier en el texto de Sade, no puede avanzar un
paso sin hacer referencia al ser supremo en maldad, de quien resulta muy claro
para él y para quien habla (Lacan), que se trata de Dios.”
O sea, Lacan dice que el ser supremo en maldad de
Sade es nuestro Dios, nuestro Dios único.
El Dios judeo-cristiano, no sé cómo llamarlo, desde hace un siglo es un
lío cómo llamarlo porque tiene varios nombres. Antes de Cristo tenia un único
nombre, era muy fácil, era impronunciable y había eufemismos para referirse a
él. Luego de Jesús, ya tuvo varios
nombres, digo, Jesús mismo es un nombre de Dios, con lo cual ya ahí… pero
entonces, Lacan dice que el ser supremo en maldad es ese Dios, el Dios de los
cristianos. Sigue diciendo de Sade:
“Hace un
esfuerzo loco, considerable, agotador, que hasta deja escapar su meta para
realizar el goce de Dios”
Entonces todo el esfuerzo sadiano es para realizar
el goce de Dios. No sé cómo toman
ustedes la palabra “realizar”, pero podríamos tomarla como un pasaje a lo real,
o sea, tendríamos algo simbólico, o algo que es imaginario, podríamos decir
“realizar” como un pasaje a lo real. Si
vieron la película de Sade, habrán notado el esfuerzo denodado de Sade por
escribir que está representado en esa
película, que hasta escribe con sangre, hay un afán, ¿cuál es ese afan? Quizás lo podamos leer como propone Lacan:
realizar el goce de Dios. Todavía no
aclaramos nada, estamos ordenando los primeros términos.
Ahora, en seminario de Los nombres del padre, dice:
“Aquí se
marca la línea divisoria entre el goce de Dios y lo que una tradición le asigna
como deseo, deseo de algo de lo cual se trata de provocar la caída, esto es, el
origen biológico “
Es Lacan, tenemos frases fáciles pero es Lacan, no
es Minguito Tinguitela, ¿Vieron el cuadro de Caravaggio, “El sacrificio de
Isaac”? Habrán visto que aparece un carnero, Lacan interpreta ahí -Lacan es un autor muy simpático, muy loco en
un punto, muy creativo, interpreta todo, tiene miles de interpretaciones
increíbles- él dice que el sacrificio -y
hay que ver si era el sacrificio de Isaac o el sacrificio de Abraham, porque el
hijo primogénito que hará que sus descendientes sean numerosos como los granos
de arena, como las gotas de agua… para un viejo de 80 años casado con una vieja
de 70 y estéril… una vez que embocás una así…matar a ese hijo hay que ver el
sacrificio de quién es- para Lacan la aparición del carnero indica ahí
claramente si el Dios es asesino, si reclama sacrificios humanos, de hecho me
parece que no es muy difícil de aceptar que
los sacrificios de animales en los altares del Gran Templo, cuando entra
Cristo y arma el quilombo que saca a patadas a los usureros, ¿se acuerdan? no
es otra cosa que la sublimación de anteriores sacrificios humanos. Entonces es un Dios que quiere sangre, pero
para Lacan lo que se juega en ese Dios que desea sangre, que quiere sangre, es
matar el origen biológico del ser humano, o sea, que el ser humano quiera
sangre, que seamos carnívoros. O sea,
para Lacan lo que esta en juego ahí bajo esa escenificación es el retorno de un
problema de la religión judía que es el origen biológico del ser humano, donde
comíamos sangre de animales vivos, si quieren pensarlo de otro lado, Claude
Lévi-Strauss, lo crudo y lo cocido. Como
si se estuviese ahí reiterando el pasaje de lo crudo y lo cocido. De cuando comíamos carne cruda a pasar a
carne cocida que para Claude Lévi-Strauss es la marca de la civilización.
“Aquí está la
clave de este misterio donde se liga la versión desde el punto de vista de la
tradición judaica, la práctica de los
ritos metafísicos sexuales respecto a lo que une a la comunidad en la fiesta en
lo que hace al goce de Dios.”
Entonces vieron que para Freud hay una teoría de la
fiesta, se acuerdan del banquete
totémico y la prohibición de comer, pero en la fiesta se podía volver a comer
lo que en todo el año estaba prohibido, esa era la lógica de la fiesta, pero es
una teoría de la fiesta, hay otras, superiores, pero entonces lo que propone
Lacan es que toda la tradición judía -y en esto lo toma a Freud como judío, no como descubridor de la horda primitiva- es lo
que quedó enclavado como problema en el judaísmo, es el pasaje a un Dios
carnívoro, a un Dios real, a un Dios que goza; o un Dios que desea, un Dios
cuyo nombre es impronunciable, del que no puede haber imágenes, se entiende
ahora por qué el escándalo con el becerro.
En el texto, el becerro de oro es la aparición de otras divinidades,
pero para Lacan sería el retorno de lo biológico. De hecho, si conociesen un poco de mística
judía, las cosas no son tan claras como en el versito canónico, por ejemplo,
había dos divinidades, uno era Behemot que es el monstruo terrestre y otro que
es Leviatán, que era el monstruo marino devorador de hombres, con lo cual
observen ustedes que lo que Lacan dice es que con el becerro retornan Behemot y
Leviatán, o sea, divinidades animales, biológicas, que comen carne cruda, en
oposición a un Dios que es un Dios de deseo, que carece de nombre, que son
cuatro letras, impronunciables, que carece de imágenes, se entiende la
oposición: uno es bien carnal y en el otro está abolido todo lo que es de la
índole del cuerpo. Ni siquiera imágenes.
Tres citas más, Seminario 16, Clase 23, acá yo hice
un salto, porque no queda claro si estamos hablando de tradición cristiana o
judía. Al final del Seminario 16, “De un
Otro al otro” -que no está publicado- en la clase 23, dice Lacan:
“Estamos en
vías de decir que en nuestra cultura todo se resume a esta dialéctica del amo y
del esclavo. No olvidemos que la génesis
judeocristiana, su primer muerto es aquel que no tengo necesidad de recordar
pero del cual nadie parece haber destacado que (es Caín) es hacer la misma cosa que él. Eso place de tal modo a Dios…”
Se acuerdan de Caín y Abel, ¿cuál fue el problema?
No la solución del problema… la solución del problema fue que Caín mató a Abel,
pero ¿cuál fue el problema? Que Dios
prefirió el sacrificio de Abel, ¿por qué? ¿Qué sacrificio dio Abel? Abel era
ganadero y dio animales y Caín era agricultor y dio trigo. Y Dios vio con buenos ojos la sangre, ven de
vuelta el problema, ya en las primeras páginas del Génesis lo tienen. ¿Entienden lo que está diciendo Lacan? Que Dios pide sangre, no por nada vio con buenos ojos el sacrificio
de Abel y no por nada la solución fue que mataran a Abel, fue como si Caín
hubiese dicho, dejémonos de joder, si querés sangre… ¿esto es lo que querés?
Dar el diezmo o dar el sacrificio para sociedades tan atrasadas podía querer
decir dar lo único que había para alimentar a los hijos, si quieren estudiar
este problema pueden leer de Mauss el Potlach,
el sacrificio de la riqueza, cosa que Marx nunca entendió. Si Marx hubiese
leído Mauss, no habría marxismo. Marx
arrancó con que no había fetichismo por la mercancía, y en los pueblos más
pobres, más antiguos de los que tenemos referencia, siempre hubo fetichismo por
la mercancía, que se quemó. Siempre se
mató lo mejor, pero después te quedás sin comer. El gobierno de Australia no sabe si prohibir
o no el potlach, porque es una guerra
entre los consuegros, el padre de la novia sacrifica 10 animales, y el del
novio otros 15, y entonces el de ella sacrifica 10 más y el del otro 5 más,
sería un empate técnico… ¡pero después no tiene para comer el resto del
año! Bueno, aquí estamos en esa
situación, porque Caín dice que el también dio todo lo que tenían para comer,
entonces no es eso lo que vos querés, no es que yo me sacrifique y mis hijos
pasen hambre, no es que vos querés que te pague con lo primero que surja de la
tierra todas las primaveras, sino que vos querés sangre, sos sanguinario, entonces
si vos querés sangre, te voy a dar sangre.
Y ahí mata al hermano. Es
interesante las perspectivas. Entonces
ahí tenemos la polaridad de dos dioses:
un Dios carnal que quiere sangre, y un Dios del deseo, sin cuerpo ni
nombre ni imagen, que quiere cosas de la índole de lo sublime. ¿Se entiende la oposición?
“Esto place de
tal modo a Dios, estos corderos que él sacrifica, eso cosquillea, de un modo
tan manifiestamente visible a sus narices, pues al fin el Dios de los judíos
tiene un cuerpo.”
Les recomiendo para eso, de Harold Bloom, Jesus y Yahvé, los nombres divinos, es
muy interesante cómo trabaja la presencia corporal del Dios entre los judíos
antiguos, era un cuerpo. Lacan lo dijo
40 años antes.
“Esto
es, ¿qué es la columna de humo que precede
la migración israelita sino un cuerpo?”
¿Se acuerdan la columna de humo, no? Moisés los sacó de Egipto y ¿cómo hacían para
no perderse? Además de que caía maná del cielo, había una columna de humo que
era el cuerpo de Dios, dice Lacan.
“Caín ve a Abel favorecer en ese punto al goce de Dios por su
sacrificio, y cómo no va a dar él ese paso, el de sacrificar al sacrificador a
su turno.”
Dos citas más, Seminario 18, tiene varias versiones,
esta es conocida como la versión A, hablando de André Gide, Lacan dice:
”Mediante lo cual pescaba muy bien que
había ahí un punto de preocupación que lo salvaba evidentemente del abandono de
su infancia…”
Gide fue abandonado en su infancia y dice que esto
lo salvaba de ese abandono.
“Todas su
bromas con Dios eran en fin algo totalmente compensatorio para alguien que
había comenzado tan mal. No es
privilegio suyo, había empezado hace tiempo, no di mas que una lección en mi
seminario como lo llaman, algo sobre el nombre del padre...”
o sea, está hablando de esa única clase del
Seminario sobre Los nombres del Padre.
“...naturalmente,
comencé por el padre mismo, en fin, hablé durante una hora o una hora y media
del goce de Dios”
Ven cómo Lacan evalúa esa clase, en el Seminario 16
dice que esa clase fue una hora u hora y media sobre el goce de Dios. Si leen esa clase, no es tan claro, hay
leerla buscando de qué habla para encontrar de qué habla, del goce de Dios.
“Si dije que
era una broma, mística, fue para no volver a hablar nunca de eso. Es cierto que desde que no hay más que un
Dios, solo y único, en fin, el Dios quiso emerger una cierta era histórica, es
justamente este el que molesta al placer de los otros, inclusive solo cuenta
eso.”
Entonces Lacan dice que su sem de los nombres del
padre… el de una sola clase, de lo unico que hablo en esa hora y media fue del
goce de Dios, y dice ¿que Dios?, el nuestro , el unico, y si ese existe, ese es
el que molesta al placer de los otros, tenganlo en cuenta, nuestro Dios, el
unico, es uno que molesta el placer, y encima es causante de displacer.
Y la última cita, del Seminario 20, clase 6, ese
sí está publicado, “Aún” o “Encore” dice Lacan:
“A la postre,
naturalmente, el cristianismo terminó inventando un Dios que es quien goza”
esta cita me la pasó María Inés Sarrailet.
Si no les parece mal, podríamos hacer una enorme y
gigantesca y muy arriesgada diacronía, donde tendríamos que en nuestra
tradición religiosa judeocristiana, hemos comenzado con un Dios carnal que
goza, si quieren un nombre para ese Dios, podrían investigar Baal, que quiere
decir en los idiomas arameos “Señor”, que era un Dios carnal que gozaba. Luego un pasaje a un Dios del deseo, un Dios
que está más en la serie de presencia-ausencia, del sí y del no, es un Dios que
no tiene imágenes, cuyo nombre es impronunciable, al que está prohibido
construirle ídolos, si ustedes quieren, un Dios muy sublimado. Y lo que Lacan
propone es que finalmente, a la postre, finalmente en esta diacronía -que cualquier historiador religioso me
sacaría a patadas, pero nosotros no estaríamos trabajando si es cierto o no,
estamos trabajando la cuestión del goce en la teoría del autor que para mí
introdujo el concepto- entonces para Lacan lo que sucede en nuestra
civilización es que se reintroduce el Dios del goce. ¿Cómo se reintroduce? A
través de Jesús, Jesús el Cristo, produce en una época muy, muy especial de la
religión judía… la religión judía se caracteriza por dos grandes momentos:
cuando se les presenta un Dios omnipotente y se les habilita el ganar todas las
guerras, y vieron que desde la salida de Egipto, con el poderosísimo ejército
egipcio, los judíos que eran unos muertos de hambre, gracias a la ayuda de Dios
atraviesan cosas que otra manera nunca hubieran podido, hasta las guerras que
se dan en Canaan para conquistar esas tierras, tan sólo con la ayuda de Dios
las ganan, por ejemplo, Jericó, dieron siete vueltas, tocaron la trompeta y se
cayeron las murallas, miren qué fácil.
Bueno, yo diría que con Maradona… ¡cualquiera! Lo que quiero decir es que con un Dios así
¿quién no va a ser creyente? Con Roma y con Babilonia se arma una joda, que se
llama la destrucción del Templo, dos veces acontecida, que es la casa del
señor, pero el problema de la destrucción del Templo tan sencilla por
Nabucodonosor y los romanos, es que ese Dios ya no es más omnipotente. Si te liquidan en una batalla, ya está, ¿se
dan cuenta del problema? Cambió el estatuto de la omnipotencia divina, es ahí
cuando surgen los profetas y empiezan a profetizar la caída del pueblo de
Israel en el futuro, es un pueblo que no tiene futuro, porque está siendo
castigado por sus pecados. Esos son los
profetas de la época de Jesús, Jesús nace en una época fuertemente profética y
mesiánica del pueblo de Israel.
Entonces, hasta ahí la secuencia histórica en la cual que les propongo
que es la lectura que hace Lacan para introducir el concepto de goce.
Entonces, no destaco del Seminario 7 de La ética del psicoanálisis, la relación
goce-pulsión, o sea, rechazo que el concepto de goce se sostenga de donde lo
que lo hacen sostener todos los lacanianos, que es en la relación
goce-pulsión. Aunque leí, como todos,
que en el Seminario 7 Lacan dice que
el goce es la satisfacción de la pulsión.
Para mí esa frase no dice nada, porque para nosotros satisfacción ya era
concepto, Freud decía que la pulsión tiene cuatro elementos constitutivos y que
uno de ellos era la satisfacción.
Cambiarle a la satisfacción freudiana de nombre, eso no me interesa para
nada, ¿entienden? Si la satisfacción
antes se llamaba Roberto y ahora se llama Luis… ¿Lacan le cambia de nombre a
las mismas cosas freudianas? Lo que era
pulsión, ¿es goce en Lacan? Yo creo que no.
Me parece que hay otro diagnostico que hace Lacan, que Lacan trabaja con
otras herramientas y produce otra solución. Entonces, rechazo la relación
goce-pulsión y rechazo la relacion goce-cuerpo propio. Lacan dice como 500 veces “sólo hay goce del
cuerpo propio”, yo rechazo que haya sido en torno a eso que se produjo o se
creó el concepto de goce y que haya una concepción nueva de Lacan en
psicoanálisis. Entonces rechazo que se
trate de la pulsión o de la satisfacción de la pulsión.
El problema del que se trata es el goce del
Otro.
Y si hubiese pizarrón yo escribiría: j(A) –al entre paréntesis Lacan propone
leerlo “del”- o sea, el problema del que se trata es del goce del Otro.
Y el concepto de goce en psicoanálisis es una
respuesta al problema de que en nuestra cultura se vela la castración con el
goce del Otro.
Ahora les voy a leer cuatro citas de un libro
maravilloso que se llama El amor puro, de
Platón a Lacan un trabajo de investigación crucial para nosotros, el autor
es Jacques Le Brun. Este libro trata de lo que se llamó la
“querella del amor puro” 1760-1780-1790.
Les voy a leer en cuatro citas qué es el amor puro:
“Si se
encuentra la noción de un puro amor, es desde el punto de vista de la
superación de las luces y de los pensamientos”
¿Ven? La erradicación de lo simbólico. Si hay un
puro amor, eso no se piensa, no se racionaliza, eso se siente. Un puro amor. El primer problema que tenemos es un puro amor
que es sin nada de la índole de lo racional, es un rechazo de lo racional.
“El amor puro
incluye, implícitamente, el goce de Dios. Y mas aún, el amor puro, a partir del
goce de Dios, nos da nuestra beatitud”
O sea, si nosotros sentimos un amor puro, no
racional, hacia Dios, el goce de Dios por nuestro amor puro, nos hará beatos,
nos hará puros, santos.
Fénelon es el autor más importante del desarrollo de la
querella el amor puro y autor fundamental de los libros sobre el amor puro.
“Fénelon no deja de
destacar esa diferencia divina, signo de la superioridad infinita de Dios y de
su perfecta libertad. Su antojo y su
arbitrariedad. El antojo y la
arbitrariedad divinos trazan así según Fénelon la
figura de un otro omnipotente.”
Ya nos sentimos de vuelta en psicoanálisis, estamos
trabajando cuál es la figura imperante en nuestra civilización de la
omnipotencia del Otro. Ahí tienen que hacer un trabajo, que es el pasaje del
narcisismo como rechazo de la propia castración (Freud) a que el problema
neurótico sea la omnipotencia del Otro y la falta en el Otro (Lacan). Es la oposición Freud-Lacan. Para Freud la posición del neurótico se
regula por su narcisismo, y su narcisismo significa el rechazo de su propia castración. Por eso los kleinianos son los analistas que
dicen “bueno, todo no se puede”, porque estaban queriendo atacar el propio
narcisismo, de querer uno hacer todo. Pero Lacan dice que ese no es el
problema. El problema en la neurosis, tal como la enfrenta el psicoanálisis es
la omnipotencia del Otro, que ya no es la castración sino el problema de la
falta o falla en el Otro. Y entonces
este autor está trabajando directamente este problema, porque mediante el amor
puro, se garantiza la omnipotencia de Dios. ¿Cómo?
“El antojo y
la arbitrariedad divinos trazan así según Fénelon
la figura de un otro omnipotente, de
insondables designios, no el Dios de orden y la razón, sino el del Antiguo
Testamento,
¿Ven? Es judío, es del Antiguo Testamento
“… que los
antropomorfismos bíblicos sugieren mejor que las conclusiones abstractas de los
filósofos”
o sea, lo que Fénelon
dice es que mediante el amor puro, que él sostiene, que el Papa en 1699 ya le bajó el pulgar, ahora van
a entender claramente por qué, pero lo que él propone es que hay que volver al
Dios antropomórfico –un hombre- que goza y quiere cosas, porque ese es el único
a través del cual se logra beatitud moderna.
¿Cómo se logra beatitud moderna? Considerando a ese Dios carnal y
ofreciéndole a ese Dios carnal ese amor puro.
¿Y qué es el amor puro? Una cita más larga, la última:
“Pero el amor
puro ponía en el centro del debate no la cuestión del acto como tal sino el
carácter desinteresado de ese acto. Y la
noción de indiferencia señalaba bien el paso de una problemática a otra. Así se consideraba que el único verdadero
amor estaba apartado de cualquier perspectiva de recompensa...”,
¿Se acuerdan del trabajo de Lacan sobre el amor
cortés, no? El de la película del
caballero blanco que corre contra el caballero negro… ¿se acuerdan de esa
película en la que corrían por el pañuelo de la princesa? Entre nosotros, no se la cogían ni se la iban
a coger… sin obtener recompensa, eso era el amor cortés, y es por eso que las
mujeres dicen que hoy ya no hay hombres corteses, hoy ya no hay hombres que se
levanten y cedan el asiento a la mujer embarazada, siempre es otra mujer la que
se levanta y dice que ya no hay más caballeros. ¿Y qué quiere decir con
“caballero”? El amor cortés, un amor
desinteresado, del siglo XVII. Es el
siglo donde aparece el amor desinteresado, no hay que perder esa línea porque
después de eso viene el Romanticismo. Y
ahí ya no es desinteresado, es suicida, es peor todavía, el Werther de Goethe, tampoco se la coge,
porque se la lleva otro y él se suicida.
Entonces,
“… el único
verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de recompensa y de
cualquier interés propio, y el criterio de validez e incluso de legitimidad del
amor era la perfección del desapego llevado hasta la pérdida del sujeto.
¿Qué quiere decir? Que había que ser piadoso y no
por el paraíso, porque el paraíso, por la recompensa, cualquiera hacía eso, si
a vos te prometen una vida eterna en el paraíso para rascarte eternamente… pero
vieron en las películas cuando aparece la figura del inmortal… ¿vieron cómo
padece el inmortal por no poder cortar nunca con la vida, no? Así que ese paraíso eterno en nuestra cultura
ya no quedó tan divino, porque parece que al final no nos gusta tanto. Pero entonces, el amor puro, la querella del
amor, donde se sostiene el goce de Dios, tiene que ser un amor
desinteresado. “Puro” quiere decir sin
recompensa. O sea, si por querer a Dios
no se encuentra el paraíso, sería un amor más verdadero.
“En el caso
del amor divino, esta pérdida podía llevar hasta la condena radical ocasionada
por querer al objeto del amor, por Dios, un Dios que dañaba a quien lo ama,
sería amado de un modo más puro que si lo recompensara
¿Se acuerdan que habíamos hablado del Dios supremo
en maldad, que tanto se esforzó Sade en 1789 en sostener? Un Dios que daña es
el que se merece el amor más puro. Porque es muy fácil amar al que te
gratifica, lo mas difícil es amar al que te jode.
“…un Dios
que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo más puro que si lo
recompensara. Llegar al límite era la
famosa suposición imposible de los místicos: si por una suposición imposible
Dios no recompensaba e incluso si condenara con las penas del infierno al
hombre que lo amaba perfectamente e hiciese así su voluntad, este hombre amaría
a Dios igual que si lo recompensara y le ofreciera todos los goces del paraíso.
¿Se entiende? Bueno, si no entienden, piensen en un
monje al estilo de Umberto Eco, había uno que se flagelaba, ¿por qué se
flagelaba? Porque sufriendo se garantiza
el goce de Dios. Toda la idea que yo les
quería proponer era esta: la inexistencia de la falta en el Otro. Sufriendo corporalmente se garantiza al Otro
en nuestra cultura, como omnipotente. Si
ustedes tuviesen, supongan las monjas de clausura, si fuesen hermanas de
clausura, ¿cómo testimoniarían en la celda, de la forma mas verídica, para
ustedes mismas, que han tenido un encuentro con Dios? ¿En qué? ¿No sería en el sufrimiento de vuestro cuerpo?
Digo, ¿para qué se flagelan? Para estar con
Dios. Doy un paso hacia atrás, que
salteé a propósito: Cristo, como hijo de
Dios -y acá viene el quilombo- y Dios a su vez, acaso ¿no es martirizado
enormemente? Mel Gibson no exageró en la
película de “La Pasión de Cristo”, eso está en el mensaje, lo que pasa es que
Gibson creyó que fue porque los judíos eran malos, no, no era por eso, hay un
problemita ahí, porque si Cristo duplicó los panes y los peces, podría haber
duplicado su altura, no? Y el podría haber medido 14 metros y haberse colgado la
cruz del cuello, como los curas. Porque
el sufrimiento es el mensaje de Cristo, porque el sufriendo, garantiza a
Dios. Esa es la clave de nuestra
cultura.
Luego, ¿qué era ser cristiano? Que te coman los
leones y te de lo mismo.
Les propongo que Cristo sufre, padece, corporal y
moralmente, pero no lo inventó él, eh? En los misterios de Eleusis, que eran
los misterios más famosos de la Grecia precristiana -que duró desde el siglo
VII hasta el siglo III, hasta que lo prohibió un Papa- los ritos de Eleusis implicaba
que quienes iban a hacer esos ritos de iniciación, atravesaban un puente para
ir al agujero que era el lugar donde se hacían los misterios, y en el puente
los insultaban, habían insultadores contratados por la secta, que a todos los
que hacían el rito los insultaban, es decir que ahí había un componente de
masoquismo moral, alguien que se sometía voluntariamente a ser escupido e
insultado en su trayecto, lo que se llama la vía dolorosa. Y nos vamos a encontrar con que otros ritos
religiosos también tiene su vía dolorosa.
Lo que les propongo es que el hijo moderno occidental, sufre, padece con
su cuerpo y con eso garantiza el goce del Otro.
No hay goce del Otro es la forma para nuestra
cultura del no hay Otro del Otro o no hay metalenguaje. Para todo ser humano hablante es aplicable el
“no hay Otro del Otro” y “no hay metalenguaje”.
Esas son leyes de estructura, pero el no hay Otro del Otro se verifica
en cada civilización según las características de cada civilización. En nuestra civilización, no hay Otro del Otro
o no hay metalenguaje, se escribe “no hay goce del Otro”.
La nuestra, consecuentemente, es una cultura del
dolor, vivimos en una cultura de dolor.
Si quieren, les recomiendo un libro de David Morris que se llama “La cultura del dolor”, él propone ahí
dos cosas: que Occidente se caracteriza
por una epidemia de dolor crónico, o sea hace 200 ó 300 años lo que caracteriza
a nuestra civilización es el dolor crónico, o sea, somos beatos permanentemente,
y si quieren lo pueden ver desde dos perspectivas: el sufrimiento de la clínica
del dolor, tomen la cartilla de cualquier prepaga de buen nivel, van a
encontrar un apartado que es “clínica del dolor” y los médicos especialistas
son anestesistas. ¿Por qué? Porque es
una nueva clínica. Porque no es que el
traumatólogo cura el dolor traumatológico, el neurólogo el dolor neurológico y
el ginecólogo el dolor ginecológico.
Ahora hay un dolor que ya no es ni traumatológico, ni neurológico ni
ginecológico, porque los tres especialistas ¿qué te dicen? Que no tenés
nada. Entre paréntesis, ¿cómo surgió el
psicoanálisis? ¿No era por mujeres –que
a ustedes les gusta pensar que eran sucesoras de las místicas- que se quejaban
de dolores en el cuerpo y que los médicos les decían “usted no tiene nada”? O sea, nosotros como psicoanalistas nos
dedicamos a la forma en que el neurótico vela la falta en el Otro. ¿Cómo el neurótico vela la falta en el Otro? Con su dolor corporal. Pero el dolor corporal no viene como había
creído Freud, de las entrañas, de la pulsión corporal. No viene de la entraña,
viene de la posición que se asume.
Curando la posición que se asume, se cura el dolor.
Para terminar:
si no les suena o no lo terminan de ver, observen que en el mismo
momento posterior al amor puro y posterior al romanticismo, vía
fundamentalmente Schopenhauer –si no él, hubiera sido cualquier otro- es que
empieza a producirse en Occidente la idealización de las culturas orientales, a
los hindúes y a los japoneses. ¿Qué es
lo que idealizamos de esas culturas?
Como tratan el cuerpo. O no? ¿No es el yoga y la longevidad increíble, que
no tienen obesidad? Cuando yo me tomé
tres cafés hirviendo, el japonés no terminó el primer trago del rito del té…
nosotros somos eminentemente compulsivos. ¿Por qué? Porque nosotros vivimos la vida a través del
cuerpo, y eso es un problema de civilización.
El problema es que los psicoanalistas van en el sentido de creer que eso
viene del cuerpo. Especialmente los
psicoanalistas freudianos y más que ninguno los lacanianos, porque creen que lo
que Lacan descubrió es que lo que mueve todo es un goce que es una energía, o
un fenómeno que viene del cuerpo, con lo cual el problema es que el
psicoanálisis, que esta puesto para ir en contra de eso, habría que decirle
“no, mirá, si querés tomar remedios tomá, si querés ir del kinesiólogo andá”,
ya no sabemos qué hacer. No levanten la
mano, pero si dijera que levante la mano al que le duele crónicamente algo,
tendrían que levantar las dos manos.
Dolor crónico de espalda… no crean que es por estudiar. ¿Por qué nos duele tanto? Es raro que en
Occidente duela tanto, porque nosotros somos capaces de la anestesia, que
quiere decir ausencia total de dolor y sensibilidad, somos dueños de la
anestesia y a pesar de eso, nos duele tanto. Cada año la potencia analgésica se
duplica o se triplica. El dolor no viene
del cuerpo. El dolor viene, en nuestro
caso, para los casos de la neurosis, de la posición que caracteriza en nuestra
cultura a cómo se vela el “no hay Otro del Otro”. Nuestro Dios, ese que no tiene cara ni
cuerpo, tiene otro que tiene cuerpo. ¿Cómo garantizás ese? Increíblemente en
nuestra cultura se produjo, indudablemente vía Cristo, porque Cristo dice
“Padre, padre ¿por qué me has abandonado?”, pero no sabemos qué quiere decir, yo
no creo que quiera decir “¿Por qué me has hecho sufrir tanto?”, no sé qué
quiere decir eso. ¿Qué quiere decir Aba, aba, lama sabactani? ¿No dan ganas de preguntarle en qué lo
abandonó?
Comentarios inaudibles.
Sufrió porque quiso.
A partir de ahí, nuestro amor al Otro, es vía el dolor. En psicoanálisis hay dos posiciones para
tomar: suponer que es maniobra en
relación al Otro caracterizada por la cultura, la posición de quien nos
consulta; y hay otra posición que es la reinante, que es increíble que sea la
mayoritaria y es que lo verdadero que descubrió el psicoanálisis, Freud, es que
el aparato psíquico se mueve por las entrañas del cuerpo. Que las pulsiones son el motor del cuerpo,
que todo lo que quiere un ser humano es comer, coger, beber y cagar. Es increíble. Yo no veo la diferencia con un
perro. ¿Saben cómo se llama la sociedad
de los perros? Cinológica. Porque cínico
viene de perros. Porque los cínicos vivían como perros.
¿Seremos como perros? Me parece que el
psicoanálisis, especialmente el lacaniano sostiene que sí, que el punto de
verdad última, el único punto de verdad es un punto de goce. Y un punto de goce se halla en el cuerpo y
proviene del cuerpo. Y sostienen que la ingenuidad neurótica es que no proviene
del cuerpo. Con lo cual, la dirección de la cura es amigarse con ese dolor,
aceptarlo, dejar de darle batalla, con lo cual entiendan ustedes que se hace
doler más, que es peor, y creo que llegó la hora de evaluar los efectos de los
análisis. Si se sigue, ¿sigue con más
dolor o con menos dolor? Si la vida es un 50% una mierda, o un 20% una
mierda. Soy hincha de Racing, no se
crean que soy un optimista, tengo lo mío...
Entonces, les decía que me parece que es una
posición ética lo que hagamos con el concepto de goce de Lacan. Podremos terminar haciendo una religión
judeocristiana, judeo por la antigüedad del judaísmo previo al Antiguo
Testamento, retomado por Cristo, donde seamos fieles creyentes del Otro con
nuestro dolor. O puede ser que como
analistas encaremos la perspectiva contraria y dejemos de sufrir como para
sostener así la barradura del Otro.
Bueno, hasta aquí lo que yo preparé. Si tienen preguntas, objeciones, críticas,
aclaraciones...
Comentario inaudible.
A.E.: eso lo dice
una sola vez, pero que el goce es del cuerpo propio lo dice montones de veces.
Comentario inaudible
A.E.: es muy
problemático para mí, fundamentalmente lo que te puedo decir hoy es que yo no
tengo respuesta para eso. No he encontrado una respuesta lo suficientemente
abarcativa del problema que a mí me satisfaga.
Mi impresión es que esa frase está llena de problemas, por ejemplo: ¿qué es el cuerpo propio? Y bueno, pero si no nos hacemos las grandes
preguntas… ¿qué es el cuerpo propio? El cuerpo, ¿es propio? Las chicas feas, las que dicen ser feas, las
que se miran al espejo y no pueden creer verse tan feas; si consultan, no sé si
habrán tenido la experiencia de haber atendido a una mujer que consulte por su
fealdad, yo atendí a una que ya se había operado varias veces la cara. Y seguía tan fea como al principio, según su
propia evaluación, yo desde que la empecé a atender, era una mujer medianamente
bonita, en mi barrio hubieran dicho que estaba para darle, y ella “era
horrible”. Esa fealdad de su cuerpo, ¿es
propia? ¿O tengo que decirles que era
adoptada, que los padres adoptaron en una muy mala situación de pareja, que
apenas la compraron? La fealdad del
propio cuerpo, ¿es del propio cuerpo cuando uno con sus propios ojos ve en la
propia imagen del espejo un cuerpo feo, es uno el que ve? ¿Es uno el que ve? ¿Hay que resignificar la propia mirada de esa
chica? ¿Hay que decirle, “no, pero sos
linda”? Freud mismo indicó que no, que
no intenten argumentar en contra del síntoma porque lo van a reforzar más. ¿Es propio el cuerpo? Por ejemplo, si a ustedes les gustara la
oreja izquierda ¿están seguros de que a ustedes les gusta porque a ustedes les
gusta? ¿Están seguros de que no era la
parte de vuestro cuerpo que su mamá eligió porque algo se le jugaba a
ella? Digo, la satisfacción que ustedes
encuentran hurgándose la oreja, ¿es vuestra satisfacción? ¿Están seguros? Con el partenaire, si se
satisfacen primero, ¿cómo pueden darle media hora y que no sientan nada? Los tipos dicen que hacen fierros todas las
semanas para darles y ellas no sienten nada… primero eso, y segundo, los que sí
obtienen satisfacción, ¿están seguros que obtienen satisfacción en su propio
cuerpo u obtienen una satisfacción tan mezclada con los signos de satisfacción
del cuerpo del otro que ya no se sabe si sí o si no? ¿Es claro cuál satisfacción es de un cuerpo y
cuál del otro? ¿Es tan claro el corte? Con lo cual, “el goce es del cuerpo
propio”, yo no sé que quiere decir Lacan con ese ”cuerpo propio”.
Les cuento otro problema: estuve trabajando mucho a autores muy
interesantes, Agamben, Esposito, Jean-Luc Nancy, acá en La Plata tienen a un
supercapo en estos autores. Hay un
problema y es que cuando se habla de sociedad se dice “cuerpo social”, ¿por qué
se dice cuerpo social? Cuando se dice
cuerpo social, es menos verídico que cuerpo propio? ¿El cuerpo, es social? O
sea, no veo ningún motivo para decir que el cuerpo sea propio. Menos que menos
en los dolores. ¿Nunca les pasó que
cuando un paciente se moría de dolor se vino a descubrir después que era el
mismo lugar donde le dolía a la abuela, y que apenas lo dijo se le fue el
dolor? ¿Hace falta volver a recordar
eso? Parece que sí. Porque lo que dolía ahí era el omóplato de la
Bobe. Lo que dolía ahí, no era del
cuerpo propio. En la clínica del
psicoanálisis, digo, si fuéramos médicos
no estaríamos delirando así.
Me parece que en Lacan están las dos teorías: la que yo dije, y la que el cuerpo es
goce. Me parece que son dos teorías de
Lacan, con lo cual, el problema ético se multiplica, no es que uno se pueda
avalar en Lacan, depende de qué Lacan elijas, me parece que hay al menos dos.
Me parece que hay un Lacan que está muy tomado de una posición individualista,
y me parece a mí que es el Lacan de los nudos, porque todos los colegas míos
que trabajan orientados con la teoría del nudo borromeo tienen una clínica
ultra-individualista. Son los que te dicen directamente que el Otro no existe
–no dicen que no existe el Otro del Otro- el goce es Uno, el goce del propio
cuerpo y el objeto a es propio también. O sea, la clínica para colmo,
orientada por el aporte novedoso de Lacan del borromeo, se articula muy bien al
goce del cuerpo propio dando a entender que es lo que Freud llamaba lo limitado
por el tegumento, lo que está dentro de la piel. Con lo cual, podriamos decir que hay dos
Lacan, o que yo me inventé uno a mi
gusto, lo cual no me complicaría. Que yo
me haya inventado un Lacan a mi gusto no importaría, el asunto es poder discurtirlo
con ustedes racionalmente, tomando las fuentes, las citas, y que ustedes me
digan si sí o si no, que discutamos un caso, podemos discutir un caso, y ver si
es lo que provienen del cuerpo o no…
Comentario
inaudible
A.E.: para colmo,
hay otra cosa que es que el último Lacan se articula muy bien al último
Freud. Yo no sé qué me pasa, pero todo
lo que me gusta es al revés de Miller.
A él le gusta el último Lacan, a mí no me gusta, ni el del nudo borromeo
ni el del goce del cuerpo. porque me parece una clínica individualista, me parece
que Lacan dejó de hablar, era cuando se quedaba parado mirando por la ventana,
escupía, los pateaba en el culo a los pacientes, les tiraba macetas, comía
delante de los pacientes, atendía en bata y pijama, sin afeitarse… la clínica
del último Lacan a mí no me gusta. Y su
teoría no me gusta porque me parece que va hacia un individualismo
notable. ¿Por qué Freud y Lacan terminan
su periplo así? No tengo una teoría
sobre eso. El problema es que es muy
difícil hacer teoría sobre eso, porque todos los grandes psicoanalistas
lacanianos estudian muchísimo al último Lacan, porque creen que ahí esta la
posta, y leen que el goce es del cuerpo y que es la satisfacción de la pulsión
y de la tripa. Alguna de estas famosas
lacanianas habla de la tripa carnal. Y
creen que el goce viene del cuerpo como un manantial, que es una expresión de
Freud.
Si en todo caso hubiese un manantial, la fuente del
manantial –para el Lacan que yo leo- sería un agujero vacío, jamas un cuerpo
tridimensional. Pero me parece que ahí
hay un problemón, porque hay muchos lacanianos que practican el psicoanálisis
así. En bata, con mala educación,
desprecio por el paciente, falta de respeto, no respondiendo a la demanda, todo
no, cobrarle caro, ¡parece que creen que es terapéutico el maltrato! Habría que decirles que fueran a un convento
y que vieran cómo gozan los curas y los seminaristas… me parece que el maltrato
lacaniano… Lacan se caracterizó por el maltrato…. ¡se merecía juicio por mala praxis! Freud no, Freud engrupía. Freud ya se había operado del cáncer de
mandíbula como 20 veces y tenía prohibido fumar, y le decía a la paciente,
“¡qué buena asociación que ha hecho! ¡Esto se merece un festejo, me voy a
prender un cigarro!” Está publicado, no
es invento mío… se moría de ganas de fumar.
Freud engrupía, pero me parece el Lacan de los últimos 15 años del ‘66
al ‘80, hay ya 15 libros publicados sobre su práctica, era de un maltrato
enorme, pero ese maltrato enorme, me parece que consolida el sufrimiento del
neurótico que engorda la ilusión del goce del Otro. Con lo cual, me parece que hay dos corrientes
en Lacan: no hay goce del Otro, y hay goce del cuerpo propio, que parecería ser
lo mismo, por que cualquiera que lo lee dice “se’ igual” como Minguito, claro,
si no hay goce del Otro es porque hay goce del cuerpo propio. No,
no. Cuando decimos que no hay goce del
Otro, es que sufrir con el cuerpo es la forma fundamental de sostenerlo y es
propio de nuestra cultura. Los
orientales no pueden entender cómo nos duele.
De hecho, muchos de ellos vienen a trabajar acá con nuestro dolor. ¿No está lleno de chinos que hacen
acupuntura, yoga? ¿Y por qué tienen que venir ellos a curar nuestro dolor? Por que pareciera que ellos lo hubiesen
resuelto… no, no, el yoga no cura nada, es que ellos no tienen la fuente del
dolor. No aman al Otro mediante el
dolor, lo aman de otra manera, nosotros lo amamos mediante el dolor. Entre paréntesis, lean el romanticismo, lean
el Werther de Goethe… y nosotros ¿no
amamos con dolor? Hasta la mujer, digo,
¿no creemos que más la amamos si más sufrimos? ¿Y el tango? ¿Cuándo me di
cuenta que te amaba? dice el tango.
Cuando te fuiste. ¿Y por qué me
di cuenta que te amaba cuando te fuiste?
Porque ahora me duele. ¿Ven que
creemos que el amor es verdadero si duele?
¿Y por qué creemos que sería verdadero si duele? ¿Qué? ¿El amor es masoquista? No, me parece que entra en esta
dialéctica. El problema está.
Es cierto que está lleno de “el goce es del cuerpo
propio”
Comentario inaudible
A.E.: vamos a decirlo bien: no se resuelve nada, te
explica, el tipo te explica ¿cómo?: “mucha pulsión”… ¡eso es Klein! No es Lacan, eh? Que algunos nacen con exceso
de pulsión de muerte, eso es Klein elemental. Con lo cual habría que ver si
muchas cosas que creemos “lacanianas” no son en realidad kleinianas. Y para colmo en muchas cosas hay dos Lacan,
porque en ese sistema de explicación que proponías, yo te puedo decir que la
resistencia es resistencia del analista.
De vuelta, hay dos Lacan: porque si tanto resiste es porque es un goce,
y si es un goce, ¡chau! Si el tipo tiene
diarrea y la sigue teniendo después de analizarse 14 años conmigo… y ya probé
de todas formas... Cuando el analista
dice que ya probó de todas las formas posibles habría que decirle “salvo de la
que no te diste cuenta”. Pero en vez de
decir que yo me equivoqué durante 14 años, en vez de trabajar con que la
resistencia es del analista y que falló la composición dialéctica de la
experiencia, se supone un goce, o sea, algo misterioso que viene de las tripas
y que lo deja fijado a la diarrea. En
realidad así no se resuelve nada, porque se dice “usted siempre va a tener
diarrea, tiene que amigarse con su diarrea, lleve papel higiénico en el
bolsillo izquierdo”. Ustedes se ríen
pero es así, no hay tantas variables en la clínica.
Comentario: está
estandarizado.
A.E.: obvio que está estandarizado.
Comentario: (inaudible)
me parece que concebir las cosas así , con que al final el goce es lo último
que encontramos, me parece que deja de lado muchos desarrollos previos, como
ser sujeto, lenguaje,
A.E.: ¡e
inconsciente! El inconsciente ¿es el
discurso del Otro, o no? Bien, pero
ahora podemos agrandar el problema y citar a Paul Ricceur y decir que el
psicoanálisis es una herencia freudiana, en la cual se trata de o una
hermenéutica o una energética, una hermenéutica es una forma de interpretar el
problema del sentido; o si se trata de una operatoria energética. Me parece que siempre estamos oscilando en
Freud de un lado al otro, Klein volcada totalmente del lado de la
energética. No quedó tiempo, pero iba a
leerles a Foucault, que es un gran critico del psicoanálisis, dice que el
nazismo como racismo hace de la sangre aristocrática, de la sangre del rey, de
la soberanía del rey; hace una sangre biológica, la sangre aria, y él rescata
del psicoanálisis que hace de la sangre toda la simbólica del falo, restituye
todo su valor de ley, de símbolo. Me
parece que en el psicoanálisis tenemos una báscula: o es una energética o es
una hermenéutica. Mi impresión es que
sobre eso no hay que tener una pata en cada lado: hay que asumir una posición y
la posición no debe ser a piacere,
por gusto, debe ser hacia una hermenéutica, porque la dirección hacia una
energética hace doler más. No por Freud
o por Lacan, es que hacia la energética se sufre más. Y me parece que si el psicoanálisis no se
asocia algo de la índole de sufrir menos, dejémonos de joder, pongámonos un
kioskito o un taxi. Si no reduce el sufrimiento, dejémonos de
joder. Obligatoriamente debemos ir hacia
una hermenéutica. Pero en Occidente ya
nadie cree en la hermenéutica. Todo el mundo cree en la carne y en la
genética. ¿Por qué todo el mundo
prefiere un hijo parido que un hijo adoptivo?
¿Vieron el sufrimiento de la gente que no quiere adoptar, no? Hay gente
que se queda sin hijos por no adoptar.
¿Por qué no adoptan? Porque no es carne de mi carne… y habría que
preguntarles de qué mierda sirve tu carne.-
Casos de pacientes neuróticos en los cuales ustedes
ya pudieron manchar al Otro, donde tiraron y ¡pum! Le pegó. O sea, ya se puede hablar del padre y de la
madre. ¿Cuál es el ultimo argumento para
no ir a decirle que fue una hija de puta por cómo la trató? ¿Qué dice el
paciente siempre? ¿Cuál es la deuda? “Me dio la vida”. ¿Ven como de vuelta es el cuerpo? En vez de decir, “me dio una educación, me
dio una moral, me hizo socio de Chacarita”.
No, dicen “me dio la vida”, ¿ven que el valor último hoy se considera
que es la vida carnal? Nosotros,
¿tenemos que ir a favor o en contra de eso?
Me parece que lo terapéutico es ir en contra. Y me parece que muchos análisis lacanianos,
después de 15 años, que no producen nada, no es por el goce más resistente de
los pacientes boludos, sino porque los analistas ya no están para curar nada. Porque consideran que practican sobre la
energía corporal. La sesión corta,
breve. ¡No! Tiene que ser larga, para que se pueda
hablar, que pueda haber silencios. El
otro día un paciente decía que no se le ocurría nada para decir, pero tenía miedo de quedarse en silencio por si yo
le cortaba la sesión. Es un caso de
re-análisis. ¡Qué idiotez eso de no
tener tiempo para pensar! ¿No hay tiempo para pensar? Son todas cosas
vinculadas a las formas de concebir el cuerpo y la vida en Occidente moderno,
una corrida abrupta.
Comentario: el otro día
una paciente me preguntó de cuánto tiempo disponía yo para ella. También era un caso de re-análisis.
A.E.: un caso de
re-análisis y que no es boluda. No te
preguntó en cuánto tiempo atendés, sino de cuánto tiempo disponías para ella,
porque acá todo lo que se va a jugar es lo que vos dispongas para mí. Esa ya tiene un paso dado, ahora vos tenés
que hacer que de dos más, esa es la parte mas difícil. Psicoanálisis, ¿no es poner el tela de juicio
que el goce sea del cuerpo propio? ¿No es creer que hablando con otro y por lo
que el otro te diga –y que no te conoce, porque el único que no puede saber
nada de vos es el psicoanalista- que cure eso, que cure esa función de palabra,
no desmiente el goce? No desmiente que
te duele, hablemos de que te duele, te duele por tu mamá, te duele por tu papá,
te duele por la relación con tu tío, te duele porque tu mamá se llevó tan mal
siempre con su hermana melliza, porque la bobe prefería, etc. De eso te duele, aunque parezca mentira. Y parece cada vez más mentira, pero si no lo
vamos a creer los psicoanalistas, estamos listos, no va más.
Yo ya no me digo más lacaniano, por el problema del
último Lacan, porque no quiero quedar enganchado, yo no voy a adherir a la
teoría de un tipo que me parece contraria a la teoría que yo sostengo y que la
saqué del mismo tipo, eso no es tan complicado porque hay tipos que leen a
Hegel de una manera y otros lo leen de otra. Estos autores tienen muchas
lecturas, como Freud. Pero yo ya no me
digo más lacaniano, y digo “los lacanianos”, porque no quiero quedar más pegado
al tema del goce del propio cuerpo. Y me
parece que Lacan lo dice, y si lo dice, yo no estoy de acuerdo. Ya lo dije tres veces y no me cayó un rayo
encima. Les advierto que ya no me
invitan más a muchos lugares, no es sin consecuencias, ya no me invitaron más a
los lugares donde lo dije.
Comentario inaudible
A.E.: si yo
tuviese mucha oportunidad de intercambiar con ustedes, trabajar un año seguido,
y conocernos bien, yo podría decir que el goce de los millerianos, es igual al
Orgón de Reich. Es igual. Lean algo del Orgón de Reich y van a ver el
delirio. Terminó hospitalizado, fue muy
compleja la hospitalización de Reich, fue muy político, EEUU estaba en una caza
de brujas, pero sea como fuere, el delirio… ¿Conocen el cerro Uritorco?
¡Todavía hay un grupo de reichianos recibiendo descargas de orgón…! ¡En serio!
Me parece que el goce de Miller, pulido con Voltaire y otros autores franceses,
es lo mismo que el Orgón de Reich, llegaron al mismo punto, que es un punto que
está en Freud, la crítica que estamos haciendo es a Freud. O sea, el valor que le vamos a dar a la Qn,
la Qn del Proyecto de Freud, ¿qué valor le vamos a dar? Si un tipo no se levanta de la cama, ¿le
falta Qn? ¿Se acuerdan de la red del Proyecto?
¿Le falta Qn? ¿Es poca energía? ¿Qué es la energía psíquica? ¿Existe la
energía psíquica? ¿O es interpsíquica? Si tuviesen que poner un medidor de
energía, ¿dónde lo pondrían? Volvamos a
las glorias: ¿lo pondrían en cada
jugador de la Selección Argentina, o entre los jugadores? El problema es que si lo ponemos entre los
jugadores, no sabemos dónde enchufarlo… el problema es dónde medir la
energía. La arenga del director técnico,
¿para qué es? El Jaka que hacen los australianos, en la cancha, antes de
cada partido ¿lo vieron? ¡Meten
miedo! Entonces, el goce se mete.
Comentario inaudible
A.E.: a veces, el
gol lo mete el entrenador, y la lesión la produce el entrenador. A veces el entrenador lleva a los jugadores a
tal límite que se lesionan todos.
Entonces la gente puede decir ¿con quién entrenás? ¡Uy, te vas a lesionar! La lesión se produce entre. Si uno habilita este “entre” se produce otro
mundo.
Comentario inaudible.
A.E.: por ejemplo,
¿por qué ganan en un porcentaje estadísticamente comprobado, los equipos
locales? ¿Es porque la pelota esta
torcida a favor del equipo local? No, es por el aliento de la hinchada. El
aliento, el ánimo, viene de afuera.
Cosas tan elementales, con el goce de los millerianos ya no se pueden
entender más. Pero el goce de los
millerianos está presente en todos los boliches, en los cuales los pibes para
aguantar toda la noche tienen que tomar un producto que se llama Energizer,
energizante. Porque les hacen creer que la energía viene de algo que te clavás
o que te enchufás. Con lo cual vean
ustedes ¿qué anima más? ¿El LSD o un grupo de admiradores?
Lo otro, otro problema ligado al deporte, que lo
trabaja muy bien Stephen Jay Gould, con los problema estadísticos, es: los
negros -los negros de mierda, reconozcamos el problema donde está, el racismo
campea… el racismo fue un fenómeno inventado en Europa, no en África o Asia-
los negros, por qué son tan buenos en basquet en EEUU? ¿Qué tienen
genéticamente? ¿Más genes basquetbolísticos? No, es porque se armó una cosa cultural muy
rara, de que van a dejar la vida en el básquet, y los blancos no. ¿Vieron que Le Penn
como un ministro italiano declaró que la
Selección Francesa no era francesa porque estaba llena de negros e islamistas?
¡Negros e islamistas! Que por eso no eran franceses. Pero es verdad que si uno veía el banco, eran
todos negros y dos blancos, ¿por qué? ¿Los negros tienen mejores genes para el
fútbol? ¿A dónde vamos a ir con la genética?
Comentario inaudible
A.E.: el
psicoanálisis solo se sostiene con el Otro.
Comentario inaudible
A.E.: nuestro
estado, nuestro estado moderno, nace y se configura completamente en una
tendencia individualista y biologizante del ciudadano. ¿Cuáles son los tres principales ideales del
estado democrático moderno? Libertad, autonomía e independencia. Los mismos tres ideales para los
sujetos. El sujeto moderno tiene total
correspondencia con el estado moderno. El estado moderno concibe personas que
son individuos, considerados biológicamente. Foucault fue el que mejor lo diangosticó,
porque dice que el estado, después de la soberanía, después de los reyes, el
estado de la política no la llama democrática, la llama la biopolítica, porque
la política asienta, se origina y se
destina completamente en función del cuerpo biológico. El único que agregó un ideal es Esposito, en
realidad son cuatro los ideales: libertad, independencia, autonomía e
inmunidad. En sus libros Communitas e Immunitas, él propone un cuarto ideal que es el de inmunidad, que
ni me contagies, es el nuevo ideal
occidental. ¿Vieron los yanquis
que hacen turismo acá, que andan con la botellita de agua mineral? ¿Por qué? Para no contagiarse de los sudacas
de mierda… Ahora nuestro ideal es
inmunidad. En el individualismo ha
llegado a postularse un “no hay Otro” de tal manera que ni siquiera me afecte
en el sentido del contacto. Por eso viven solos. Ahora se estudia la enfermedad de los
solos. Las series yanquis más difundidas
son o de asesinos seriales, donde la verdad ¿dónde aparece? En el microscopio,
en las tripas. “C.S.I.” Y la otra es
“Friends” tres pajeros acá y tres
pajeras allá. Vamos hacia el Loft. El psicoanálisis milleriano va en esta
dirección. El psicoanálisis ¿tiene que
tener la misma dirección que aquello que causa tanto sufrimiento? Infartos,
úlceras, lean eso de que vivir solo va en contra de la salud. Lean eso.
El psicoanálisis, ¿tendrá que ir en contra o a favor? Los que van a favor, convencen más a la
gilada.
Comentario: pero no curan.
A.E.: ah, claro,
no curan. Un psicoanalista que venga a
decirles que el goce es el goce del propio cuerpo… y todos dicen ¡claro! Ahora,
cuando querés convencerlos de que todo eso es falso, o que si no es falso en
tal caso no nos conviene, te quedás con poco público y te llenás de enemigos. Porque a nadie le gusta que le conmuevan las
ideas.
Comentario inaudible.
A.E.: yo me estoy
preguntando mucho por eso pero no tengo respuesta. Lo primero que se me ocurre es una idiotez
tan grande que casi ni la digo… ¿será porque se ponen viejos? Pero explicar
teorías como la de Freud, Lacan o Reich porque el autor se puso viejo, me da
vergüenza. Me parece una estupidez. Es como si dijesen que el último Marx estaba
viejo…¡por favor! ¡Es la plusvalía el problema!
Para próxima vamos a trabajar los dos capítulos de Marx de El capital sobre plusvalía.
Pero no entiendo por qué el corrimiento de los tres
hacia el cuerpo biológico. No digo Klein
porque ella estuvo siempre de ese lado.
Comentario inaudible
A.E. en Buenos Aires se trabajó mucho eso, las patobiografías,
(inaudible) se practicó mucho Reich, pero el problema con Reich es que no da
dirección de la cura.
Bueno, muchas gracias por la paciencia y seguimos la
próxima.
Versión desgrabada, no revisada por el autor.
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Alfredo
Eidelsztein:
vamos a continuar el trabajo que comenzamos la reunión anterior. Para los que no pudieron estar -o para
refrescar la memoria ya que hubo mucha distancia entre una reunión y otra- les
cuento que en la reunión anterior intenté plantear y argumentar a favor de
considerar al goce como un concepto, lo que significaba –en términos de mi
propuesta- discutir lo que debería ser llamado el valor ontológico del goce. Para los que no conozcan o no estén
familiarizados con el valor del término “ontología” u “ontológico”, el
verdadero problema que quiero plantear mediante esta referencia de la
reflexión occidental -no meramente
filosófica- es si puede decir sin caer en contradicciones “hay un goce”, o “es
un goce”; pongo en tela de juicio la validez de frases tales como: “hay goce” o
“he aquí un punto de goce”, “es un goce”,
“hay un goce en el síntoma”, etc.
Y para dar el marco de otra versión posible, plantearía que poner en
tela de juicio el valor ontológico del goce significaría, por ejemplo, plantear
la pregunta de si el valor del ser que hay en juego en términos de goce es o no
el mismo del que se podría plantear para el amor; si uno por ejemplo tiende a
hablar de cuestiones vinculadas al psicoanálisis -y al psicoanálisis de Lacan-
si se tiende a hablar de la misma manera
en el sentido de si hay goce o si hay amor, “es amor”, “este es un punto
de amor”, etc. Elegí justamente el amor porque me da la impresión de que desde
hace unos cuantos años ya se empieza a encontrar en la clínica no sólo
problemas de amor –quizás todo el psicoanálisis sea sobre los problemas de amor
que hay en Occidente, o sea, toda la dificultad cada vez más evidente y
consistente en el establecimiento de vínculos de amor, de pareja; sino a lo que
ha llegado hoy el estado del problema y es que al menos en mi clínica, muchos
pacientes , -más mujeres que hombres- se plantean la pregunta de si existe el
amor, de si hay algo que sea el amor o si es una ilusión vinculada a otra
época, que no es una pregunta vana porque hubo toda una época vinculada a
nuestra cultura en la que hubo una reflexión muy importante anterior al
psicoanálisis y que es el Romanticismo, la exaltación del amor, sin perder de
vista que esa exaltación del amor fue hecha en contextos muy especiales, de los
cuales quisiera destacar que el amante típico del Romanticismo –el Werther de Goethe- es potencialmente
suicida, no el que muere por amor si no encuentra a su partenaire
armoniosamente, sino que muere justamente por la imposibilidad del encuentro
con el objeto amado, que ya está tipificado en este movimiento -que no es solo
literario- ya esta tipificado como viene siéndolo desde algunos siglos
anteriores y es la mujer, la mujer es el objeto tipificado para nuestra cultura
del amor, y el amante –el hombre-, termina en la posición de suicidio. La vez pasada quise proponer un estado de
discusión sobre lo que me parece que no se venía discutiendo y es la concepción
de un valor ontológico al goce, o sea, que me parece que se decía con demasiada
facilidad “hay un goce”.
Y la propuesta para hoy era seguir
analizando el concepto de goce por uno de los andariveles fundamentales por los
cuales los había trabajado su autor, el autor del concepto de goce es Lacan, el
concepto de goce en psicoanálisis es producto de una maniobra de Jacques Lacan,
y uno de los andariveles fundamentales por los cual Lacan había introducido el
concepto de goce era el concepto derivado de plus-de-goce o plus-de-gozar.
La vez pasada les había propuesto
trabajarlo a partir de los Seminarios 16
y 17. En la preparación de esta reunión me di
cuenta de que sería imposible en una reunión hacer ese trabajo, con lo cual me
voy a circunscribir al momento de surgimiento del concepto de plus-de-goce, que
es el Seminario 16. El Seminario 16 es
el anteúltimo que acaba de salir en francés, salió también el 23, el Seminario
16 tenía un título interesante hasta el establecimiento de la edición de Seuil
que hizo Jacques-Alain Miller, y que no quedaba claro cómo debía escribirse su
título, a partir de determinado año empieza a haber un problema con Lacan sobre
los títulos de sus seminarios, porque ya los mismos títulos requieren una
interpretación, ya no son tal claros como “La Angustia”, hay algunos seminarios
cuyo título admite cuatro o cinco lecturas posibles, en este caso no se sabía
muy bien cómo establecer el uso de las mayúsculas y las minúsculas, porque el
nombre del seminario es “De un Otro al otro” y no se sabía a cuál de los otros
de Lacan se hacía referencia. Me parece
que la versión que quedó establecida es la correcta, es “De un Otro -con
mayúscula- al otro” con minúscula. Y van
a ver que efectivamente el plus-de-gozar tiene que ver con ese título, porque
para mí ese título indica por parte de Lacan un diagnóstico sociocultural y una
propuesta de solución a dicho diagnóstico sociocultural. Si ustedes quieren,
pueden escribir “De un Otro al otro”, trazar una línea por debajo y escribir
Dios debajo del Otro con mayúscula y objeto a debajo del otro con
minúscula. Con lo cual, podríamos
pensar que Lacan está proponiendo para una cultura como la nuestra -para la
cual Dios ha muerto- la solución para el sostenimiento de la vida social y
cultural pasa por el objeto a. Si el
título del Seminario es “De un Otro con mayúscula al otro” con minúscula, lo
que digo es que se podría interpretar -y creo que es muy válido- que ese pasaje
de un Otro al otro indica en nuestra cultura la necesidad del pasaje para la
concepción de la vida en sociedad -cómo concebir para nosotros la vida en
sociedad, que antes estaba regulada por la función de la divinidad, el Dios
monoteísta- entonces sería de un Otro al objeto a, que sería otro tipo de
otredad, entonces propongo escribir debajo de Otro con mayúscula Dios, y objeto
a debajo de otro con minúscula.
Ahora, todo mi argumento en torno a
este diagnóstico y propuesta de Lacan:
Voy a proponerles lo siguiente: en sus últimos diez años de enseñanza,
Lacan intentó establecer una ruptura definitiva con Freud, y propongo que intentó
producir esa ruptura definitiva con Freud mediante el concepto de goce, o sea,
propongo que el concepto de goce de Jacques Lacan -que es un concepto que no
existe en Sigmund Freud- es un concepto designado por Lacan para distinguir su
concepción y práctica del psicoanálisis de la concepción y práctica del
psicoanálisis de Sigmund Freud. Eso
sería como el primer argumento. El segundo argumento es que el fracaso de los
diez últimos años de Lacan es que su enseñanza fue leída en identidad con la
teoría freudiana, es como si por fin los lacanianos hubieran encontrado en los
10 últimos años de la enseñanza de Lacan -y especialmente en el concepto de
goce- la continuidad entre Freud y Lacan, que podría ser escrito –cosa que a
los lacanianos les encanta- “Freud-Lacan”, unidos por guiones, propongo que fue
Jacques-Alain Miller quien más vehiculizó este fracaso de Lacan, o sea, quien
estableció que lo que dijo Lacan es exactamente lo que dijo Freud, fue
Jacques-Alain Miller, a quien considero el psicoanalista vivo más importante
del mundo.
Esa sería como la presentación de todo
el problema. Con “vivo” quise decir que
lo pongo en la misma línea que Sigmund Freud, Melanie Klein, Anna Freud,
Jacques Lacan… con la misma importancia y trascendencia, o sea, productores de
escuela y hacedores de psicoanálisis. Yo
estimo que existe un psicoanálisis freudiano, uno annafreudiano, uno kleiniano,
hay practicantes de todos ellos, para ellos todo mi respeto, son psicoanálisis
posibles y practicables, pero me parece que hay una demora en el estudio de qué
tipo de clínica se constituye a partir de estos psicoanálisis y qué tipo de
dirección de la cura se establece a partir de esos psicoanálisis. Y qué tipo de
resultados dan esos psicoanálisis.
También así propongo que hay un psicoanálisis lacaniano y uno
milleriano.
Respecto de Sigmund Freud, retomo un
argumento de la vez pasada y es el que propone con más claridad Paul Ricceur, y
es que en Sigmund Freud se pueden leer dos grandes líneas argumentativas
paralelas, algo así como que habría un conflicto en el seno de la obra
freudiana. Ricceur las llama y con total
corrección a una línea energética y a la otra, hermenéutica. Con energética no hace falta explicar lo que
la palabra es, podría ser que alguno no conozca lo que quiere decir
hermenéutica, es una palabra con mucha tradición filosófica y podría ser
traducida como –hasta hay una corriente filosófica específica que es la
hermenéutica, que es de un discípulo de Heidegger, Gadamer, fallecido no hace
muchos años- podría ser traducido -como término- como “de la interpretación”,
con lo cual podríamos hacerlo arrancar de Aristóteles. Bien, con lo cual, bajo hermenéutica les
propondría escribir el significado. Que
lo propone Ricceur, cuyo libro fue traducido como Freud, una interpretación de la cultura, que en francés se llama De la interpretación: Sigmund Freud, no es lo mismo.
Debajo de hermenéutica, siguiendo a
Ricceur, se puede escribir “interpretación”, lo simbólico -o una simbólica- el inconsciente, y entre
paréntesis lo social y lo cultural. En
eso me parece que se basa la traducción del título al castellano como una
interpretación de la cultura, no cómo se interpreta caso por caso. Y debajo de energética se puede escribir la
pulsión, el cuerpo, el ello y lo individual.
Ahora, para posicionarnos respecto de esas dos corrientes que se
desarrollan en paralelo, en paralelo quiere decir que podríamos hacer lo que ya
no se practica y es una guerra de citas.
Podríamos hacer una guerra de citas, Miller dice que Lacan dice pero
nunca lo cita, ha desaparecido la función de la cita, que para las
interpretaciones a veces se usa la cita y a veces no, a un paciente uno lo
puede interpretar citando su texto y a veces no, tal vez allí radique la
diferencia entre interpretación y construcción en análisis.
Ahora, para analizar estas dos
corrientes en paralelo freudianas, no hay que olvidar que el movimiento
freudiano -y no solamente la producción de su obra- tuvo un enorme éxito. ¿Por qué Freud fue tan exitoso? Por que inventó una práctica que aún se
practica. Habrán visto que salió en la
tapa en la revista Noticias “Freud (no) ha muerto” y como subtítulo “De cómo el
médico más grande y más desprestigiado del mundo es seguido en la Argentina”. Salí
corriendo a comprarla, pero es un título de venta nada más. Es falso.
Es lo mismo que están haciendo EEUU e Inglaterra con los aeropuertos… es
un argumento de venta.
Les proponía que el movimiento
freudinao se inscribe en un contexto social cultural e ideológico y con eso me
estoy refiriendo a por qué tuvo tanto éxito, a por qué en casi todo el mundo
occidental -y no pierdan de vista que fue sólo en el mundo occidental- hubo una
aceptación tan grande de sus ideas, un número tan importante de practicantes y
de pacientes de esa práctica.
Bien, entonces lo que les propongo es
intentar tipificar cuál fue ese contexto sociocultural en el cual la práctica
por él inventada fue tomada con tanta aceptación. Les propongo cuatro items, y todos ellos
tomados con expresiones y sintagmas de autores muy famosos, y esos sintagmas me
parece que valen justamente como producción de esos autores. La primera es la individualización del
sujeto, o sea, la primera característica sociocultural en el cual el freudismo
produce su expansión es la individualización del sujeto, lo que Hegel definió
como el individualismo moderno. O sea, Hegel caracterizó a la época moderna –y
habría que ver si estamos o no en una época moderna o posmoderna, hay autores
que lo aceptan y otros que no, no veo razones para hablar de posmodernismo, me
parece que lo que caracteriza a la modernidad no ha caído, pero es un a
polémica abierta- entonces tenemos el
individualismo moderno como característica de nuestra cultura diagnosticado por
Hegel. Es importante que tengamos en
cuenta quién lo diagnosticó, porque podría ser que estuviera ahí la pista de
que cómo pensar ese problema. Podríamos
pensar que la dialéctica del amo y del esclavo, y el deseo es deseo de
reconocimiento de otro deseo, justamente podría tener que ver con una respuesta
posible al individualismo moderno, no por nada un autor llega a diagnosticar,
un autor llega a diagnosticar un problema de nuestra cultura porque tiene al
menos un esbozo de respuesta.
Luego, el nihilismo europeo,
diagnosticado por Nietzsche, y el nihilismo moderno –nihil en latín quiere decir nada- que quiere decir en téminos de
Nietzsche -si fuera posible decirlo en un a frase- que los valores o el sentido
de la vida en Occidente se ha convertido en nada, no hay ningún sentido ni
ningún valor, ese fue el diagnóstico de Nietzsche, cosa que a los que leen
mucho a Miller les puede hacer eco con la práctica del psicoanálisis del
sinsentido de los millerianos.
La tercera característica de nuestra
cultura la propongo designar mediante una expresión del filosofo francés Alain
Badiou, acaba de proponer en su libro El
siglo, dedicado al siglo XX, Badiou define a esta característica como
“Pasión por lo real”; por ejemplo, para muchos de ustedes como estudiantes o
estudiosos de la obra de Lacan, e inexorablemente por el estado de situación
del psicoanálisis en el mundo, incidido por la lectura de Miller, así como para
los más viejos como yo, cuando empezamos a leer a Lacan, nos hacía referencia a
una crítica a un Freud que para nosotros estaba plenamente incidido por la
lectura de Melanie Klein, es decir, yo no estoy criticando a Miller, lo estoy dignificando como quizás no hacen
los millerianos, lo estoy poniendo al nivel de lo que fue Melanie Klein para el
mundo del psicoanálisis, especialmente para el mundo psicoanalítico
argentino. Si les da vergüenza que haya
más lacanianos acá que en el resto del mundo, sepan que lo mismo pasó con los
kleinianos.
El cuarto item, sería la inexistencia
del Otro, ese es un sintagma de Jacques-Alain Miller, hay un seminario de Jacques-Alain
Miller que se titula “De la inexistencia del Otro y sus comités de ética”,
propone como característica de nuestra cultura que nosotros estamos
posicionados como que no hay Otro, que ya es distinto a la muerte de Dios. Es más bien a lo que en ciertas corrientes
políticas se designa como la caída de la autoridad, ya no hay dirigentes con
autoridad, no hay Otro.
En este contexto, les voy a leer dos
citas de Michel Foucault, de su plan de trabajo que se llama Historia de la sexualidad, volumen 1,
“La voluntad de saber”. Es un libro que
debe tener hoy 40 ediciones. La primera
cuestión a la que les propongo que presten mucha atención es al título de este
volumen, que se llama “la voluntad de saber” ¿por qué se llama la voluntad de
saber? Para que no crean que estoy
yéndome por las ramas de un árbol, y para tratar de mantenerme dentro del
tronco de un problema, no se olviden que para Nietzsche la consecuencia del
nihilismo europeo es la voluntad de poder.
Y hay muchos que piensan que el nazismo es una respuesta típica a la
lógica que se podría derivar de la voluntad de poder propuesta por
Nietzsche. Ojo, en absoluto habría que
suponer que Nietzsche fue un autor nazi, o antisemita, él fue un militante
antinazi en su vida, lo cual lo llevó a una pelea y una ruptura total con su
hermana y su cuñado.
Les propongo entonces que en el título
“La Voluntad de Saber”, el problema es la voluntad, qué entender por voluntad,
en la Facultad de Psicología de Argentina, de profunda orientación
psicoanalítica, la voluntad es trabajada como aquello respecto de lo cual el
inconsciente va en contra, el inconsciente va en contra de la voluntad, con lo
cual voluntad queda inscripta como cierta tendencia o intención conciente y
yoica. Para los egresados de esa
facultad de psicología, tan freudiana en un punto, voluntad es eso. Ahora, les advierto que el problema de la
voluntad es más vasto, por ejemplo, a mi entender, el autor fundamental de
referencia de Sigmund Freud es Arthur Schopenhauer, y es increíble que esto no
se lo sostenga en lugares donde se estudia tanto a Freud como ser Buenos Aires,
La Plata, ¿por qué no se trabaja más Shopenhauer siendo la principal referencia
freudiana, aún citado por Freud mismo?
Pongan en el CD “Shopenhauer” y van a ver que está muy citado por Freud
y no para criticarlo, como hace con Kant, que Freud rechaza la estética
trascendental de Kant.
El único gran libro de Schopenhauer se
llama El mundo como voluntad y
representación. Representación es Vorstellung, de ahí lo toma Freud. Y el
término para voluntad en alemán es Wille,
que quiere decir: voluntad, querer, desear.
¿Entienden? Es lo que mueve… el
mundo para Schopenhauer es dos cosas: lo
que mueve, las ganas, la voluntad, lo que pulsa, la pulsión; y las
representaciones. Es lo que plantea
Ricceur, es increíble que no lo cite a Schopenhauer, en un trabajo excelente de
Ricceur sobre Freud, pero en estas dos columnas en las cuales se puede plantear
la estructura de la obra de Freud podrían ser a consecuencia de Schopenhauer,
que el mundo humano no es más que un querer, una voluntad; y
representaciones. Entonces, el primer
volumen de esta obra está muy en el sentido de Lacan, porque la voluntad de
saber podría ser expresada sin provocar forzamientos lingüísticos ninguno,
podría ser traducido si Foucault hubiera puesto en alemán la voluntad de saber,
al castellano podría haberse traducido como la voluntad de saber, o el deseo de
saber, y ahí ya se sienten totalmente en Lacan.
Respecto del problema del deseo de saber, no se si ustedes saben -ya
está en el Seminario 7 de Lacan- que
cuando Lacan dice “deseo de saber” está tipificando al deseo para nuestra
cultura, que para Lacan es una cultura científica, el deseo se tipifica como
deseo de saber. Lo que quiere decir es
que para nuestra cultura, en otras épocas, o en otras culturas, el deseo
socialmente planteado, no en su condición particular, sino socialmente
planteado, no es deseo de saber. Si me
preguntan deseo de qué era, no sé, porque no lo he estudiado, es muy difícil de
estudiar y tampoco Lacan ha avanzado en eso; con lo cual es un poco débil,
porque si se dice que para la cultura A el deseo es deseo de saber, pero no se
dice deseo de qué es en la cultura B, el argumento queda débil. Si no se logra
el par mínimo opositivo, no queda claro qué quiere decir. Pero vean que queda perfectamente en la línea
de Lacan del deseo en nuestra genealogía.
Entonces las dos citas de las páginas 181 y 182, es del último capítulo
que es el 5, que se llama “Derecho de muerte y poder sobre la vida”, que es
donde Foucault desarrolla el concepto de biopolítica, concepto muy importante
para muchas corrientes filosóficas actuales para pensar a la sociedad en
Occidente, la biopolítica, la política se ejerce sobre los cuerpos biológicos. Siempre se mató gente, pero ahora la política
se ejerce fundamentalmente en el destino de los cuerpos, ahora, el problema
número uno de la política de EEUU y Canadá es ver cómo hacer para que la
negrada no entre, es un problema de frontera.
Respecto del concepto de biopolítica que Foucault introduce en este
capítulo, dice lo siguiente:
“El
racismo (en su forma moderna) se
forma en este punto: estatal y biologizante…
o sea, que el racismo moderno es
política de estado y es un racismo biológico.
Si se preguntaran por qué otro racismo podría plantearse, no pierdan de
vista que había otra forma de la sangre que era la de la nobleza, que era la
simbólica de la sangre, como la llama Foucault
“…toda una politica de población, de la
familia, del matrimonio, de la educación, de la jerarquizacion social de la
propiedad, y una larga serie de intervenciones permanentes a nivel del cuerpo,
las conductas, la salud y la vida cotidiana,
recibieron entonces su color y su justificación de la preocupación
mitica de proteger la pureza de la sangre y llevar la raza al triunfo, esto es
el nazismo.”
O sea, la interpretación mas pura de la
biopolítica fue el nazismo, donde fue la raza pero entendida biológicamente, la
que caracterizó a aquello que debía ser preservado respecto de lo otros. Nunca se olviden de que el que mandaba a los
hornos era un médico, con guardapolvo blanco, aunque sea por las películas que
hayan visto, siempre el que mandaba al horno era un médico, con lo cual, era
una concepción moderna y científica de esa discriminación.
“En
el extremo opuesto (del nazismo, con la biopolítica llevada a lo
culminante) se puede seguir, también a
partir del siglo XIX, el esfuerzo teórico para reinscribir la temática de la sexualidad en el sistema de la ley, del
orden simbólico y de la soberanía, es el honor político del psicoanálisis.”
O sea, lo verdaderamente opuesto, lo
único verdaderamente opuesto al nazismo en Occidente, a partir del final del
siglo XIX es la función política del psicoanálisis. Sorprendente total, no sé si saben que
Foucault es un profundo crítico del psicoanálisis, y miren sin embargo el
estatuto que le da al psicoanálisis, es increíble que los psicoanalistas no trabajemos más estas
páginas. Sigue diciendo:
“Es
el honor político del psicoanálisis, o al menos lo que hubo en él de más
coherente. Haber sospechado lo que podía haber de irreparablemente proliferante
en esos mecanismos de poder que pretendían controlar y administrar lo cotidiano
de la sexualidad, de ahí el esfuerzo freudiano por reacción sin duda contra el
gran ascenso contemporáneo del racismo.”
o sea, lo interpreta a Freud, dice que
todo el esfuerzo freudiano, sépalo Freud o no, fue una respuesta al ascenso
simultáneo del racismo antisemita de la misma sociedad en la que Freud vivió y
que le impidió por ejemplo a Freud ser profesor, ¿se acuerdan?
“…para
poner la ley como principio de la sexualidad, la ley de la alianza de la
consanguinidad prohibida, del padre soberano, en suma, para convocar en torno
al deseo todo el antiguo orden del poder.
A eso debe el psicoanálisis haber
estado en oposición teórica y práctica contra el fascismo.
¿Se entiende? Pero esto hay que leerlo en la clave de
Ricceur: podríamos decir que el
psicoanálisis va en contra de la biopolítica moderna en la medida en que el
psicoanálisis se mantenga en la hermenéutica.
Porque en la medida en que pase a una lógica en donde lo fundamental, lo
real, sea la energía corporal, la pulsión, el goce; no hará más que claudicar a
la tendencia ideológica general de Occidente, que es ubicarse en la
biopolítica. Con lo cual, habría que ver
si el psicoanálisis moderno no ha cedido en esa posición, y no se ha convertido
en una nueva forma de biopolítica, una política vinculada a una lógica de
concebir lo humano a través del cuerpo, salvo que el psicoanalista la aplicaría
caso por caso, mientras que el estado la aplicaría a políticas globales
comunitarias. O sea, habría que sostener
caso por caso que lo fundamental, lo real, y para nosotros desde Badiou sabemos
que decir hoy lo real es una pasión por lo real, o sea, nosotros creemos hoy
que lo real es real, o sea, que lo más importante, lo esencial, lo
indiscutible, lo que no vacila es lo real.
Es una posición ideológica cultural, nada indica que lo real en sí tenga
que ser para nosotros concebido como más importante que lo simbólico y lo
imaginario. Suponer que lo real es más importante que lo simbólico y lo
imaginario, es una posición, de hecho si ustedes piensan lo mínimo que quiere
decir el nudo borromeo en los últimos diez años de la enseñanza de Lacan, es
que ningún registro es más importante que otro.
Con lo cual, observen que hasta en el nudo borromeo, en lo mínimo y
elemental, en que los redondeles de cuerda si se suelta uno se desanudan los
otros dos, en eso, lo imaginario y lo simbólico tendrían tanta trascendencia
como lo real. No es así como se lo está
trabajando hoy: lo real es lo real, lo real es lo mas importante, lo real es el
goce y el goce es del cuerpo.
Una versión freudiana sobre este
problema, que me parece importantísima, la extraigo de la 24ª. Conferencia de
introducción al psicoanálisis, que es el estado neurótico común. Elijo esa conferencia porque es la
conferencia fundamental para pensar el problema de la ganancia de la
enfermedad. O sea, yo quiero discutir
con ustedes un problema clínico que es el de la ganancia de la enfermedad. Creo que es por no haber discutido el
problema de la ganancia de la enfermedad, es esa la razón por la que hemos
comprado con tanta ingenuidad y proclividad, la teoría del goce de
Jacques-Alain Miller. ¿Qué sostiene
Freud ahí? Son textos muy conocidos, de los que más hemos leído. Ahí Freud afirma que la neurosis le depara al
yo una ganancia de la enfermedad. Y
afirma que si la ganancia de la enfermedad es externa y grande, la neurosis es
incurable. Eso en nuestra clínica reina:
todos nosotros trabajamos con la inversión de esta última lógica. Si Freud decía que si la ganancia es grande y
externa, la neurosis es incurable; nosotros trabajamos exactamente con eso al revés,
decimos: si la neurosis es incurable, es porque la ganancia de la enfermedad es
grande. O sea, si tenemos un caso en que
el paciente padece, padece, y uno trabaja años y dice “No, pero ya interpreté
todo, ya trabajé la madre, el padre, trabajé todo”. ¿Qué pasa si el caso no mejora? Decimos que la ganancia de la enfermedad es
muy grande, o sea, es un goce. Es
pulsional el problema. Para Freud, en
esta conferencia, la neurosis acarrea ventajas y es por eso que produce
resistencias a la curación. No se
olviden, si bien no se olvida no obsante no se lo trabaja, que Lacan fue el
único de los grandes autores que intentó invertir esta lógica. Y dijo que la única resistencia que se
verifica en la práctica analítica es la resistencia del analista, con lo cual,
vean que Lacan intenta desbaratar toda la lógica de que hay una ganancia de la
enfermedad, no está ahí la resistencia, la única resistencia que Lacan dice que
se verifica en la clínica es la resistencia del analista. Digo esto, entonces, ni más ni menos, tal vez
no trabajamos bien la madre, o no interpretamos bien al padre… o dicen “ya lo
supervisé” ¿Y por qué no pensar que se
equivocó tanto el analista como el supervisor?
¿Por qué no podría ser que se equivocara el supervisor? Supervisar en latín se dice epis copus, y los funcionarios que
primero ejercieron la función de supervisión fue el episcopado. Tal vez llegó la hora de cambiar de
supervisor… si el caso no avanza. En
lugar de eso decimos que hay mucha ganancia de la enfermedad, en consecuencia
mucha resistencia, “lo que pasa es que usted obtiene un beneficio y no quiere
abandonarlo y es por eso que el caso no avanza”.
No hay que olvidar que Freud, en esa
conferencia establece dos tipos de ganancia de la enfermedad: la intrínseca del síntoma, todo síntoma
acarrea una satisfacción, que desde una perspectiva filosófica podríamos llamar
“estar bien en el mal”, obtengo una satisfacción de aquello que me acarrea una
insatisfacción. Y el otro ejemplo de
Freud, que me parece fascista, es el del trabajador que queda inválido, dice
Freud que cuando la neurosis ha durado mucho tiempo se transforma en modus vivendi, y da el ejemplo del
trabajador lisiado que se hace mendigo y habría que ver si se le da la chance
de recobrar la salud dejaría de ser mendigo.
Me parece fascista porque ¿por qué dar el ejemplo de un trabajador? ¿Por
qué no dar el ejemplo de un intelectual?
¿O un profesor de la universidad alemana, un médico?
A.E.: también tenemos el caso de la hija del
portero, Freud dice “nuestra hija hará una neurosis allí donde la hija del
portero no lo hará”. Vean el fascismo y
nazismo emergente y la diferencia por sangre, porque ahí está trabajando la
diferencia por sangre, no por cultura, por educación, es la hija de un portero,
que no hará neurosis allí donde nuestra hija si la hará.
Ahora, este problema, como no es una
desviación profesional sino que es el estado de elaboración de problemas por la
sociedad en su conjunto, a nosotros hoy ya nos viene por parte de los propios
pacientes. Son los propios pacientes quienes nos preguntan ¿Qué gano yo con la
neurosis? ¿Qué beneficio obtengo con mi síntoma? Yo tengo muchos pacientes que son analistas,
y ya son muchos los que dicen “es que yo obtengo un goce”, que yo no se los propongo
–porque no trabajo con el concepto de goce en ese sentido- y muchos de mis
pacientes dice ellos mismos que evidentemente se trata de un goce y es por eso
que yo no dejo de… etc.
Les propongo –como cortocircuito para
este problema- que podría haber otra respuesta que no pusiera en juego la
ganancia de la enfermedad, o la satisfacción de lo insatisfactorio. Y esta otra respuesta, sencilla, quizás
demasiado elemental, quizás podría ser “usted no gana nada, lo que padece es a
pura pérdida, tal vez sea otro quien gane” y quizás eso resuelva el problema.
“Quizás con su síntoma usted no gane nada. Quizás su síntoma sea una catástrofe
en su vida, pero se mantiene por otro”.
O sea, el neurótico se hace cargo de la castración del Otro asumiéndola
como propia. Con ese paso, ya observen
que no hace falta trabajar más con ganancia de la enfermedad ni con un
goce. Habrá que ir a ver cuál es la
función del Otro que está en juego, cuál será su falla y cuál será la maniobra
neurótica de hacerse cargo.
Entonces, nuestra explicación, la que
estamos criticando, freudo-milleriana, implica:
ganancia de la enfermedad, estar bien en el mal y la cuestión del
masoquismo originario. ¿Tenemos que
aceptar la existencia de un masoquismo originario? De hecho, observen ustedes que ahí, me
parece, Freud le esta dando un alcance absolutamente filosófico a esa dimensión
de masoquismo, porque Freud está postulando el masoquismo originario para todo
ser humano, con lo cual, ya sería una forma de plantearse lo humano casi a un nivel
orgánico-filosófico. ¿Tendríamos que
aceptar un masoquismo originario? ¿O será Schopenhauer? ¿Y será una filosofía
pesimista como la de Schopenhauer la que se manifiesta así? ¿Es más realista una versión por ser
pesimista? Siempre para pensar estos problemas
yo me acuerdo de una de las versiones de uno de los títulos del seminario de
Lacan que puede ser expresada como “Los desengañados se engañan”. O sea, aquel que se cree desengañado, que
cree que todo es una mierda, puede ser que se engañe también, porque no
necesariamente se ilusiona aquel que piensa que el mundo es lindo y la gente es
buena. También puede estar engañándose
a un nivel de engaño peor, porque se cree que se está desengañado el que dice
“todo es una mierda, la gente es una mierda, la vida no es nada más que
sufrir”.
Entonces, la explicación que se
sostiene, 1) en la ganancia de la enfermedad, 2) en la satisfacción pulsional,
que implica que la satisfacción pulsional es individual, es corporal y está en
conflicto estructural con la realidad social.
No pierdan de vista que la ganancia de la enfermedad y la satisfacción
pulsional son lógicas que ponen al individuo en contra de lo social, o sea, el
malestar en la cultura: la satisfacción
pulsional que nuestro cuerpo nos impone como entidades psíquicas, según Freud,
esta en profundo conflicto con la sociedad, que para Freud se sostiene en la
represión de los instintos sexuales animales de cada uno de nosotros, con lo
cual, observen que no sólo es una psicología individualista, pesimista y
organicista –propia de la biopolítica de nuestra época- sino que plantea que la
posición de cada uno es de enemistad con lo social, es un malestar en la
cultura.
Una cuestión que quisiera ir planteando
para arribar más netamente a nuestro problema, que es el concepto de goce de
Jacques Lacan y tramitado bajo la lógica del concepto plus-de-goce o
plus-de-gozar, es plantearles si ustedes creen que sea una coincidencia la
producción de tres autores que son Sigmund Freud, Karl Marx y Friedrich
Nietzche. Los tres producen en
alemán, Freud 1846-1939, Marx 1818-1883,
y Nietzsche 1844-1900 ¿Por qué? Porque
Sigmund Freud plantea una satisfacción, una voluntad pulsional, corporal individual,
lo que para él determina un malestar en la cultura, todos nos llevaremos a las
patadas con la sociedad y la única forma de satisfacerse mínimamente es
intentar dar un rodeo a las proscripciones sociales, o sea, la voluntad en
Freud es una voluntad de satisfacción pulsional corporal. Nietzsche, que plantea la pérdida de valores,
el nihilismo, él plantea que la voluntad es voluntad de poder. Es interesante el planteo de la voluntad de
poder, porque la lógica del poder es querer más poder, vean que todos los que
entran en el poder quieren cada vez más poder. No es demasiado explicativo,
pero es cierto que todos los que agarran poder, ya no lo sueltan más. Hay algo de la lógica moderna que uno
efectivamente ve como voluntad de poder, ¿para qué más? Entonces tenemos: voluntad pulsional,
voluntad de poder, y tenemos a Karl Marx con plusvalía. La plusvalía es la lógica de acumulación
capitalista que es sed de apropiación de capital sin límite. Es muy interesante porque plus-de-goce, dice
Lacan que lo hace de la plusvalía, no lo hace del plus de poder de la voluntad
de poder ni de la voluntad pulsional de Freud, el plus-de-goce de Lacan, él
dice que lo adhiere, lo pega y lo desprende de la plusvalía de Karl Marx. Por eso les acentuaba el título del libro de
Foucault, la voluntad de saber. Quizás
el plus-de-goce de Lacan tenga que ver muchísimo con la voluntad de saber, que
sería otra dimensión; voluntad, necesidad, querer, desear, satisfacción
pulsional, poder, acumulación capitalista y saber. De hecho, me parece que ninguno de ustedes
estará acá para obtener poder… ¿Por qué estamos hoy reunidos acá? No es por
plata. Estamos para saber más. Y quizás eso tipifique cierta posición que
también caracteriza a nuestra época, pero tendemos a olvidar, que podría ser
que para nuestra época, una opción sea el deseo de saber. Lacan trabaja mucho que el fin de análisis
tal como él lo concibe, que debiera terminar con el testimonio del pase, es
para dar cuenta de la producción del deseo de saber. O sea, el fin de análisis no es el
acotamiento del goce para Lacan, ni arribar a los ideales que había propuesto
Freud para el fin de la cura. Para Lacan
el fin de análisis tiene que ver con la rectificación de la posición de quien
consulta en relación al deseo de saber. Con lo cual observen que ahí habría cierta
lógica para pensar en serie como respuestas occidentales.
Un comentario en paralelo, que si lo
quieren leer esta en el Ensayo sobre el
individualismo de Louis Dumont, él establece que la única sociedad en la
historia del mundo completo -él es un especialista en sociedades jerárquicas,
por ejemplo la India, sociedad de castas, siendo que Occidente es igualitaria-
Dumont establece que fue Occidente la
única cultura que llegó a postular que la economía es el fundamento esencia del
funcionamiento social. No sé si conocen,
pero en la época en que en Argentina se discutía mucho sobre marxismo, se
discutía mucho sobre la estructura de base y la estructura de superficie. Esto fue mal traducido, siempre quedó
confuso; la estructura de superficie era la superestructura. Entonces, para los marxistas y para Marx, la
estructura de base era la producción capitalista en la lucha de clases, y la
superestructura era la religión, el psicoanálisis, la ideología. La única sociedad que concibió que la base
del funcionamiento social, es decir, aquello que explica por qué pasan las
cosas, es la economía. Por ejemplo,
suponer que lo que sucede en Oriente Medio sea por petróleo. ¿Ustedes creen que es por petróleo que se
están matando con ese entusiasmo? Para
nosotros es obvio que sí, para Occidente es obvio que sí. Hay una película que se llama “Antes de la
lluvia” que es sobre la última guerra de los Balcanes, que parte de una familia
quedo de un lado y parte del otro…
revísenlo, por ejemplo: el nazismo, ¿fue por intereses económicos? Muchos dicen que el comunismo cae después de
Chernobyl, que fue por Chernobyl que cayó el comunismo. A mí me parece que el comunismo cae porque
cae el marxismo, y el marxismo cae porque se demostró falso, porque no fue
capaz de explicar al nazismo. ¿Qué
quiere decir? Que el nazismo no fue por motivos económicos. La segunda guerra mundial, estamos hablando
de cien millones de muertos –puede venir otra peor- ¿creen que fue por motivos
económicos? Podría ser que no. Habría que poner en tela de juicio la
explicación marxista, y de hecho Lacan dice que el marxismo no fue capaz de
explicar el nazismo y tiene mucha razón.
Por ejemplo, muchos marxistas trataron de explicar que el exterminio de
los judíos fue un intento de producir trabajo esclavo, de tener trabajadores y
no pagarles. Es una explicación
marxista. Pero si uno revisa la economía
nazi, es increíble lo que gastaron los nazis en los últimos dos años de régimen
nazi para exterminar a los judíos, en vez de mandar esa misma cantidad de
esfuerzo al frente de batalla. Usaban
trenes con un entusiasmo notable para terminar con la solución final… ahora me
acordé de lo que les quería decir sobre la biopolítica: ¿saben cómo llamaban
los nazis a los judíos? Piojos,
cucarachas, larvas, parásitos. O sea,
observen que lo humano tiene que ser caracterizado por la biología, ya que lo
que se considera no humano pasa a ser llamado piojo. Kafka era judío, no estaba mirando la tele
como nosotros, con La Metamorfosis
diagnosticó increíblemente un estado de situación con mucha anticipación y
empezó a decir cómo de pronto alguien, un judío, podía de la noche a la mañana
convertirse en cucaracha. ¿Conocen la
anécdota de Primo Levi? Los nazis trabajaban mucho con ovejeros alemanes, y un
nazi suelta a su perro entrenado para comer personas, suelta al perro
diciéndole: “Hombre, devora a ese
perro”. Pero obsérvenlo porque es muy
característico de nuestra época, donde creemos que lo humano pasa por el
cuerpo, y para el cuerpo por ciertas razas.
Si no, no tendríamos tanta desesperación por el cuerpo, la belleza
corporal, la salud corporal.
Entonces les decía que es Dumont quien
diagnostica que es con Marx que se produce la idea de que es la economía lo que
fundamenta el movimiento de la sociedad.
Se los doy a vuestra reflexión para que les sirva para poner en tela de
juicio que no es lo real, es solo una teoría, de que la economía personal libidinal sea lo que explique lo que nosotros
hacemos. No es mi economía libidinal la
explicación última de base. Quizás lo
real del goce no sea la estructura de base ni lo simbólico y lo imaginario la
estructura superficial. Quizás eso sea
una ideología propia de nuestra cultura, y habría que ver si no es como dice
Foucault, que el psicoanálisis debiera ir en contra de la biopolítica. Si nuestro lugar social tal vez no sea ir en
contra del goce.
Entonces, la propuesta con la que voy a
redondear mi exposición es: el concepto
de plus-de -goce, y/o plus-de-gozar, todavía no me doy cuenta que hay que
modular distinto en Lacan plus-de-goce y plus-de-gozar, todavía no encontré una
explicación para saber si Lacan utiliza ambas expresiones indistintamente o usa
una para algunas cosas y otra para otras.
Yo creo que debería preservar la segunda hipótesis, es decir, deberíamos
desconfiar de que plus–de-goce y plus-de-gozar sean lo mismo. No sé la diferencia.
El concepto de plus-de-goce o
plus-de-gozar es el máximo intento de Lacan de responder al problema de pérdida
de valor en Occidente, según el psicoanálisis.
O sea, a la pérdida de valor que caracteriza a Occidente, Lacan responde
con plus-de-gozar, es la respuesta característica. Recuerden que teníamos satisfacción
pulsional, voluntad de poder, voluntad de acumulación de capital, voluntad de
saber de Foucault, y en Lacan plus-de-gozar.
Pero para Lacan el plus-de-gozar es el objeto a. No hay que olvidar lo que los millerianos no
tienden a acentuar y que es que para Lacan plus-de-gozar es el objeto a, y
respecto del objeto a en la enseñanza de Lacan tenemos una caracterización del
propio Lacan muy interesante, y es que siendo Lacan el que produjo simbólico,
imaginario y real, y la estructura de lo simbólico, imaginario y real, el A
tachado, el S tachado, el fantasma y su fórmula; no pierdan de vista que Lacan
dijo que su único invento propuesto es el objeto a. Tienen 80 propuestas más. Hay un libro que se llama Los 789 neologismos de Jacques Lacan y hay màs.
Un autor que tiene 790 neologismos: o está loco total, pero además es un
autor super-creativo. ¿Por qué habrá dicho que el objeto a es su único invento
dejado para el psicoanálisis? A mí me
parece que porque Lacan se pone en esta línea: Nietzsche, Marx, Freud,
Lacan. Y Lacan va a decir que el objeto
a entendido como plus-de-gozar tiene filiación con la plusvalía de Marx. Les cito de las clases 1 y 2 del Seminario 16 donde Lacan dice que él saca
plus-de-gozar de la plusvalía de Marx.
Dos cosas: primero, la plusvalía de Marx implica el trabajo del obrero. Y ustedes, pensando en el trabajo del obrero,
pueden llegar a creer –porque es un modelo muy moderno- que al obrero hay que
darle de comer para que reponga las fuerzas corporales, uno de los ejemplos
típicos de la plusvalía de Marx es que un obrero requiere 4 horas de trabajo
para obtener el producto necesario para alimentar y vestir su cuerpo. El capitalista lo hace trabajar 8 horas y se
queda con esas 4 que se convierten en plusvalía, plus capital que aumenta el
capital. Es un ejemplo típico pero es
engañoso, es falso. Este ejemplo es
especialmente engañoso, porque la plusvalía es una ganancia obtenida en un
sistema de producción social, que solo se verifica al nivel de las relaciones
de clase planteadas en el capitalismo.
Digo, ¿cómo se materializa la acumulación de plusvalía como capital en
el régimen de producción capitalista? Se
contrata la hora de trabajo a 10 pesos la hora, y supuestamente una industria
es capaz de hacer valer la hora de trabajo promedio de sus empleados a 15 la
hora, se queda con un 5, ¿verdad? Pero
10 la hora es un valor de mercado, no lo contratan particularmente un obrero y
un capitalista. Si en el mercado la hora
de trabajo vale 11, los obreros renuncian o hacen una huelga, o se van
directamente. O sea, ningún capitalista
va a conseguir contratar la hora de trabajo a 5 ni la va a pagar a 15. La va a pagar a 10, pero ¿por qué? Porque es
valor de mercado. Con lo cual, nunca
pierdan de vista que la plusvalía es un concepto para entender el
funcionamiento de una sociedad aunque se ejemplifique ingenuamente con la
relación de un obrero con un capitalista. No hay relación entre el obrero y el
capitalista, es todo vía el mercado laboral.
Y cualquier obrero sabe, cualquier obrero de la industria del vidrio
sabe que si cierran las dos fábricas de vidrio más importantes, aunque él no
perdió su trabajo estable sabe que perdió, perdió mal, porque el valor de su
trabajo va a decaer, porque sobran empleados.
El valor del trabajo es un producto social, con lo cual no pierdan de
vista que la plusvalía de Marx sobre la cual va a fundar Lacan el
plus-de-gozar, no tiene que ver con el goce como satisfacción del cuerpo o
satisfacción del goce del sujeto particular vinculado a su cuerpo. Es un concepto de análisis de la economía
social. De hecho, el trabajo de Marx
donde se desarrolla el concepto de plusvalía se llama El Capital, no se llama sólo
el capital, se llama El Capital, un
estudio de economía política. Lo que
hace Marx es economía política. ¿Entienden lo que quiere llegar a decir la
palabra “política” al lado de “economía”?
Es seguro que no es libidinal, y es seguro que no tiene nada que ver con
la economía cerrada a lo satisfactorio o insatisfactorio en el individuo
vinculado a su cuerpo. Es economía
política, y la plusvalía es un concepto de economía política. Uds. me podrán decir que no saben qué quiere
decir política ahí, bueno, es la polis.
¿Qué va a querer decir política ahí sino la relación de todos los que
están vinculados en una polis, que en la època de la polis, la polis era la
unidad. No existía Grecia, nosotros
decimos la Grecia Antigua, “Grecia antigua” es la dificultad que tenemos los
modernos para referirnos al estado de la
sociedad antigua en donde sólo había ciudades.
Los miembros oficiales de esas ciudades eran los ciudadanos, por eso es
tan complicado que nosotros llamemos los
derechos del hombre y del ciudadano para el estado moderno, nosotros no somos
ciudadanos. Sí somos ciudadanos, somos
fundamentalmente ciudadanos. Pero el
concepto de ciudadano moderno oculta que en realidad cada uno de nosotros
participa de una familia colocada en el seno de una sociedad que muy
difícilmente pueda acceder en los factores determinantes fundamentales la
cuestión de los limites de una ciudad, o sea, quizás haya mas relación entre un
porteño y un montevideano que entre un porteño y un chaqueño. Y quizás tenga más relación un chaqueño con
un paraguayo que con uno de Río Negro.
¿Entienden? Con lo cual no
pierdan de vista que en economía política, el concepto de plusvalía sirve para
pensar cómo se produce un valor en nuestra sociedad pero solamente producible y
registrable y analizable a nivel social, no a nivel individual. Plus-de-goce, Lacan lo obtiene de Marx, que
se inscribe en este contexto.
La cita que quería leerles de esas dos
clases del Seminario 16 “De un Otro al otro”, que podría ser de Dios al objeto
a, o sea, dada la muerte de dios ¿cuál sería la posibilidad de trabajar en el
hallazgo de algo que fuera valioso? El
concepto de valor en nuestra cultura está tan individualizado que se empieza a
observar en los últimos 20 años lo que hace 40 años se veía con muy malos ojos,
y era no padecer mucho el duelo. Hace 40
años se veía con muy malos ojos en la ciudad que una mujer, una viuda, no
estuviera destruida después de la muerte de su marido. Si no la veían destruida, se suponía que era
una loquita. Ahora, si alguien pierde un
familiar directo y uno lo llama para preguntarle como está, te dicen contento
que están bien, que el lunes ya van a ir a trabajar y eso se ve favorablemente. “No te preocupes, estoy bien”. No sienten el duelo. La perdida de x no altera el ritmo de vida
cotidiano, se sigue yendo a trabajar,
“me voy a ir de viaje igual”. A
veces se duda en avisar de la muerte de alguien a alguno que está viajando para
no arruinarle el viaje, pobre. Si ya se murió, ya está. Observen cómo esa economía, cada vez más, se
nos plantea como una economía individualista.
Donde hasta el sentido del duelo ha cambiado. De hecho, los cementerios
están prácticamente desiertos. No digo
que esté bien ni que esté mal, lo que digo es que observen que lo que está bien
o mal está cambiando cada vez más en el sentido de que lo que se valoriza es la
economía de la satisfacción corporal individual. Y habría que ver si eso –que tampoco esta ni
bien ni mal- no está en serie con mayor o menor sufrimiento personal de cada
uno. ¿Entienden? Si la epidemia de dolor crónico no tiene que
ver con eso, que estamos todos encerrados en una economía no política. Que cada
vez se plantea más que la economía no es política. Igualmente, cuando las papas queman, parece
que sí. Cuando se estaban quemando los
sillones del Congreso en la época de De la Rúa, pensábamos que o nos salvábamos
todos o no se salvaba ninguno, ¿o no? En
algún momento pensamos que la sociedad tiene que servir para algo… veníamos de
15 años de individualismo férreo, tuvimos lo que tuvimos, no quedó un solo nexo
social establecido confiable.
Entonces, “De un Otro al otro”: clase
del 13-11-68, Mayo francés, una revuelta propia de estudiantes universitarios,
a diferencia de la última revuelta que fue de negros de la periferia de París,
¿recuerdan? El Mayo francés se
caracterizó por ser un movimiento universitario al cual luego se plegaron los
sindicatos por un corto periodo. Para nosotros
es muy interesante pensarlo, porque Onganía hizo un golpe en contra de la
universidad, revisen muy bien ese momento histórico, porque Onganía hizo un
golpe contra la universidad, si ven la mesa desde la cual Onganía daba su
“comunicado Nº 1” van a ver que estaba rodeado de todos los sindicalistas. Los que no estaban eran los universitarios.
No se olviden que uno de los golpes que afectó el futuro de este país fue en
contra del saber. Ahí se fueron todos
los profesores, ahí se inventaron los grupos de estudio de psicoanálisis, no
pierdan de vista que la costumbre de los grupos de estudio privados de
psicoanálisis es un invento argentino, exclusivamente argentino, que los
argentinos llevaron al exterior, y fue un invento que surgió luego del golpe de
Onganía.
Clase 1 del Seminario 16:
“Es
en esto que ese discurso, en el punto del tiempo en que estamos es
crucial. Lo es en la medida en que
define lo propio de ese discurso que se llama discurso psicoanalítico.
Es la primera vez que Lacan se refiere
a que el psicoanálisis es un discurso, requerirá un año más, en el Seminario 17, para decir que es un
discurso dentro de una lógica de cuatro discursos, pero aquí lo define como
discurso, y es interesante porque si lo define como un discurso, no es un a
experiencia. Nosotros acentuamos mucho el
valor de la experiencia porque acentuamos mucho lo experiencial corporal, pero
aquí se trata de un discurso.
“…cuya
introducción, su entrada en juego en este curso importa tantas consecuencias.
Sobre ese proceso de discurso ha sido puesta una etiqueta: el estructuralismo.
O sea, lo que establece primero en el
primer párrafo de la clase 1 es que el psicoanálisis es un discurso y es un
discurso en la misma medida en que el psicoanálisis se ha vinculado con el
estructuralismo. De hecho no se si ustede
saben que para Lacan el estructuralismo fue un factor detonante del Mayo
francés. Hubo Mayo francés porque había estructuralismo en Francia.
“He
allí eso de lo cual el estructuralismo es tomar en serio. Es tomar en serio el saber como causa.
El estructuralismo es tomar en serio
las cosas, seriarlas, hacer series. Y
especialmente es el saber como causa. Si
algo caracteriza al movimiento estructuralista es poner en serie,
fundamentalmente poner en serie el saber como causa. Saber-serie-causa-efecto.
Tercera cita, introduce a Marx y dice
que va a relaciona el objeto a con Marx
“Lo
importante es que Marx designa lo que quiere decir que se marcha,
demarche,
que las cosas funcionan, ¿Cómo funcionan?
“…
tanto que sus comentarios sean estructuralistas o no parecen demostrar que el
es estructuralista.
Entonces tenemos que el psicoanálisis
es un discurso vinculado al estructuralismo, el estructuralismo pone en serie,
pone fundamentalmente en serie el saber como causa, y agrega que sépalo Marx o
no, Marx es estructuralista, y es estructuralista porque puso un saber como
causa. ¿Cuál sería el saber como causa
en MarX? Por ejemplo, un marxista que va
a la villa miseria, ¿a qué va a la villa?
A transmitir un saber. Para los
marxistas, el marxismo ¿no es científico?
Entonces el marxista ¿va a la villa a repartir bolsos con comida y plata
para el colectivo? No, el marxista no
hace eso. Al menos el marxista de
libro. ¿A qué va? A transmitir un saber. ¿Por qué? Porque el saber es causa de
movimiento, si el proletariado adquiere ese saber, se pondrá en movimiento
revolucionario. Se puede decir entonces
que Marx es estructuralista, lo que está en la causa es un saber, se darán
cuenta de que las cosas se están ordenando hacia otro lado, acá no se trata del
cuerpo biológico ni de pulsiones, no tiene nada que ver.
Cuarta cita, acá produce el
plus-de-gozar y agrega.
“Esta
función aparece por el hecho del discurso, por lo que ella demuestra ser en la
renuncia al goce un efecto del discurso mismo.
O sea, que plus-de-gozar es un efecto
del discurso. Si el psicoanálisis es un discurso, puede tener como efecto
plus-de-gozar, ¿se entiende la idea?
“Alrededor
del plus de gozar se juega la producción de un objeto esencial, cuya función se
trata ahora de definir: el objeto a.
Entonces, como el psicoanálisis es un
discurso y el discurso pone al saber en función de causa, causa el
plus-de-gozar, ¿Cuál será ese plus que se producirá por el discurso analítico?
El objeto a. Entonces el psicoanálisis
como discurso, operando el saber como causa, opera la producción de un objeto,
el objeto a.
“Es
en el discurso sobre la función de la renuncia al goce donde se produce el
termino del objeto a, el plus-de-gozar como función de esta renuncia bajo el
efecto del discurso. He allí lo que da
su lugar al objeto a en el mercado, a saber en lo que define a algún objeto del
trabajo humano como mercadería. Así
cada objeto lleva en sí mismo algo de Plusvalía. Así el plus-de-gozar es lo que
permite el aislamiento de la función del objeto a
Esto sí es bien doctrinal, bien difícil
de entender y bien una articulación Lacan-Marx, casi es un diagnóstico de
sociedad. Lo vuelvo a leer:
“Es
en el discurso sobre la función de la renuncia al goce donde se produce el
termino del objeto a,
¿Cuál es el discurso sobre la función
de la renuncia al goce? Podría ser el
psicoanálisis, podría ser. Entonces es
en el psicoanálisis, como discurso sobre la renuncia al goce donde se produce
el objeto a, no en cualquier discurso, no para todo discurso, para un discurso.
“el
plus-de-gozar como función de esta renuncia bajo el efecto del discurso. He allí lo que da su lugar al objeto a en el
mercado, a saber en lo que define a algún objeto del trabajo humano como
mercadería.
Es decir, para Lacan es por la función
del efecto de discurso entre los cuales el discurso psicoanalítico es un
discurso, que el objeto adquiere valor
de mercadería. O sea, adquiere valor de
mercado. Lo que Lacan está proponiendo
pensar es cómo el objeto a podría vincularse a valor de mercado, por ejemplo,
primera pregunta: el objeto a ¿es lisa y
llanamente un objeto de mercado? No,
porque no se puede ni comprar, ni vender, ni intercambiar. Si el objeto a inscribe algo de la condición
particular de la posición deseante para cada caso, no podría ser lisa y
llanamente un producto del mercado. O
sea, los objetos en nuestra sociedad tienen valor de mercado, ha habido una
maniobra sobre el objeto, y es que tiene valor de mercado. Una forma de pensarlo es la sociedad de
consumo: siempre estamos queriendo cambiar el objeto por uno que tenga más
valor de mercado. Por ejemplo, en
algunas sociedades como EEUU, la permutación de objetos por valor de mercado es
de una velocidad mucho mayor a la que se da en Inglaterra, a pesar de ser ambos
dos países muy ricos. En Inglaterra no
tienen tanto amor por cambiar una computadora vieja por otra nueva, si les anda
y les sirve están tranquilos, no la cambian por la nueva, y es porque el valor
que tiene para ellos es el valor de mercado.
“He
allí lo que da su lugar al objeto a en el mercado, a saber en lo que define a
algún objeto del trabajo humano como mercadería. Así cada objeto lleva en sí mismo algo de
plusvalía.
O sea, cada objeto tiene valor de
mercado, como la plusvalía es valor de mercado, cada objeto incluye plusvalía.
“Así el plus-de-gozar es lo que permite el
aislamiento de la función del objeto a.
Una mercancía tiene una plusvalía que
es el valor de mercado, estamos hablando de una sociedad que ha perdido los
valores, estamos en esa genealogía.
Cuando nos sentimos mal, ¿no salimos a comprar algo? Pero no a comprar algo que necesitamos, como
hacer las compras en el supermercado, sino que salimos a comprar algo
innecesario, ¿para qué? Así recuperamos
valor. En nuestra sociedad los objetos
en sí mismo tienen valor, inscriben plusvalía.
Se ha perdido el sentido, se ha perdido el valor moral, el religioso,
pero ahora tenemos un valor que esta en plus en cada objeto, y ¿cómo es que
est{a en plus en cada objeto? Es por el valor de mercado. Entonces Lacan dice:
“Así
el plus-de-gozar es lo que permite el aislamiento de la función del objeto a.
Hay otro tipo de objeto que es lo que
Lacan designa como objeto a, que en vez de tener un plus de valor como
plusvalía, tienen un plus de valor como plus-de-gozar.
“Se
trata justamente de ver por qué algo de ese sujeto que desaparece como ser
surgiente, producido por un significante para inmediatamente apagarse en otro
significante como en alguna parte eso algo puede constituirse y puede en el
límite hacerse tomar al fin por una autoconciencia. Por algo que se satisface por ser idéntico a
sí mismo. Pues precisamente lo que quiere decir esto, es que el significante
bajo cualquier forma que sea que se produzca, en su presencia de sujeto bien
entendido, no podría reunirse en representante de significante sin que se
produzca esa pérdida de identidad que se
llama hablando propiamente el objeto a.
Entonces, nosotros tenemos que el
sujeto es lo que un significante representa ante otro significante, por ser el
sujeto, no el individuo, o sea, nosotros atendemos a una persona que para la
sociedad es un individuo, pero operamos sobre el sujeto. Tanto es así que operamos sobre el sujeto en
la lógica lacaniana, ya que Lacan no disuelve el término sujeto cuando logra
psicoanalizante y psicoanalista. O sea,
nosotros tenemos “psicoanalizante” que es un tipo, “psicoanalista” que es otro
tipo, y además hay sujeto. Un sujeto que
est{a articulado de manera particular a esa persona que consulta. Ahora, ese sujeto,
es el producto de la relación de un significante ante otro significante. Por ser el sujeto un producto de esa índole,
se caracteriza por la pérdida de identidad.
Lacan llama a la pérdida de identidad, objeto a.
“…en
su presencia de sujeto bien entendido, no podría reunirse en representante de
significante sin que se produzca esa pérdida de identidad que se llama hablando propiamente el objeto a.
Quiere decir que el objeto a es la
inscripción de la pérdida de identidad que caracteriza al sujeto. Problema lógico difícil, hay que plantearlo,
porque si un sujeto carece de identidad, ¿qué quiere decir que nos refiramos a
un sujeto en particular? Con lo cual –no lo vamos a trabajar hoy- pero no
pierdan de vista que somos requeridos en psicoanálisis a trabajar con una
lógica que permita conservar condición particular sin que la condición
particular radique en identidad.
Entonces, objeto a es lo que articula las dos cosas: el objeto a no es una mercancía, o sea, no es
un objeto intercambiable en el mercado, el objeto a no es permutable como valor
de mercado, pero es lo que permite articular la pérdida de identidad con la
condición particular.
La última cita de la clase 1:
“Las
configuraciones económicas son caso contrario más propicias que aquellas
lejanas aunque seguramente no enteramente impropias que en la ocasión son las
que se ofrecían a Freud, las de la termodinámica.
La termodinámica saben que es la teoría
fiísica moderna, paradigma absolutamente indiscutido hasta ahora de cómo
concebir el funcionamiento de la energía para la física moderna en un sistema
cerrado. Las leyes de la termodinámica,
los objetos se enfrían, no se calientan, o sea se pierde energía, no se
gana. Entonces la termodinámica es la concepción fundamental
de la energía en la física científica moderna.
Lacan en este párrafo dice que es más conveniente pensar al objeto a y
su valor en términos de configuraciones económicas que en configuraciones
energéticas. Lacan nos está proponiendo
entender el valor como valor social de una economía política y no como un valor
energético. Con lo cual, está poniendo en tela de juicio la energética
freudiana.
Ahora sí, 5 citas de la segunda clase
del Seminario 16, “De un Otro al otro”, 20-11-68, dice que ha hecho referencia
a Marx, y dice:
“A
esta plusvalía, la de Marx, he colgado, superpuesto, enduido en su anverso la
noción d e plus-de-gozar”
O sea, vean la intimidad en la que
Lacan pone al plus-de-gozar con la plusvalía de Marx y no con la pulsión
freudiana. Les propongo que revisen
estas dos clases, y todo el Seminario 16 y van a ver que Lacan no hace
referencia alguna al cuerpo, ni al cuerpo biológico, ni al cuerpo pulsional, ni
a la libido, son todas referencias ausentes.
Lacan está trabajando con el problema de la plusvalía marxista, o sea,
una forma de entender políticamente cómo hay valor en nuestra sociedad, cómo
algo tiene valor para nosotros sin que eso sea una mercancía del mercado, sin
que sea por algo intercambiable.
“...pero allí vemos lo vivo del asunto en
tanto que, como lo he destacado la última vez, en esta referencia exaltante,
sobre todo para aquellos que ignoran hasta lo que la energética quiere decir,
he sustituido una referencia que para el tiempo que corre haríamos mal en sugerir que es menos
materialista, una referencia a la economía política.
O sea, Lacan dice que sin que el
psicoanálisis caiga en idealismos, o sea, seguimos siendo materialistas, ha
debido hacer una sustitución de la energética freudiana por una economía
política a la marxista. ¿Entienden por
qué? Al menos porque nos permite concebir al sujeto humano en una
situación social, mientras que una
energética freudiana es absolutamente encerrada en un círculo cerrado. No se
olviden que las leyes de la termodinámica son válidas para un sistema cerrado,
mientras que la economía es siempre política.
Hay ídolos del individualismo moderno, por ejemplo el producido por
Cervantes, Don Quijote. Una quijotada
¿qué es? Cuando uno va solo contra los
molinos de viento. Creo que no hay que
olvidar que el gran ídolo del individualismo moderno es Robinson Crusoe, que
estuvo 30 años en la isla, y armó ese ecosistema de subsistencia, que es
perfectamente autosuficiente y que no requiere de la participación de nadie
más. Ese es el caldo de cultivo social
cultural ideológico en el cual Freud produce los desarrollos ideológicos
teóricos en psicoanálisis.
Luego del nazismo, se podría decir,
Lacan advierte de los problemas a los que lleva sostener que la esencia de lo
humano radique en nuestra condición de individuos sostenido en lo que sería el
interior de nuestro cuerpo biológico.
Entonces Lacan propone dejar caer la energética freudiana por una
economía política. Entiendan que lo que
produce mucha insatisfacción para uno, puede ser aplicado por lo que produce,
en la misma medida, satisfacción para otro. Puede ser que por no molestar a la
madre, que alguien sufra tanto. Y no es
porque nacés con mucha pulsión de muerte entonces proyectás la pulsión de
muerte que retalitativamente te vuelve y te da la posición… etc., que son todas explicaciones pensadas en
sistemas absolutamente cerrados, individualistas, de base energética biológica.
“La
energética no es convenible para el discurso psicoanalítico.
Vean lo que dice Lacan, y observen que
el movimiento milleriano es absolutamente contrario, el movimiento milleriano a
partir de la noción de goce y de plus-de-gozar nos quiere convencer de que se
trata fundamentalmente de una energética, que es la energética del goce.
“Es
decir, la referencia a una constante que es precisamente lo que se llama la
energía, en relación a un sistema cerrado, es otra hipótesis esencial del
sistema energético
O sea, no pierdan de vista de vuelta la
acentuación que hace Lacan del sistema cerrado. Tanto es así -lo del sistema
cerrado- que en vez de resistencia del analista en la clínica pre-lacaniana –y
que me parece que hoy se está trabajando de vuelta con la misma lógica- se
trabajaba mucho con criterios de analizabilidad. O sea, si este sistema cerrado
era o no analizable. Y hoy se trabaja
igual, con que hay modalidades de goce que son inanalizables. Miller es un gran amigo de la medicación,
porque él dice que la medicación muchas veces es necesaria para acotar el nivel
de goce y que la persona entonces pueda hablar.
Con lo cual, observen que él no plantea que para acotar el goce habría
que instrumentar la relación del psicótico con su madre, con el padre o la
familia, si tiene que ver o no a los hermanos… Miller no considera que la
economía de goce pueda ser regulable por otra cosa que no sea la pastilla. Si le dan la pastilla, puede hablar. Quizás podamos pensar la posibilidad de
hablar de un psicótico a partir del tipo de relación que tiene con otras
personas. Por ejemplo, que no vea a la
madre. Habrán visto el efecto
terapéutico que tienen las internaciones.
¿Vieron ese efecto sorprendente? Que los pacientes mejoran al estar
internados. Y que nosotros cuando
estamos en las clínicas no hacemos nada. O sea, los pacientes mejoran y
nosotros no hicimos nada, nos la pasamos tomando café… o hacemos grupo
terapéutico, que es un bodrio… pero si no pasa nada en las clínicas ¿cómo es
que los pacientes mejoran? Quizás porque
dejaron de ver a la madre, que les come el coco de manera tremenda y los pone
de la nuca, o quizás porque se lo alejó de la pelea permanente del padre y la
madre, que lo desespera porque no puede hacer nada. Pero nosotros tendemos a
pensar hoy que tiene que tomar una pastilla.
“El
proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un
discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado único, y esta es la
referencia nodal, aquello por lo cual nosotros nos interrogamos.
Entonces, Lacan propone que se ha
producido la unificación de la ciencia, hay lo que se llama “la ciencia”, antes
había las artes, las siete o cuatro -trivium,
cuatrivium- artes liberales, pero eran múltiples, no había nada que
unificara las artes liberales. Ahora, a
partir del siglo XVI-XVII tenemos “la ciencia”, que Lacan siempre critica
bastante, lo obvio del criterio de la ciencia.
Lacan dice que si una ciencia se caracteriza por tener un objeto, en
algunos criterios epistemológicos ingenuos se considera que una ciencia se
caracteriza por tener un objeto, ¿cuál sería el objeto de “la” ciencia? Es un chiste de Lacan, pero me parece que a
algún problema remite. Bueno, entonces
Lacan propone que se ha unificado la ciencia, y como la unificación de la ciencia
trajo un mercado, dice por ejemplo, que si uno da conferencias, se las pagan.
“El
proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un
discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado unico, y esta es la
referencia nodal, aquello por lo cual nos interrogamos
¿Entienden qué es mercado único? Que a un psicólogo que va a dar una
conferencia al sur, se le pagan 100 pesos, y a un economista que tiene un
master y que va a dar una conferencia a una petrolera, se le paga 10000 pesos. Se les paga 100 y 10000 razonablemente,
jamás un economista pediría 100 –ni loco- y jamás un psicólogo va a pedir
10000, salvo que no quiera ir a ninguna parte a dar conferencias. Porque hay un mercado unificado y ese mercado
unificado indica que empiezan a tener valor de cambio y que no es lo mismo arte
que economía. El que es artista y el que
es economista, saben ellos mismos que uno va a hacer plata y el otro no… lo
saben. Vean que el mercado está
unificado, y es un mercado de saber.
“Es
a partir de allí que podemos concebir que hay allí algo que en tanto que pagado
a su verdadero precio de saber, según las normas que se constituyen del mercado
de la ciencia, es sin embargo obtenido por nada, es eso lo que he llamado
plus-de-gozar.
Es algo que se obtiene y que tiene
valor vinculado a saber y que se obtiene de la nada. Digo, el significante en
tanto tal no significa nada, la relación entre dos significantes produce sujeto
pero no produce identidad, o sea, nada que sea idéntico a sí mismo, ¿Qué es
algo que no sea idéntico a si mismo? Nada.
En la ontología occidental, si hay algo que caracteriza a la cosa es que
sea idéntica a si misma, ¿Qué es A? A=A,
es lo primero desde donde partimos. El
plus-de-gozar no tiene que ver con la pulsión, ni con el malestar ni con la
libido, ni con la satisfacción, ni con gozar placentera o displacenteramente de
tocarse en algún lado, no tienen nada que ver con eso, que es donde todos
suponemos que es donde se localiza el problema. Pero vean que hay todo un
argumento de Lacan que ni se lo escuchó ni se lo registró y no pasó a la discusión
por los psicoanalistas. Es lo más
insólito. Lo vuelvo a leer.
“El
proceso mismo por donde se unifica la ciencia, en tanto ella toma su nudo de un
discurso consecuente, reduce todos los saberes a un mercado único, y esta es la
referencia nodal, aquello por lo cual nos interrogamos. Es a partir de allí que
podemos concebir que hay allí algo que en tanto que pagado a su verdadero
precio de saber, según las normas que se constituyen del mercado de la ciencia,
es sin embargo obtenido por nada, es eso lo que he llamado plus- de-gozar.
Cada uno tendrá que ver si le interesa
este tipo de reflexiones, tendrá que ver en qué momento de su formación en
relación a Lacan está, si alguna vez va a leer o no va a leer el Seminario 16,
si el plus-de-gozar le va a interesar, si va a seguir siendo freudiano como
casi todos, si van a seguir pensando que tenemos pulsiones que exigen trabajo y
que son como la sed y el hambre, etc.
Pero hay otro problema para lo cual
esto puede ser muy útil y es la pregunta que vuestros pacientes seguramente les
hacen a ustedes igual que a mí, y es por ejemplo: ¿para qué me serviría
saber? Miren cómo podemos volver a un
núcleo muy obvio del práctica analítica.
Y a mí ¿para qué me serviría saber, qué obtendría por saber? Yo pago, yo vengo acá y hago un trabajo
–pesado a veces- nunca para el paciente es tan pesado como para el analista, se
paga por ello, no es necesario que se pague con plata, puede haber
psicoanálisis en el hospital, en la prepaga, no tiene que ser con dinero, un
psicoanálisis no funciona mejor si uno paga más, el único valor no es el
dinero, no pasa por ese registro. Hay un
trabajo que se realiza, hay un pago que se hace, un pago de creencia, de
amores, a veces se vive en función de que se cree que se ama a alguien, y se
termina el trabajo descubriendo que no se amaba a ese alguien sino que se lo
odiaba. Yo tengo ahora en tratamiento a
una paciente –que es analista- que estuvo 15 años en tratamiento con otro
analista, y me dijo que su analista anterior se había enamorado de su padre
-del padre de la paciente- y que ella entró odiando al padre (a su padre) y
salió amándolo. En este caso sería
inverso, porque ahora estamos trabajando que en realidad había motivos para
odiarlo. Lo que pasa es que como la
analista se había enamorado de ese padre de referencia… Hay un pago que se hace, hay un costo que el
trabajo analítico tiene, ¿por qué saber produciría un valor? El plus-de-gozar, como objeto a, es
justamente para nuestra cultura, aquello que podría tipificar según la teoría
de Lacan, lo que se podría obtener en un análisis obviamente, más allá de los
efectos terapéuticos, se podría obtener un saber.
Ahora, como a ese saber -el que se
podría obtener como efecto del trabajo analítico- a ese saber Lacan lo designa
objeto, no pierdan de vista porque también hay una pasión por lo real y una
cosificación muy grande en nuestra sociedad, muchas veces se desvaloriza al
mero hecho del saber si el saber no produce objetos de cambio. Por ejemplo, si un hombre es un super erudito
mundial en música africana de los siglos XI, XII y XIII, y por su trabajo de
investigación cobra una renta universitaria de 300 pesos, por más capo que sea
mundialmente en eso, para su madre, su mujer y su hija, ese hombre es un tarado
total. Porque le dirían: ¿para qué te
sirve tanto saber si no podemos ni tener un auto ni irnos de vacaciones? O sea, mientras que cambiar de coche
automáticamente en nuestra sociedad es signo de éxito y de que a alguien le va
muy bien. ¿No se dice así? Si se dice así es porque se piensa así.
Con lo cual, observen que para la
voluntad de poder… ¿alguno tiene a algún político en análisis? Uno que se dedique a la política… ¡no se analizan! Los políticos no se analizan, porque para la
posición de voluntad de poder, el psicoanálisis no sirve. Ellos quieren asesores de marketing, pero
para obtener más poder. Los políticos no
se analizan, son como los perversos… no tenemos clientela. Observen que estamos trabajando en una
práctica, que es la del análisis, donde estamos trabajando que el sujeto en
cuestión se caracteriza por la pérdida de la identidad. A esa pérdida de identidad podría haber una
ganancia de condición particular, esa condición particular sería una forma de
concebir el ser, uno no sería lo que es por una identidad sino por una
diferencia. A esa pérdida de identidad
que podría ser designada “ganancia en diferencia”, a esa pérdida se la llama
objeto a. A esa pérdida de identidad se
la llama objeto a. Ahora, hay una
operatoria que quizás sea exclusiva del psicoanálisis para nuestra cultura, en
la cual, se pueda producir un valor en plus, valor a partir de ¿qué? Creación
ex-nihilo, de la nada, de esa falta de identidad se puede producir, según Lacan
-yo no vengo a decirles cómo se analiza ni para qué sirve el análisis, son dos
charlas sobre el concepto de goce de Jacques Lacan- entonces según Lacan, a la
pérdida de identidad propia del sujeto del significante, puede haber una
ganancia en función de la operatoria –y por eso llama al objeto a “objeto” -. Falo, en el álgebra lacaniana se llama “„”
pero no se dice objeto fi, no es el objeto fi minùscula. Lacan no lo llama el objeto fi
minúscula. Al objeto a, Lacan no lo
llama “a” lo llama “objeto a” minúscula.
¿Por qué lo llama “objeto”? O ¿por quÉ no llama objeto al falo? Lacan le
agrega un valor de objeto, ¿a quÉ? A la falta de identidad, a la nada, que se
articula a la posición subjetiva. Lo
llama “objeto” porque se puede hacer algo con eso. ¿Qué se puede hacer con eso? Se puede producir el valor. ¿Y cuál es el
medio para producir valor sobre esa nada o esa falta? Saber.
Una indicación colateral: ¿vieron de dónde saca Lacan la tipificación
de objeto para pensar la tranferencia a partir del Seminario 8 y de El Banquete de Platón, y a partir de ahí en toda
su enseñanza? ¿Se acuerdan cuál es el
objeto con el que trabaja Lacan para pensar la transferencia desde El Banquete de Platón? Lo obtiene del
diálogo socrático y de ahí en más queda tipificado para pensar la
transferencia: agalma, en su plural,
agalmata. Es un objeto –si quieren leer
sobre esto el que se dedica a estudiarlo es Louis Gernet, en antropología de la
Grecia Antigua, tiene un artículo que se llama “El concepto de valor mítico”-
Lacan toma al analista como agalma y al objeto de valor en la transferencia
como agalmata. Saben que Sócrates era
un tipo despreciable, feo y desagradable, desprolijo, asqueroso. El mecanismo que utilizaba Sócrates era la
mayéutica, y consistía en producir algo mediante preguntas, como si fuese una
partera de la verdad. Alcibíades, que
era un personaje muy especial, que fue expulsado de la ciudad, define a
Sócrates como el agalma, el objeto valioso, escondido dentro de una caja de
Sileno, que es un sátiro, y dice que dentro de esa caja horrible que es
Sócrates, él encuentra un objeto de valor y lo llama agalma. Los agalmata eran los objetos de valor mítico
en la Grecia Antigua, eran por ejemplo los trofeos que se le entregaban a un
general luego de ganar una batalla, eran el símbolo de haber ganado esa
batalla: un trípode, una espada, una
corona de laureles hecha en oro, pero no tenían valor de mercado. No era permutable, porque no valía su peso en
oro, era por el valor mítico. En general
se decía que habían sido entregados por los dioses, etc. Entonces lo que Lacan está proponiendo a
nuestra cultura es una forma de entender lo que se produce en un análisis como
rescate del efecto afanisíaco del significante sobre el sujeto, como producción
de saber. Y eso tiene valor de objeto,
para operar con ese saber, para hacer algo con ese saber. Y la metáfora que utiliza para referirnos es
el objeto en la Grecia Antigua, que tiene valor mítico.
Un dato: los agalmata funcionaron en la Grecia
premonetaria. Saben que Grecia fue la
primera sociedad que acuñó moneda, pero los agalmata funcionaban en la época
premonetaria. O sea, la metáfora de
Lacan para tipificar la transferencia y el valor de la palabra del
analista… un ejemplo: cuando ella al volver a la casa le dice al
marido “Me parece que en los últimos años estuve un poco caprichosa” y él le
dice “¡Ya sé, te lo vengo diciendo hace años y nunca me diste bola!”, y ella le
contesta, “Sí, pero ahora me lo dijo mi analista”, y el tipo se desespera. “¿Te
lo tenía que decir ese tarado, y yo te lo vengo diciendo hace 8 años, y hacía
falta que te lo dijera ese?” Y sí,
hacía falta que se lo dijera el analista. Y el pobre tipo se desespera más
ahora, porque se da cuenta de que su palabra no tiene valor. ¿Por qué tiene valor la palabra del analista?
¿Cómo entender ese valor? Bueno, Lacan
para dar metáfora de ese valor utiliza agalma, que es un objeto de valor
mítico, o sea, derivado de los dioses, que su valor es absolutamente social en
una sociedad premonetaria.
Bueno, hasta aquí lo que preparé, si
alguien tiene alguna pregunta, objeción, comentario para hacer…
A.E.: (sobre Robinson Crusoe) es la primera metáfora ecologista de
Occidente, él tenia un supermercado, lo
que sacaba del árbol lo ponía en el supermercado, pero no ponía en el
supermercado más que lo que él iba a consumir, no necesitaba de nadie más.
A.E.: nunca lo dice. No hay un solo renglón en que Robinson Crusoe
diga que extraña a alguien… ¡ni a una mina!
No hay un solo renglón en donde ese hombre adulto y sexualmente normal
diga que extraña a una mujer. Más aún, el día que aparece Viernes, que él
encuentra huellas humanas, las borra.
Que Lacan lo toma como una maravilla, y para mí es el desastre del
individualismo. La primera marca que él
encuentra de otra persona en la isla, lo primero que hace es borrarla. Para Lacan es la maravilla del significante.
Pero me parece que se comió un caramelito Lacan... Para mí es el colmo del
individualismo, porque jamas habla de una mujer, jamas habla de otra persona,
no extraña. Uno se puede imaginar que
Robinson Crusoe extrañaba, pero léanlo y van a ver que no extraña.
A.E.: claro, así es la paradoja de nuestra
situación cultural. De hecho, los
filósofos modernos que están pensando este problema –Nancy, Esposito, Agamben y
otros- hoy, todos ellos dicen que no hay respuesta a este problema. No hay cómo
concebir el vínculo social en el Occidente moderno. Esposito hace el trabajo más fuerte –muy
influenciado por Lacan aunque no lo cite en ese punto- lo que propone como
teoría del vínculo social es “nada en común”, o sea, no tenemos nada en común
–que es lo que decimos todos- o justamente lo que tenemos en común es la nada,
siempre y cuando se la conciba como objeto a.
Pero si no se la concibe como objeto a, es goce… entonces nada en común
es cada uno en la suya, que es otra forma de concebir el mundo moderno. Y fíjense que el psicoanálisis, se posiciona
tanto de una manera como de otra, y creo que está ganando la posición
individualista, donde se cree que cada sujeto –como el psicoanálisis acentúa la
condición particular- es más que nunca un individuo que se masturba de la
manera que más le gusta, que es arreglárselas con su propio goce. Que es la dirección de la cura propuesta por
el psicoanálisis más numeroso y más vigoroso de la actualidad que es el
milleriano.
A.E.: y no.
Lo que se propone es que el saber es impotente frente al goce, no todo
se puede saber, no se puede saber todo, pero justamente lo mas importante es lo
que no se puede saber, que es el goce, que es la verdad más verdadera, lo real
de lo real. El saber es engaño, y el
psicoanálisis es un timo; eso es lo que dice Miller en su último libro citando
a Lacan. El psicoanálisis es una estafa,
porque te hace creer que podés llegar a saber, cuando en realidad el saber es
una elucubración que intenta arreglar el goce que es la verdad. O sea, vean que se pueden tener las dos
políticas totalmente contrarias, en el psicoanálisis, y ambas pueden ser
sostenidas desde Lacan. Por eso me
parece que es importantísimo la posición ética que tomemos nosotros. Pero me parece que la clave hoy maás que
nunca es la posicipon ética en el análisis, o sea, si el saber tiene valor o
no, si existe o no existe el Otro, Lacan dijo que no existe el Otro del Otro,
no que no exista el Otro. Y Miller dice
que Lacan dice que no existe el Otro del Otro, pero lo que èl (Miller) dice es
que en realidad quiso decir que no existe el Otro. ¡Pero si no existe el Otro no tenés que
psicoanalizarte! Uno se tiene que
arreglar solo… Con lo cual observen que
la discusión de estos problemas es de enorme actualidad, pero especialmente
porque produce dos psicoanálisis totalmente contradictorios. El problema con el que yo me encuentro –se
los digo en confianza- es que soy el único que dice esto.
A.E.: estamos diciendo que hay dos psicoanálisis
contradictorios –no digo que solo haya dos psicoanálisis, digo que hay al menos
dos, de orientación lacaniana, que son contradictorios-, uno que tiende al
individualismo del goce, que apunta a que el saber es engaño neurótico, que lo
real es el goce, que el goce proviene del cuerpo y que lo que tiene que
producir un análisis al final es convencer al sujeto de la banalidad del saber respecto de lo real
del goce. Lo que yo propongo es que hay
otro psicoanálisis que también se puede desprender de muchas citas de Lacan que
sostiene absolutamente lo contrario: que para Lacan el concepto de goce no es
satisfacción corporal, no es satisfacción pulsional, no es algo que provenga
del cuerpo, que es la falta de identidad del sujeto, que el sujeto no coincide
con el individuo y que la operatoria que propone Lacan es justamente que lo que
se puede producir en un análisis es una operatoria con el saber. A mayor déficit en la operatoria en el saber,
más sufrimiento neurótico. ¿Para qué me
puede servir saber? Para todo. Especialmente para sufrir menos, ya que se
sufre de más. Y me parece que llegó la
hora de analizar, de contemplar, de considerar, los efectos de los
psicoanálisis millerianos. Hay muchos
fines de análisis millerianos. Habría
que ver si no producen muchas posiciones locas, melancolizadas, ¿cómo están los
analistas millerianos después de su análisis milleriano completo y su pase? No
es insultar ni faltarle el respeto a nadie, es un trabajo mínimo que me parece
que los analistas tendríamos que hacer y es ver qué efectos clínicos produce
nuestra práctica para ver qué tipo de práctica vamos a elegir. No se trata acá de producir herejías por estar
“haciendo mierda” a Miller. No estoy
haciendo mierda a Miller. Más aún, lo he
nombrado como el psicoanalista vivo más importante del campo del psicoanálisis.
Pero me parece que tiene una dirección de la cura que se la podría poner en
serie con la de Freud, la de Anna Freud, Melanie Klein, Jacques Lacab, y ver
cuáles son las diferencias. Me parece
que de Lacan se podría desprender otra.
A.E.: el corte entendido como sesión corta, cuando
en realidad habría que preguntarse si después de 1000 sesiones cortas se
produce un corte… digo, si se corto el síntoma histérico, el síntoma
neurótico. Si no, son falsos
cortes. De hecho, la sesión de 50
minutos también se termina, un analista de 50 minutos también tiene que decidir
cuándo termina, también corta. Pero el
asunto es si corta el síntoma. O sea, la
sesión ultracorta, de menor cantidad de minutos posible, y el silencio total
del analista, me parece que indica que se odia al saber. Que se produzca la menor cantidad de elaboración
de saber, porque eso es neurótico.
Habría que discutir si eso es curativo o si es patológico, la producción
de saber.
A.E.: bueno, gracias a Dios tenemos un andarivel
para hacerlo. Lacan en los últimos diez
años, practicó a rajatabla el psicoanálisis de un minuto, o de 15
segundos. Y no decía nada. Ni hola, ni
chau. Y hay 10 ó 15 libros de pacientes
que se analizaron con él y publicaron su biografia analítica con Lacan. Ahora salió uno que es maravilloso, El dia que Lacan me adoptó, de Gerard
Hadad. Se llama así, no es un
chiste. Ahora, “el día que Lacan me
adoptó” no es el testimonio de su entrada en análisis, sino ¡el testimonio de
su salida! Uno podría decir ¿salió como
el hijo de Lacan? Tuvo como 15 años de análisis con Lacan, es un testimonio
importantísimo. Para mí terminó
muchísimo mas neurótico obsesivo de lo que entró. Y que el transcurso de su vida en esos 15
años fue un tormento para el su mujer y sus hijos, de una manera
increíble. También está Una temporada con Lacan de Pierre Rey, Viaje a Translacania de Perrier, El loro y el doctor de una brasilera,
hay un montón de libros. El asunto es
empezar a hacerlo. Pero no lo hacemos…
como tampoco evaluamos los efectos clínicos de los análisis de Freud, no? El hombre de los lobos quedó loco total, para
siempre. Desencadenó una psicosis
definitiva. Dora fue una catástrofe,
terminó en un acting. ¿acaso los
lacanianos no se maravillan del “¿qué lugar usted ocupa en eso de lo que se
queja?” y fue una cagada total de Freud, porque en realidad lo primero que
habría que haber trabajado era la cagada que se mandó el padre, el señor K, la
señora K y la madre, cómo puede ser que ella haya sido objeto de un oscuro
cambalache. Pero no, en la primera de
cambio le mando el “qué lugar ocupa usted”.
Es como decirle a la tipa violada:
“¡Y… Ud. también con esa minifalda...!”
Ratas: un éxito terapéutico
total, salvo que se murió al año siguiente en la guerra. Me podrán decir que Freud publicó todos sus
fracasos por su posición ética. Y es verdad, es maravilloso. Pero bueno, podemos estudiar esos
fracasos. Y también podríamos estudiar
por sus efectos a los análisis annafreudianos y kleinianos. ¿O somos absolutamente inocentes respecto de
la desaparición absoluta del psicoanálisis en el mundo anglosajón? ¿Por qué no hay más psicoanálisis en el mundo
anglosajón? ¿ Quizás por los efectos de los análisis annafreudianos y
kleinianos, porque no servían para nada. Si el psicoanálisis desapareció del
mundo anglosajón, ¿por qué fue? ¿Por qué
la gente no se quiso analizar más? Quizás porque los analistas dirigieron mal
las curas y transformaron los análisis en algo absolutamente inservible. Pero ¿vieron que esta crítica no se
hace? Hay mucha represión en nuestro
medio. Hay mucho miedo, mucha represión, mucha política. Mucho ídolo, “a Freud
no me lo toquen, a Lacan no me lo toquen, a Miller no me lo toquen...” Los antimillerianos argentinos, los de
Convergencia y Lacanoamericanos, son antimillerianos. ¿Qué dicen de Miller? Nada. No publican un solo artículo, no comentan
nada. No dicen nada. Perdón, ¿eso no es
represión a la freudiana? ¿No es represión? Está totalmente reprimido entre los
antimillerianos hablar de Miller, ¡y entre los millerianos hablar de
Miller! ¡Hoy en antropología a
Lévi-Strauss le dan con un caño! Lo
critican todo el tiempo, eso pasa en todas las disciplinas. Pero nosotros estamos atascados en un miedo…
Me parece que es el miedo propio de practicar una disciplina tan difícil. Como no sabemos lo que tenemos que hacer, no
sabemos qué tenemos que decir en cada sesión ni por qué decimos lo que decimos,
mi impresión es que mejor no hablemos de lo que hacemos ni de lo que dice el
otro, así el otro no habla de lo que decimos nosotros…Pero esto así puede
llevar a la muerte definitiva del psicoanálisis, que para mí está próxima.
A..E.: ¡todavía no empezamos a criticar a
Freud! Criticado por todo el mundo
extensamente… y nostros no leemos las criticas que se le hacen a Freud. No
hacemos criticas a Lacan. ¡Como puede ser que ni Freud ni Lacan se haya
equivocado en nada? No lo puedo creer.
A.E.: yo creo que sí,
pero no por la cantidad de tratamientos que hay, sino porque los analistas
consumen pastillas y mandan a sus pacientes a consumir pastillas. Las
neurociencias han ganado porque todo Occidente es neurocientífico. Todo lo que te pasa viene del cerebro,
entonces tomate algo. El sujeto es el cerebro…
Esa es la versión que ganó.
A.E.: les cuento una anécdota. El jueves pasado con un grupo de colegas
hicimos una actividad que se llamó “El
psicoanálisis según Jacque-Alain Miller”.
4 reuniones para trabajar. ¿Saben
cuántas personas vinieron? Tres, exceptuando a los organizadores y yo. ¿Puede ser que en Buenos Aires no haya
interés para discutir lo que dice Miller más que para tres personas? Yo creo que las cosas están mal. No soy
optimista. De hecho en Francia el psicoanálisis
esta para atrás, esos psicoanalistas franceses famosos que venían acá en la
época del uno a uno, ¿saben cuántos pacientes atienden? 3. Miller tiene 30… 22 todos argentinos,
españoles e italianos. Si entran en
Francia a una librería encuentran un libro de Doltó, dos de Jung y ninguno de
Lacan ni de Miller. Miller tiene 40
libros de su autoría publicados en 25 años de enseñanza. 35 en coautora. ¡saben cuantos son en
francés? 8. De su autoría 2. en coautoría 6. No hay psicoanálisis lacaniano en
francia. El retiro del psicoanálisis en
Europa es patente, evidente día a día. No creo que haya que rasgarse las
vestiduras porque no haya mas psicoanálisis.
Estamos en un momento muy especial. Tendríamos que ver qué vamos a
hacer, me refiero a qué forma puede adquirir esta posición ética como oferta a
la sociedad. Tal vez no tenga que ser
psicoanálisis, ¿por qué tendríamos que seguir amarrados a Freud? Es una posición ética la que estamos
ofertando. Hable, hable con alguien,
hable para ver si lo que a usted le pasa tiene que ver con otro alguien. E
intente establecer la lógica de lo que a usted le pasa, hablando con alguien
sobre otro alguien. El inconsciente es el discurso del Otro.
Bueno, dejemos aquí, muchas gracias.
Versión
desgrabada, no corregida por el autor.